100 primeros días de gestión; 4 consejos para nuevos alcaldes

Después de la extenuante campaña donde predominan los ataques personales y las promesas electorales, el candidato electo debe sentarse y reflexionar sobre lo que es posible hacer durante su mandato. Las decisiones que tome el nuevo alcalde, durante los primeros 100 días, marcaran el tono, talante y ‘calidad’ de su administración.

Primero, el nuevo alcalde deberá ejercer con liderazgo su función regulatoria y asegurar un crecimiento urbano balanceado y sostenible reduciendo la vulnerabilidad y mejorando la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.

• Establecer una agencia, entidad o comisión responsable de delegar y coordinar responsabilidades entre distintas agencias municipales encargadas del desarrollo regional y urbano.
• Promover una mejor coordinación intermunicipal para controlar la expansión urbana e conectar las decisiones de transporte con las de planificación y prevenir sobre costos para la ciudad y la sociedad, como consecuencia de la expansión urbana desordenada.
• Motivar el trabajo con otras municipalidades e identificar proyectos metropolitanos y regionales para generar confianza y asegurar el trabajo coordinado.
• integrar la gobernabilidad del transporte y la planificación espacial, aprovechando las aglomeraciones urbanas y contribuyendo a un mayor crecimiento económico.
• Promover un crecimiento urbano balanceado, restringiendo el cambio e intensificando el uso del suelo urbano utilizando instrumentos del derecho urbano para definir accesibilidad, densidad, cesiones, englobe para proyectos aislados o integrales.
• Identificar, señalizar y apropiarse de áreas protegidas, vulnerables, patrimoniales e infraestructura y sistemas de abastecimiento.

Segundo, ejercer liderazgo para adoptar el modelo sostenible de finanzas y compras publicas promoviendo el desarrollo económico de la región y el municipio. Construir una estructura financiera que asegure fuentes confiables y sostenibles de recursos, y evita presentar una propuesta y un presupuesto desfinanciado. Un mandato creíble contribuye a crear un clima de confianza entre los ciudadanos y otros interesados de la región y la ciudad.

• Fortalecer la relación con el sector privado adoptando el modelo de Asociaciones Publico Privadas (APP, PPP o P3 por sus siglas en inglés) asegurando el financiamiento, operación y mantenimiento de infraestructura, y mejorando la prestación de servicios y manejo de los activos del municipio.
• Construir un sólido marco regulatorio que permita crear un clima de confianza como elemento esenciales para una relación de colaboración que permita compartir riesgos y entregar servicios y productos de calidad a la ciudadanía.
• Estructurar un sólido paquete de proyectos económicos y sociales necesarios para trasformar al municipio, estandarizar los procedimientos de contratación, los requerimientos de calidad del servicio y los arreglos para atender a la población más necesitada y más vulnerable.

Tercero, por que no designar a sus principales colaboradores a través de un proceso de ‘identificación de talentos’ donde los interesados e interesadas presenten sus propuestas, demuestren su experiencia y relevancia, evidencien su conocimiento y certifiquen sus referencias. Esta es una buena manera para conformar un equipo de gestión elite con gente con valores, comprometida y competente.

Cuarto, adoptar desde el primer día un mecanismo moderno y participativo de monitoreo, control e información. Una sólida investigación de los retos urbanos y una consistente vigilancia de los dineros públicos y las actuaciones privadas genera credibilidad y apoyo a la gestión publica urbana. Investigaciones independientes basadas en evidencia permiten demostrar la necesidad de llevar adelante transformaciones en la gestión y en lo físico.

Las ciudades son quizás el organismo social mas complejo, fruto de la creatividad y el ingenio humano. Como cualquier organismo vivo, la ciudad, se adapta, se transforma y evoluciona para sobrevivir. Las grandes ciudades y las ciudades emergentes enfrentan grandes retos y altos costos. EL crecimiento ha sido informal e improvisado, y la ‘politiquería’ nos ha permitido en el mejor de los casos sobrevivir. El día que asume una nueva autoridad local se da una oportunidad única de soñar por una ciudad que funcione mejor. Un alcalde con autoridad y reconocimiento; con un equipo gerencial competente y una agenda de trabajo clara y contundente puede transformar su ciudad y ofrecerle un futuro sostenible y de calidad y de paso hacerle un favor a la democracia.