3 cosas que el Gerente Promedio hace vs el Gerente Sobresaliente

Ser Gerente no es fácil. Pero llegar a ser un Gerente con habilidades de liderazgo puede ser lo más retador para los profesionales que deseemos progresar en nuestra carrera profesional.

He tenido, como todos, líderes buenos y líderes no tan buenos y con esas experiencias me he puesto a pensar cuáles considero las 3 habilidades más importantes que separan a éstos 2 y las explico a continuación:

Sesiones 1:1.

Los Gerentes promedio con los que me he topado, basaron las sesiones 1:1 en lo que yo debía desarrollar para llegar a los objetivos de la compañía en el corto plazo.

Por otro lado, el único Gerente quien es a quien le recuerdo con más admiración ("el" lo expreso como un artículo de puesto, no de género), fue aquel que me enseñó que las sesiones 1:1 no se tratan de la compañía ni de lo que ésta necesita, sino, que la compañía es una plataforma para desarrollar las habilidades que quiero desarrollar en el largo plazo que eventualmente ayudarán a la compañía. Eso me hizo sentir importante.

Asignación de tareas.

Hasta en la solicitud más común y básica creo que hay diferentes formas de lograrlo. Asignar las tareas, y es que lo que mi Gerente promedio me enseñó es a anotar un checklist con 2 elementos: A) Lo que se debía cumplir y B) Para cuándo se debía cumplir. Simple, no?

Mientras tanto, el Gerente sobresaliente transmite la misma importancia pero desde una óptica que me hace sentir involucrado y me hace comprender la importancia de mi trabajo. El antecede el contexto de la situación o problemática a la instrucción, es más, la mayoría de las veces ni siquiera instruye, sino que, en su lugar me empodera para que tome la iniciativa del análisis de la situación y me permite ser yo quien contribuya con mi propuesta de acción comprometiéndome al resultado.

Convivir con la incertidumbre.

Recuerdo que mi Gerente promedio me transmitía mucha inseguridad ante tiempos inciertos. Casi casi, su comportamiento y sus palabras eran una eficiente manera de contagiarme su "victimización" ya que sólo centraba las conversaciones en lo duro de la situación y como nos impactaba.

Por otro lado, mi Gerente sobresaliente me demostraba cero cambios en su temple y en su discurso. El hacía sentir al equipo lo que todos anhelamos cuando las cosas no tienen un rumbo claro; seguridad.

Gracias a eso yo no sabia porqué, pero sabía que todo iba a estar bien.

Quiénes somos o qué queremos llegar a ser? Promedios o Sobresalientes. Las tareas son las mismas, la diferencia, como en todo, está en los detalles.

AP