02 de junio: Día mundial de acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria
Alerta de contenido: descripción de conductas alimentarias alteradas.
Hoy en día todxs reconocemos la importancia de una alimentación adecuada para contribuir con un estilo de vida saludable. Sin embargo, a mi modo de ver, nos hemos confundido cuando convertimos en sinónimos a la alimentación saludable con vida saludable o salud, cayendo así en fanatismos y reduccionismos que nada tienen que ver con una buena calidad de vida. Y peor aún… nos hemos confundido en creer que para alcanzar la salud necesitamos, indiscutidamente, alcanzar y mantener un peso “normal”.
Porque si hablamos de salud necesariamente tenemos que mencionar a la salud mental y emocional, no sólo la salud física. Dicho en otras palabras: el alimento nunca puede ser fuente de bienestar si a su alrededor genera ansiedad y obsesión.
Es que nuestro fanatismo por llevar una alimentación “perfecta” ha producido y sigue produciendo mucho daño. Y lxs licenciadxs en nutrición nos llevamos mucho de los premios en promover esta movida. No es que quiera meter a todxs en la misma bolsa… pero como sistema de salud, en su sentido más amplio, tenemos que cambiar.
Parte del daño lo encontramos ejemplificado en este estudio, el cual identificó que un 31% de la muestra de mujeres entre 25 - 45 años presentaban comportamientos extremos de pérdida de peso (sin antecedentes de Trastorno de la Conducta Alimentaria - TCA -), con más del 40% de mujeres que reportaron haber utilizado píldoras para adelgazar. En el momento de la investigación, dos tercios de la muestra estaba tratando de perder peso, mientras que tres cuartas partes informó que el peso y el tamaño del cuerpo contribuía a cómo se sentían consigo mismas y, no menor, el 75% mencionó que sus preocupaciones por estas dos últimas variables interferían con su felicidad.
Ahora veamos qué sucede con los TCA (dentro del espectro, podríamos decir que es la forma patológica en la que encontramos a la conducta del comer).
Si bien la mayoría de los estudios subestiman la prevalencia de los trastornos, se cree que aproximadamente 1 de cada 7 hombres y 1 de cada 5 mujeres, para los 40 años, experimentan algún tipo de TCA en su vida.
Otro excelente estudio nos muestra cómo la prevalencia a lo largo de las décadas se encuentra en aumento, siendo del 3.5% para el 2000 - 2006, 4.9% para el 2007 - 2012 y 7.8% para el 2013 - 2018.
Estos números no llama la atención, al menos para mí. Con nuestra mirada actual de la nutrición (llámese nutricionismo) y, como mencioné previamente, con nuestro gran sesgo de que el peso (IMC “normal”) es sinónimo de salud estamos perpetuando las problemáticas alimentarias y contribuyendo al incremento de la prevalencia de desórdenes y trastornos alimentarios.
Dicen Sumner Brooks y Amee Severon en su libro How to raise an Intuitive Eater. Raising the next generation with food and body confidence: “Los TCA son una problemática de justicia social. Elegir ser parte (inconsciente o conscientemente) de la cultura de dieta puede ser un lugar seguro para aquellas personas que viven en cuerpos marginalizados, ya que ésta seguirá siendo la ruta hacia la aceptación mientras nuestra sociedad exija conformidad con estándares privilegiados”.
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Aunque existe un fuerte componente genético en el riesgo de desarrollar un TCA, la dieta y la mentalidad dietante, el estigma del peso y la forma en que se habla de la comida y el cuerpo tienen un impacto sustancial y duradero en todas las personas, pero especialmente en lxs niñxs y adolescentes.
Entonces, ¿Qué hacemos con todos estos datos?
Necesitamos de medidas y acciones urgentes que nos permitan recuperar la paz con la comida y con nuestros cuerpos. Para esto:
Los trastornos alimentarios no son ningún chiste. En un extremo, se relacionan con mayor tasa de mortalidad. Y si no, son excelentes para robarle a alguien su alegría, personalidad, autenticidad, creatividad, intimidad y deseo de vivir una vida plena.
¿Es esto lo que queremos para nuestrxs hijxs, nuestrxs amigxs, nuestra sociedad?
Si la respuesta es NO, entonces ALGO TIENE QUE CAMBIAR.
Referencias: