Comercios con alma

Reconozco que me causó impacto. La sencilla y manuscrita cuenta de aquel desayuno no hacía sino cuadrar el círculo. Un compañero y buen amigo, me llevó a aquel lugar desconocido, en una jornada cualquiera, tan intensa como las demás. Sabiendo tal vez de mi predilección por los lugares singulares. Una pequeña cafetería en el centro de Santiago (o en Santiago centro, como se dice aquí), en un pasaje peatonal, rodeada del tumulto, del ruido y del caos propios de una ciudad despertando. Solo al verlo ya sientes que es distinto, ya promete una experiencia diferente. Un local cuidado pero con el desorden propio de casa, muy familiar diría yo. Más que decorado, armónico. Una carta tradicional, con los desayunos "de siempre", sin ninguna sofisticación innecesaria. Unas estupendas tostadas, abundantes, con pan casero recién hecho, acompañados por una mermelada de frutos del bosque espectacular, conjugadas con un buen café con leche (en taza!), lo que no es nada sencillo de encontrar en esta maravillosa urbe.

Todo con un servicio dedicado, delicado, vocacional. Esa atención que uno percibe como natural y no tanto aprendida o fruto de alguna estrategia rebozada en el marketing de proximidad. Como aquella que yo tenía bien viva en mi memoria, en el mercado de mi pueblo, Carcaixent, de la mano de mi abuela, donde apenas era necesario comprar. Era el señor o la señora del puesto quien "adivinaba" tu necesidad!

Pero volviendo a nuestra pequeña cafetería. Alrededor nuestro, solo clientes contentos, tomando fuerzas y concentrados en sus charlas matutinas, como nosotros, de esas que arreglan el mundo. "Compañeros de rutina" diría Ismael Serrano. Una rutina mucho menos rutina si la comienzas en esta pequeña cafetería. O en cualquier otra como esta. O en ese mercado valenciano de mis recuerdos, o en cualquier otro. Comercios con alma...

Salvador cocina y café -- Bombero Ossa, 1059 -- Santiago centro