Publicación de Thomas Torres Cuenca

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Fisiatria, Electrodiagnóstico, Ultrasonido Neuromuscular.

El síndrome de dolor regional complejo (CRPS, por sus siglas en inglés) se caracteriza por un dolor persistente y desproporcionado en relación con el trauma inicial, acompañado de síntomas sensoriales, vasomotores, sudomotores, motores y tróficos. El diagnóstico se basa en los criterios clínicos de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP). Se ha descubierto que varios mecanismos, como una respuesta inflamatoria exagerada, juegan un papel clave en el desarrollo y mantenimiento del CRPS. Estudios han mostrado niveles elevados de citocinas proinflamatorias y neuropéptidos en pacientes con esta condición, lo que sugiere una actividad incrementada de las células T. Históricamente, el tratamiento del CRPS era uniforme, pero hoy se adapta según los mecanismos predominantes en cada caso. Aunque no existe una terapia causal, los corticoides, conocidos por su eficacia antiinflamatoria, se utilizan cuando la inflamación es prominente. Investigaciones reciente han demostrado que el tratamiento con corticoides es eficaz, especialmente para aliviar el dolor y mejorar el rango de movimiento. Este es el caso de una paciente con CRPS tipo 1 en la mano, cuyo dolor y limitación funcional, provocado por un trauma menor, persistió durante dos meses. Tras ser diagnosticada y tratada con prednisolona oral, presentó una mejora significativa en tres semanas. Este caso subraya la importancia de reconocer el CRPS y la eficacia potencial de los corticoides como tratamiento, especialmente en entornos como el nuestro con recursos limitados. Gracias al Dr Paul Winston por su apoyo!

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