2020 en materia de comercio exterior para México. Opinión
2019 fue un año de incertidumbre no solo a nivel nacional sino internacional, varios movimientos surgiendo, adaptarse al nuevo gobierno, el proteccionismo a todo lo que da y las amenazas de guerras comerciales alentadas por tuitazos fueron el pan de cada día.
Pero, ¿realmente vamos mal?
No vamos excelente, no vamos bien, digamos que sigue un movimiento inercial. Si bien los vientos no parecen favorables y la recesión económica, es como una verdadera amenaza de Tsunami. Aunado a esto no se ve que el nuevo gobierno mexicano tengan la intención de promover el comercio internacional. Aunque me siento tranquilo al saber que una verdadera profesional experimentada esta a cargo del comercio internacional dentro de la Secretaría de Economía.
¡Bendito Trump!
Sus amenazas, tuitazos y “muro” han permitido que se sigan vendiendo los productos mexicanos en Estados Unidos y como el T-MEC no es avalado aún, los exportadores siguen trabajando bajo las reglas del TLCAN/NAFTA, como si nada hubiera pasado.
El T-MEC será bueno, una vez que sea aprobado por los congresos correspondientes, claro que no todo fue un ganar-ganar también se cedió y se aumentó el contenido regional para la producción de ciertos productos, como es la joya de la corona, o lo que ha mantenido el crecimiento de las exportaciones mexicanas en la última década, me refiero al sector automotriz y de autopartes.
Si bien las ventas de autos nuevos no pintan bien para el sector, con una tendencia al consumo a la baja, seguiremos vendiendo al mercado americano, y la buena noticia con el aumento de contenido regional es que éste, representa una oportunidad de negocios, en especial, de atracción de inversiones. Si bien este nuevo gobierno tiró por la borda todos los esfuerzos de promoción internacional y promoción de las exportaciones, así como de la marca país que se había construido. Los gobiernos estatales tienen la nueva misión de promover a sus estados, atraer estos capitales, fomentar la creación de empresas y el desarrollo económico de su región.
Debemos de entender que si la marea no está a favor y el capitán, entiéndase el gobierno federal no va a salir al rescate, pues es tiempo de remar y remar más fuerte. De invertir en dónde hay oportunidades y las puertas se siguen abriendo.
“México está norteado”
Dependemos mucho de Estados Unidos y cuando un empresario piensa en exportar, naturalmente piensa en el “American Dream”. No es errónea la idea si consideramos que es el mercado más grande del mundo, pero no el momento para venderle necesariamente.
Hay que ver al sur, mercados como los centroamericanos que su clase media está en crecimiento. Claro es el ejemplo de Honduras, que recibe alrededor de 727 millones de dólares de México en importaciones mientras que solo importamos 437 millones. Tenemos la oportunidad de ser los líderes de la región, venderles y llevar nuestros servicios y productos a la región.
China, nuestro nuevo mejor socio.
Este país es ya el segundo mayor socio comercial de México, con una clase media creciente, innovación tecnológica y capital, tanto ellos nos necesitan como nosotros.
Con las nuevas reglas del T-MEC, se abre una puerta para que los capitales chinos inviertan en proyectos en la región, infraestructura, instalar sus fábricas en nuestro territorio, una verdadera oportunidad histórica en materia de inversión directa. De aprovechar incluso el financiamiento de sus bancos para facilitar el comercio. Dejemos de vender sólo manufactura, productos básicos, porque a ellos no solo les interesa vender mucho, sino también tener una balanza comercial sana donde el intercambio sea de más productos para el gigante asiático.
¡China parece estar muy lejano… del otro lado del mundo! Permítanme decirles que estamos más cerca de lo que pensamos, tengo compañeros de trabajo en Hong Kong y Shanghai con los que por cuestiones laborales me comunico con ellos y estamos a un Whatsapp o Wechat de distancia y paradójicamente me contestan y resolvemos problemas en cuestión de minutos, mucho más rápido de lo que tardan en contestar mis contactos de Jalisco o de Puebla, por mencionar algunos sin la intención de ofender a los que ahí laboran.
Lo que quiero decir es que es cuestión de actitud y de olvidarse del miedo a salir a venderle al mundo, de explorar mercados y tomar la iniciativa.
Tanto nuestros posibles compradores y/o socios comerciales nos desconocen y desconfían de nosotros, como nosotros de ellos, por lo que no es pretexto y es momento de romper esta barrera.
Si uno se queda sentado a esperar que los clientes y las ventas lleguen, no llegarán. Es momento de tocar puertas y aprovechar las ventajas de las tecnologías nuevas de los mercados abiertos e invertir en la promoción internacional, participar en eventos y en ferias que acerquen nuestros productos y servicios a nuevos compradores.
2020 está por comenzar y habrá quizás que remar contracorriente, ajustar la brújula y virar el rumbo, pero sin duda será un año de muchas oportunidades y desafíos en cuestión de comercio internacional. ¡Aprovechemos estas oportunidades!