2017 año más violento en la historia de México
Cada 18 minutos una persona era victima de homicidio doloso en alguna parte de la república, en total fueron 29 mil 168 muertes registradas en 2017, lo que lo convirtió en el año más violento de la historia de nuestro país.
Así lo detalló en conferencia de prensa el director del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas, quien aseguró que no se han obtenido avances en materia de seguridad y que por el contrario, los delitos siguen aumentando.
Pero la situación se agrava luego de que los estudios dejarán en evidencia la incapacidad de las autoridades y dependencias en el combate al delito, pues muchas de ellas desconocen la nueva metodología para la obtención de datos que permiten tener un registro de los incidentes.
Francisco Rivas aseveró que pese a contar con instituciones y equipos de inteligencia, no se ha demostrado que éstas sean efectivas contra el combate a la delincuencia y consideró, que para ello se necesita capacitar al personal y que realmente estén entrenados para dicha y exclusiva tarea, pues es debido a esta ineficiencia, que menos del 30 por ciento de los delitos son denunciados por las victimas.
De acuerdo con los datos del Observatorio Nacional, Colima, Baja California Sur, Guerrero y Chihuahua, fueron los estados donde se registraron las mayores tasas de victimas por cada 100 mil habitantes, sumando a estos, se detectaron nuevos focos rojos de incidencia delictiva en Aguascalientes (el cual ocupa el tercer lugar en robo a casa habitación), Querétaro (segundo lugar de robo a vehículos) y Zacatecas (segundo lugar en secuestro).
Estas son solo algunas de las preocupantes cifras que arrojó el Reporte sobre delitos de alto impacto, y es así que terminará un sexenio más de gobierno sin que haya respuestas, un sexenio lleno de impunidad, de muerte, que deja al descubierto la gravedad de las instituciones encargadas de la justicia y seguridad de los mexicanos, dando paso a un periodo electoral sin que hasta el momento haya propuestas claras por parte de los aspirantes a la presidencia de la república, una república que está bañada en sangre.