Publicación de Luis Venegas Chalen

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Hipnoterapeuta clínico | Hipnoterapia

La frase "la música limpia el alma del polvo cotidiano" sugiere cómo la música puede barrer las impurezas emocionales que acumulamos día tras día. En el correr de la vida moderna, cargamos con preocupaciones, estrés, frustraciones y ansiedades que, como polvo, se posan sobre nuestra paz interna. La música, en su esencia, tiene el poder de sacudirnos, despejar nuestra mente y reconectarnos con algo más profundo, puro y esencial. Al escuchar música, los ritmos, las melodías y las armonías parecen actuar como una brisa que barre esos residuos invisibles, refrescando nuestro ánimo. Cada acorde y cada nota pueden actuar como pequeñas olas que, como si fueran mareas, se llevan consigo las tensiones acumuladas. Hay géneros que despiertan nuestra nostalgia y nos traen memorias felices; otros nos hacen bailar, nos devuelven la alegría o nos calman el espíritu. La música también funciona como una especie de espejo emocional que nos permite vernos a nosotros mismos de una forma más pura. Nos ayuda a recordar quiénes somos cuando dejamos atrás el ruido de lo cotidiano, a reconectar con emociones profundas que, en la prisa de la vida diaria, suelen quedar ocultas. Al dejarnos envolver por una canción o una sinfonía, es como si en cada nota se limpiara un rincón del alma, dejando espacio para la claridad, la paz y, muchas veces, la inspiración. Es por eso que, cuando nos sentimos abrumados, la música tiene el poder de refrescarnos, recordándonos lo que somos en lo más profundo: seres que, más allá de las responsabilidades y las presiones, están en busca de armonía y sentido. Psicólogos Perú #hipnoterapia #hipnosis #musica

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