#29 Cómo cumplir tus propósitos y no desistir con el tiempo.
Graciela Cabello
Directora de Certificación en Coaching Ejecutivo y Proyectos de Consultoría en Desarrollo Humano e Innovación | Autora | Speaker
¿Tienes claros tus propósitos al inicio de año, pero desistes al pasar el tiempo?
Inicias el año con la energía que acompaña los nuevos comienzos, hay esperanza, hay deseo de logro, incluso alcanzas a ubicar metas definidas con tiempo acotado.
Sin embargo, la motivación muchas veces va mermando al pasar el tiempo, algunos datos como los que nos comparte la revista Forbes indican que el 80% de las personas no logran sus objetivos al finalizar el año, esto puede resultar frustrante y la esperanza de cambio se va mermando cada vez que hay una sensación de no haber logrado lo que te propusiste.
Algunas de las causas más comunes son:
1.-Falta de motivación clara, es decir no tener el para qué se quiere cambiar.
2.-Los objetivos son inalcanzables o poco realistas. Esto es importante de ver, ya que tiene un doble efecto, si no alcanzas objetivos o metas de manera recurrente, se va perdiendo la confianza en la capacidad del logro.
3.-Falta de apoyo y reconocimiento. En el caso de ser un propósito personal, no tener la práctica de buscar auto reconocerte en cada paso o avance o querer lograr todo solo, sin aprender algo nuevo o encontrando apoyos.
4.-Miedo a fracasar. Ver el error con culpa y no como aprendizaje, sin tener en cuenta que el error es parte del proceso y es oportunidad para redirigir estrategia.
5.-No tener claro un plan de seguimiento. Si es un propósito personal, definir cómo te vas a rendir cuentas de tu avance, para evaluar o rediseñar tu plan de ser necesario.
Aunque estas causas te pueden apoyar a que una vez que los identificas puedas ver soluciones, hoy me quiero centrar en una que no es tan fácil de ver, y tiene que ver con tu mindset, con la manera en que ves el cambio que quieres lograr.
Generalmente el cambio que queremos ver se encuentra en un resultado que se observa fuera de nosotros.
Y un error común es querer cambiar el resultado sin modificar los sistemas con los que gestionamos nuestro cambio.
Es como si quisiéramos ver algo diferente en nuestra pantalla de la computadora sin hacer ningún cambio en software o apps.
Así como nuestra computadora responde a los cambios importantes hasta que instalamos nuevo software, nuestro ser también funciona con sistemas.
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Si queremos hacer cambios solo modificando acciones sin cambiar nuestros sistemas, el cambio se vuelve muy pesado, incluso insostenible porque nuestros sistemas no apoyan la agilidad de dicho cambio.
¿Qué son estos sistemas?
Tus sistemas son los modelos con los gestionas e interpretas tu vida, con ellos observas el mundo, tomas decisiones y acciones, de ellos depende lo que ves posible para ti.
Algunos de ellos son tus sistemas de creencias, emociones, valores, etc, cuando estos no son coherentes con el cambio que deseas el esfuerzo se magnifica y es por eso que muchas veces acabas por desistir.
Por ejemplo, si tu propósito es hacer ejercicio, no es el mismo esfuerzo que le implica esta acción a una persona que tiene un sistema de creencias que le dice: “el ejercicio quita tiempo” a otra que tiene el de: “El ejercicio me aporta felicidad”.
Así que la buena noticia es que se pueden modificar tus sistemas internos, por unos que sean coherentes al cambio que quieres lograr, para que estos apoyen tu objetivo y no sean una fuerza contraria que te empuje a volver atrás.
Empieza por auto observarte para detectar con que sistemas gestionas tu cambio y con esta consciencia es más sencillo ubicar cuál no está en coherencia o alineada con aquello que quieres lograr.
¡Mucho éxito en tu camino de transformación!
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