Hoy se celebra el #DíaMundialSinAlcohol, y como es costumbre, lo compartí con amigos (al igual que hago con días importantes como el de la hamburguesa, el merlot o el sushi), y una de las respuestas fue: "¿Y eso para qué?" 🤌 🤣 Aquí me encuentro, reflexionando con una copa imaginaria en mano y recordando una frase del gran filósofo Homero Simpson: "Brindo por el alcohol, la causa y la solución de todos los problemas de la vida". ¡No tengo pruebas, pero tampoco dudas! Mientras algunos celebran este día con jugo verde y un aire de superioridad moral, yo prefiero hacer un brindis simbólico (por ahora) a aquellos momentos en los que una cerveza helada o una copa de vino sirven de puente entre lo profesional y lo personal. Esas reuniones donde los contratos y grandes oportunidades nacen de un sorbo de confianza y un "Salud", o cuando después de dos #GinTonic conoces mejor a ese cliente o proveedor que después se convierte en amigo (y compañero de karaoke, porque todos tenemos nuestros secretos). El alcohol no es ni el héroe ni el villano de la historia. Es un catalizador que, con moderación, puede hacer que las ideas fluyan y las risas sean más contagiosas. La clave es conocer el límite (ya que nadie quiere ser [de nuevo] el protagonista de los memes del día siguiente). Hoy no es un día para glorificar o demonizar, sino para reconocer que las verdaderas historias y conexiones emergen cuando sabemos disfrutar de cada momento de manera responsable, incluyendo el consumo de alcohol. Te propongo un reto: visita tu bar o restaurante favorito, donde los meseros o el bartender ya te conocen, y cuando te pregunten: "¿Lo de siempre?", responde: "Por ahora paso", y observa su reacción 😉. Luego, pide tu bebida favorita, pero después de la medianoche, para no arruinar el día. ¡Brindemos por la creatividad, las conexiones y los buenos momentos (siempre con responsabilidad)! #DíaMundialSinAlcohol #ConexionesQueImportan #Networking #QuiénDijoVamos https://lnkd.in/e3fXAwuV
Publicación de J. Rodelín Escobar Santiago
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Una cita el sábado ☕️ ¿Qué situaciones os han hecho tener que demostrar todo lo que valéis? Estas situaciones pueden ser muy diferentes y, normalmente, ninguna de ellas es agradable. En especial, a mi me gustaría centrar el foco en cuando se comete una injusticia ¿cuánto tienes que callar o cuánto tienes que pelear? Lo más habitual es aguantar, aguantar y aguantar, hasta que uno no puede más y estalla, pero desde mi perspectiva, creo que cada vez que eso pasa, el problema ya no se soluciona, ya no existe salida alguna para él, sino que directamente se termina la relación que te vinculaba a ese problema. En cambio, si al detectar dicha injusticia o problema, comienzas a no conformarte y luchar por tu intereses, esto hace no solo solucionar el problema, sino también demostrar quién eres. Demuestras quien eres porque sacas tu lado luchador, demuestras tu interés en la mejora, reluces la seguridad que llevas dentro y que no te importa usar en un momento determinado. ¿Qué pensáis ustedes? ¿Qué situaciones son las que más os han servido para demostrar vuestros valores? ¡Feliz fin de semana!
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Entrada de jugos gástricos en el esófago por distensión del esfínter esofágico. SENTIDO BIOLÓGICO: El esfínter del cardias no se cierra y todos los ácidos suben y me queman. Dejo el paso abierto para dejar entrar más alimento (simbólicamente alimento emocional, o sea, amor). CONFLICTO: Conflicto de carencia. Estoy en un sentimiento de falta, carencia de pedazo (bocado emocional) muy fuerte y dejo “la puerta abierta” para poder recibir más. Estoy en un callejón sin salida, y quiero salir. También puede deberse a una ira reprimida y el hecho de que la causa de este enojo vuelve a presentarse sin cesar, provocando todavía más enojo e impidiendo asumir lo que acaba de suceder. La situación que vivo me parece irritante, injusta y vivo interiormente impotencia. Cuando tal situación me sucede, puedo preguntarme: “¿qué es lo que me quema o me pone furioso? ¿Qué es lo que a mí no me gusta y que no consigo digerir?” (Aquí, la expresión debe tomarse en sentido figurado. Podría tratarse de una persona de quien digo: “A esta persona, no la puedo digerir”. Esto significa que no aprecio a esta persona, estoy furioso contra ella por algo, etc.) También es muy posible que me enganche a esta ira de un modo inconsciente, porque tengo miedo de afirmarme, de soltarme y expresar mis necesidades, mis deseos y mis intenciones al nivel del corazón. Soy único en todo y los demás son diferentes de mí en todo. Debo pues quedarme abierto y atento a mis propias necesidades y aceptar la entera responsabilidad de mis actos, por más que la gente sea diferente de mí. El hecho de volver a reprimir, inhibir una emoción (ira, pena, rabia) aumenta la acidez de los gases gástricos y, al mismo tiempo, me impide tragar cualquier cosa (porque los ardores manifiestan un tipo de presión interna en el área del estómago). Debo ver el nexo entre mis auténticos sentimientos y los ardores de estómago. Conservo la calma y observo mi modo de ser, mis reacciones frente a las situaciones que vivo, así como mi actitud frente a los acontecimientos cotidianos. #reflujo #acidez #estómago #reflujogastrico #acidezestomacal
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Esta lección nos desafía a pensar: ¿cómo respondemos ante los problemas de la vida? ¿Nos debilitamos, nos endurecemos, o somos capaces de adaptarnos y transformar las situaciones? La verdadera fortaleza no reside en evitar el dolor o las dificultades, sino en aprender a usarlas como catalizadores de crecimiento y cambio positivo. Esta reflexión nos recuerda que, aunque no podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, sí podemos controlar cómo respondemos a ello. Y esa respuesta, al igual que el café, puede transformar no solo nuestra vida, sino también la de quienes nos rodean.
Como Coach, preparo, acompaño e inspiro personas a que se reinventen y despierten todo su potencial con mi método de los 8 recursos. Embajador de Marca.
UNA LECCIÓN PARA LA VIDA Una hija se quejaba constantemente con su padre sobre lo difícil que era su vida. Estaba agotada de tanto luchar, sintiendo que cuando resolvía un problema, otro aparecía de inmediato. Su padre, que era chef, la invitó a acompañarlo a su lugar de trabajo. Al llegar, llenó tres ollas con agua y las puso a hervir. En la primera, colocó zanahorias; en la segunda, huevos; y en la tercera, agregó granos de café. La hija, impaciente, observaba sin comprender qué hacía su padre. Después de unos veinte minutos, él apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Luego, retiró los huevos y los puso en otro plato. Por último, coló el café y lo sirvió en una taza. Mirando a su hija, le preguntó: —Querida, ¿qué ves? —Zanahorias, huevos y café —respondió ella, confundida. Su padre la invitó a tocar las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego, le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al pelarlo, descubrió que era un huevo duro. Finalmente, él le ofreció probar el café. Ella sonrió, disfrutando del aroma y el sabor que desprendía. Entonces, su padre le explicó: —Los tres elementos enfrentaron la misma adversidad: agua hirviendo. Pero cada uno reaccionó de forma distinta. La zanahoria entró al agua fuerte y rígida, pero tras hervir se volvió blanda y débil. El huevo llegó frágil, con una fina cáscara que protegía su interior líquido; sin embargo, después de pasar por el agua hirviendo, su interior se endureció. Y el café… él fue diferente. Cuando fue expuesto al agua hirviendo, transformó el agua. El padre miró a su hija a los ojos y le preguntó: —¿Cuál eres tú? ¿Eres como la zanahoria, que parece fuerte, pero que cuando enfrenta la adversidad, se vuelve débil y se desmorona? ¿O eres como el huevo, que comienza con un corazón tierno y flexible, pero que, después de una pérdida, un golpe emocional o una decepción, se endurece por dentro? ¿O tal vez eres como el grano de café? El café, al ser puesto en el agua hirviendo, no solo soporta la adversidad, sino que cambia su entorno, mejorando todo a su alrededor. —Si eres como el grano de café —continuó el padre—, entonces, cuando las cosas se ponen difíciles, no solo te mantienes firme, sino que sacas lo mejor de ti y haces que la situación mejore a tu alrededor. Todo depende de cómo enfrentes las dificultades. Y ese "cómo" depende solo de tí. #serloquequierover #recursivos
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UNA LECCIÓN PARA LA VIDA (Reposteando esta reflexión que me encantó y me dejó pensando. ¡Gracias a Jorge Inda por compartirla!) Mi comentario: Esta historia me recuerda que todos enfrentamos adversidades en la vida, pero lo importante no es lo que nos pasa, sino cómo respondemos a ello. Me pregunto: ¿cómo reaccionamos nosotros ante los desafíos? ¿Nos volvemos más fuertes como el huevo, más frágiles como la zanahoria, o transformamos nuestro entorno como el café? El cambio es algo inevitable, pero lo que realmente marca la diferencia es como decidimos crecer y desarrollarnos personalmente en el proceso. Sin un plan de vida, es fácil sentirse perdido cuando llegan las dificultades, porque no sabemos hacia dónde dirigirnos ni cómo enfrentarlas. Reflexionar sobre esto puede ayudarnos a encontrar más fuerza y propósito en nuestras vidas. ¿Tú con cuál te identificas? Yo estoy trabajando en ser como el café ☕. #DesarrolloPersonal #Resiliencia #LeccionesDeVida #TuVidaIncreible
Como Coach, preparo, acompaño e inspiro personas a que se reinventen y despierten todo su potencial con mi método de los 8 recursos. Embajador de Marca.
UNA LECCIÓN PARA LA VIDA Una hija se quejaba constantemente con su padre sobre lo difícil que era su vida. Estaba agotada de tanto luchar, sintiendo que cuando resolvía un problema, otro aparecía de inmediato. Su padre, que era chef, la invitó a acompañarlo a su lugar de trabajo. Al llegar, llenó tres ollas con agua y las puso a hervir. En la primera, colocó zanahorias; en la segunda, huevos; y en la tercera, agregó granos de café. La hija, impaciente, observaba sin comprender qué hacía su padre. Después de unos veinte minutos, él apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Luego, retiró los huevos y los puso en otro plato. Por último, coló el café y lo sirvió en una taza. Mirando a su hija, le preguntó: —Querida, ¿qué ves? —Zanahorias, huevos y café —respondió ella, confundida. Su padre la invitó a tocar las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego, le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al pelarlo, descubrió que era un huevo duro. Finalmente, él le ofreció probar el café. Ella sonrió, disfrutando del aroma y el sabor que desprendía. Entonces, su padre le explicó: —Los tres elementos enfrentaron la misma adversidad: agua hirviendo. Pero cada uno reaccionó de forma distinta. La zanahoria entró al agua fuerte y rígida, pero tras hervir se volvió blanda y débil. El huevo llegó frágil, con una fina cáscara que protegía su interior líquido; sin embargo, después de pasar por el agua hirviendo, su interior se endureció. Y el café… él fue diferente. Cuando fue expuesto al agua hirviendo, transformó el agua. El padre miró a su hija a los ojos y le preguntó: —¿Cuál eres tú? ¿Eres como la zanahoria, que parece fuerte, pero que cuando enfrenta la adversidad, se vuelve débil y se desmorona? ¿O eres como el huevo, que comienza con un corazón tierno y flexible, pero que, después de una pérdida, un golpe emocional o una decepción, se endurece por dentro? ¿O tal vez eres como el grano de café? El café, al ser puesto en el agua hirviendo, no solo soporta la adversidad, sino que cambia su entorno, mejorando todo a su alrededor. —Si eres como el grano de café —continuó el padre—, entonces, cuando las cosas se ponen difíciles, no solo te mantienes firme, sino que sacas lo mejor de ti y haces que la situación mejore a tu alrededor. Todo depende de cómo enfrentes las dificultades. Y ese "cómo" depende solo de tí. #serloquequierover #recursivos
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Una poderosa metáfora Jorge Inda, sobre cómo respondemos a las adversidades en la vida. Enfrentarnos a desafíos es inevitable, pero lo que realmente importa es cómo reaccionamos ante ellos. Al igual que la zanahoria, el huevo y el café, cada uno de nosotros tiene la capacidad de elegir cómo dejar que las circunstancias nos afecten. Podemos debilitarnos, endurecernos o, como el café, transformar nuestro entorno para bien. El desafío está en recordar que, aunque no siempre controlamos las situaciones, siempre podemos controlar nuestra respuesta. Ser como el grano de café significa ver la adversidad como una oportunidad para crecer y generar un impacto positivo a nuestro alrededor. Cuando enfrentemos tiempos difíciles, preguntémonos: ¿Cómo puedo usar esta experiencia para mejorar, para aprender y para ayudar a otros en el proceso? Porque al final, la fortaleza real no está en evitar las dificultades, sino en cómo elegimos enfrentarlas y transformarlas. "𝗘𝗻 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗮𝗱𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗹𝗮 𝗼𝗽𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝗳𝘂𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗽𝗼𝘀𝗶𝘁𝗶𝘃𝗼." Gracias por compartir!
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UNA LECCIÓN PARA LA VIDA Una hija se quejaba constantemente con su padre sobre lo difícil que era su vida. Estaba agotada de tanto luchar, sintiendo que cuando resolvía un problema, otro aparecía de inmediato. Su padre, que era chef, la invitó a acompañarlo a su lugar de trabajo. Al llegar, llenó tres ollas con agua y las puso a hervir. En la primera, colocó zanahorias; en la segunda, huevos; y en la tercera, agregó granos de café. La hija, impaciente, observaba sin comprender qué hacía su padre. Después de unos veinte minutos, él apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Luego, retiró los huevos y los puso en otro plato. Por último, coló el café y lo sirvió en una taza. Mirando a su hija, le preguntó: —Querida, ¿qué ves? —Zanahorias, huevos y café —respondió ella, confundida. Su padre la invitó a tocar las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego, le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al pelarlo, descubrió que era un huevo duro. Finalmente, él le ofreció probar el café. Ella sonrió, disfrutando del aroma y el sabor que desprendía. Entonces, su padre le explicó: —Los tres elementos enfrentaron la misma adversidad: agua hirviendo. Pero cada uno reaccionó de forma distinta. La zanahoria entró al agua fuerte y rígida, pero tras hervir se volvió blanda y débil. El huevo llegó frágil, con una fina cáscara que protegía su interior líquido; sin embargo, después de pasar por el agua hirviendo, su interior se endureció. Y el café… él fue diferente. Cuando fue expuesto al agua hirviendo, transformó el agua. El padre miró a su hija a los ojos y le preguntó: —¿Cuál eres tú? ¿Eres como la zanahoria, que parece fuerte, pero que cuando enfrenta la adversidad, se vuelve débil y se desmorona? ¿O eres como el huevo, que comienza con un corazón tierno y flexible, pero que, después de una pérdida, un golpe emocional o una decepción, se endurece por dentro? ¿O tal vez eres como el grano de café? El café, al ser puesto en el agua hirviendo, no solo soporta la adversidad, sino que cambia su entorno, mejorando todo a su alrededor. —Si eres como el grano de café —continuó el padre—, entonces, cuando las cosas se ponen difíciles, no solo te mantienes firme, sino que sacas lo mejor de ti y haces que la situación mejore a tu alrededor. Todo depende de cómo enfrentes las dificultades. Y ese "cómo" depende solo de tí. #serloquequierover #recursivos
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La realidad del ser. Dónde, cuando y por que.
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UNA LECCIÓN PARA LA VIDA Una hija se quejaba constantemente con su padre sobre lo difícil que era su vida. Estaba agotada de tanto luchar, sintiendo que cuando resolvía un problema, otro aparecía de inmediato. Su padre, que era chef, la invitó a acompañarlo a su lugar de trabajo. Al llegar, llenó tres ollas con agua y las puso a hervir. En la primera, colocó zanahorias; en la segunda, huevos; y en la tercera, agregó granos de café. La hija, impaciente, observaba sin comprender qué hacía su padre. Después de unos veinte minutos, él apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Luego, retiró los huevos y los puso en otro plato. Por último, coló el café y lo sirvió en una taza. Mirando a su hija, le preguntó: —Querida, ¿qué ves? —Zanahorias, huevos y café —respondió ella, confundida. Su padre la invitó a tocar las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego, le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al pelarlo, descubrió que era un huevo duro. Finalmente, él le ofreció probar el café. Ella sonrió, disfrutando del aroma y el sabor que desprendía. Entonces, su padre le explicó: —Los tres elementos enfrentaron la misma adversidad: agua hirviendo. Pero cada uno reaccionó de forma distinta. La zanahoria entró al agua fuerte y rígida, pero tras hervir se volvió blanda y débil. El huevo llegó frágil, con una fina cáscara que protegía su interior líquido; sin embargo, después de pasar por el agua hirviendo, su interior se endureció. Y el café… él fue diferente. Cuando fue expuesto al agua hirviendo, transformó el agua. El padre miró a su hija a los ojos y le preguntó: —¿Cuál eres tú? ¿Eres como la zanahoria, que parece fuerte, pero que cuando enfrenta la adversidad, se vuelve débil y se desmorona? ¿O eres como el huevo, que comienza con un corazón tierno y flexible, pero que, después de una pérdida, un golpe emocional o una decepción, se endurece por dentro? ¿O tal vez eres como el grano de café? El café, al ser puesto en el agua hirviendo, no solo soporta la adversidad, sino que cambia su entorno, mejorando todo a su alrededor. —Si eres como el grano de café —continuó el padre—, entonces, cuando las cosas se ponen difíciles, no solo te mantienes firme, sino que sacas lo mejor de ti y haces que la situación mejore a tu alrededor. Todo depende de cómo enfrentes las dificultades. Y ese "cómo" depende solo de tí. #serloquequierover #recursivos
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"Sota, caballo y rey". ¿A qué te suena esto? Esta mañana, mientras compraba el pan, oía comentar a unas vecinas, en modo de "queja asumida" de como se pasaban los días y ¡que ya estábamos en mayo...! Ciertamente, las rutinas automatizadas (sota, caballo y rey), te pueden comer muchos días y muchas ganas, con esa sensación de que la vida te vive, te utiliza para sus fines y no a la inversa. No sé si será tu caso pero en ocasiones es inevitable esta desagradable sensación, en estos casos resulta interesante revisar nuestros objetivos a medio y largo plazo; ¿están bien definidos?, ¿cuentas con los recursos necesarios?... ¿Qué herramientas utilizas tú para plasmar y trabajar tus objetivos? ;)
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Buenas tardes, Comparto este post con un mensaje súper sencillo, mas de mucha profundidad para cuidar de nuestra energía y tomar conciencia de la importancia del manejo de nuestras emociones Bendiciones a todos!
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Habéis escuchado el dicho que dice lo siguiente (los bebes vienen con un pan debajo del brazo), exacto todas las unidades como han sido bebes vienen con el pan integrado. Como todas las personas han sido bebes vienen con el pan, lo que ignoran las personas como en mi caso también ignore que es ese pan en esencia y es el demonio. Ese pan no es a nivel físico no, ese pan nadie lo ve porque es energía y todas las personas lo tienen. Si las unidades no se sacan el pan no podrán ayudar a ninguna persona porque ni uno mismo sabe que es ese pan está en uno mismo y que es ese pan de manera real cuál es su esencia. Como digo hemos pasado algo negativo a positivo, pero como la raíz es negativa por ley de causa y efecto llegará negativo. Ej. La palabra normal está creada con una onda de informa-ción negativa la palabra la hemos pasado a positivo, pero como la raíz es negativa el efecto y la causa que nos llegara será negativo y ya podéis ser todo lo positivo que queráis, porque es un positivo falso con carga energética negativa el bien. Lo mismo que ha pasado con las palabras y otras muchas cosas más ha sucedido con la frase ( los bebes llegan con un pan debajo del brazo). Si uno mismo a sido bebe conque carajos ha venido al mundo y mientras las unidades no entiendan que es ese pan de manera real no saldrán de la Matrix la dualidad y el ego ni de las enfermedades físicas ni económicas. Hoy todas las personas están trabajan y creando para el sistema reptiliano satánico nos llevan explotando desde miles de años, pero a hora las propias personas se explotan a sí mismas de manera inconsciente porque sea pasado un negativo a positivo ley de causa y efecto llegará negativo. Que es ese pan? Buscar inhalar investigar observar y discernir tenemos el poder de cambiar porque solo puede cambiar el peón. ¿Solo puede crear dios habéis visto alguien inventar algo que no sean las personas? ¿Recordar nos han hecho buscar todo fuera de uno mismo, pero todo esta en uno mismo, pero ese todo está fraccionado y el único que puede poner orden en el mundo quien es? Nor instante
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🔥Senior Marketing Lead 🌎 Martech & CommTech Specialist💡Empowering companies and people trough Digital Transformation 📲 PhD Candidate 👩🏻🎓
1 mes¡Me encantó! Lo comparto y recuerdo que tú no bebes alcohol salvo en ocasiones muy especiales 🍷 ☺️ Abrazo Rode