5 consejos para encontrar empleo a partir de los 45
"Este mes de mayo cumplo 57 años y, si digo la verdad, estoy feliz, como una perdiz, por muchas razones…
En primer lugar porque me encuentro bien de salud y eso, dada la situación actual de pandemia, es todo un lujo que hay que celebrar a diario.
En segundo lugar porque, a pesar de haber sufrido una serie de pérdidas importantes, en los últimos 4 años – entre ellas, la de mi padre, la de uno de mis perros o el cierre de un negocio – esas experiencias me han permitido crecer y mejorar muchos aspectos de mi vida que precisaban urgentemente una revisión.
Por último, porque, como consecuencia de todo lo anterior, he tenido la oportunidad de seguir aprendiendo y reinventarme, pero esta vez, además, con mucha más experiencia de la que tenía la primera vez que tuve que hacerlo.
Y es que, para los que nacimos en algún momento de la segunda mitad del siglo XX, la reinvención no es nada nuevo. Todos nosotros nos hemos reinventado, al menos, 1 vez antes de esta pandemia, lo que ocurre es que ya ni nos acordamos.
Es más, parece que se nos ha olvidado que, todos nosotros, sin excepción, tuvimos que pasar de dictadura a democracia, de estudiar francés, al inglés, de la Olivetti al Amstrad, del cassette al CD o del MS-DOS al Office… entre otras muchas cosas.
Seguro que, si naciste entre 1960 y 1980, a poco que te esfuerces, eres capaz de recordar 1 o 2 cambios importantes en tu vida que te exigieron adaptarte rápidamente a un nuevo escenario.
Haz la prueba! Piensa durante un par de minutos en ello y me lo contás en los comentarios.
La única constante en la vida, es el cambio y la única certeza, que tendrás que adaptarte a él.
La necesidad de adaptación, el progreso y, con él, la necesidad de una parte importante de la población, de desaprender, aprender y reinventarse, es algo que llevamos haciendo más de 3.000 años.
En la antigua Grecia, los comerciantes y guerreros se convertían en poetas y sofistas, que, a su vez evolucionaron a filósofos, que, unos siglos más tarde derivaron en teólogos, que con el tiempo, se convirtieron en sociólogos y psicólogos, neurobiólogos … y hoy día comenzamos a ver «tecnosociólogos» y «biofilósofos» – el Francés Eric Sadin es quizás un adelantado a esta disciplina – como consecuencia de la evolución de nuestra sociedad.
Y algunos pensaréis «bueno, pero esa es la evolución de la ciencia y sus teorías. Es algo normal»… y así es.
Como normal ha sido, a lo largo de la historia, que el herrero se convirtiese en mecánico de coches diésel y, posteriormente, en ingeniero electrónico y mañana, en reparador de robots… es la evolución natural.
Porque, el progreso es un proceso continuo, intrínseco a nuestra especie. Los seres humanos tenemos una necesidad innata de explorar, de aprender, de crear y de mejorar de manera continua.
Tras la supervivencia y la procreación, podríamos decir que la evolución es el 3er instinto básico de nuestra raza.
¿Y a qué viene todo esto?
Pues a colación de lo que te contaba en el primer renglón.
Que este mes de mayo cumplo 57 años y no he estado mejor en mi vida, ni a nivel mental, ni a nivel profesional, ni a ningún nivel.
Estoy mejor que nunca, más preparado, cuento con más experiencia y, sobre todo, los años me han aportado unas tablas, que ayudan a la hora de gestionar adversidades y adaptarme a nuevos escenarios. Los años me han ayudado a afrontar cualquier reto con una mejor actitud.
Y lo que es mejor, esta pandemia, por muy dolorosa que sea en muchos sentidos, nos ha presentado a muchos una oportunidad única para salir de la rutina y la monotonía. Para detenernos a reflexionar. Algo que, antes del COVID19, para muchos, era un lujo que no contemplábamos.
Porque, como en todo proceso transformador impuesto – no voluntario – nos obliga a romper con viejos paradigmas y evolucionar.
Reinvención forzosa a punto de cumplir 57
No me malinterpretes. Al principio no fue tan bonito cómo ahora puede parecer.
En mi caso, la pandemia significó un cambio radical en términos profesionales, con un impacto económico desastroso, ya que, mi mujer y yo trabajábamos juntos, en nuestra propia empresa. En Abril 2020 nos quedamos, ambos, sin trabajo.
Una bofetada en la cara, que, el primer mes y medio no nos dejaba dormir…
¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Qué desastre, cómo vamos a salir de esta? ¿Dónde vamos a trabajar ahora? ¿De qué vamos a vivir?
Y es aquí donde quería llegar…
Para apoyar esta causa y aportar mi pequeño grano de arena, he querido compartir una lista con 5 consejos para encontrar empleo a partir de los 45 años de edad.
A continuación una lista de consejos y recomendaciones que espero que te permitan incrementar las probabilidades de ser contratado.
#1 Pide opinión
Es fundamental que trabajes en la definición de tu perfil desde el punto de vista, no solo de tu último empleo, sino desde la reflexión acerca de tus habilidades y fortalezas transferibles.
Habla con tus amigos, ex-compañeros, familiares, vecinos y pregúntales «Si me tuvieras que definir en 20 o 30 palabras, qué destacarías de mi?»
Trata de encontrar coincidencias y céntrate en identificar y validar aquellas fortalezas que, en opinión de los que te conocen y aprecian, sin duda posees.
Construye tu plan en base a tus fortalezas. ¿Quién las puede necesitar? ¿A qué otros sectores se pueden transferir? ¿Cómo puedes ayudar a una empresa a mejorar sus resultados con tu experiencia y habilidades?
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#2 Ordena tus finanzas
Analiza tus finanzas personales y tu nuevo escenario de ingresos/gastos. Haz ajustes, lo antes posible.
Uno de los principales problemas que se nos presenta cuando perdemos el trabajo, o cerramos nuestra empresa, tienen que ver con la ansiedad y preocupación que nos genera la idea de que podamos quedarnos sin nada.
Cuanto antes ordenes tus finanzas y disminuyas tus gastos superfluos para vivir con lo mínimo, más tiempo ganarás para enfocarte en lo que tienes que hacer, que es buscar trabajo.
#3 Define una rutina semanal
Una vez validadas con nuestro entorno de confianza nuestras fortalezas y definido un escenario económico «seguro», que no nos robe la concentración, vamos a enfocarnos y a intentar ser eficaces.
Buscar empleo es un trabajo en si mismo, que requiere de la máxima dedicación, disciplina y eficacia.
Define una rutina, de lunes a viernes, de 08:00 a 18:00 hrs – con descansos de 15-20 minutos cada hora, con 1 hr para comer y con diferentes tareas y parcelas que abarcar.
(En los siguientes puntos te cuento que tareas y parcelas deberías trabajar de manera persistente)
«Al marinero que no sabe a que puerto dirigirse, ningún viento le es favorable»
Séneca
Rutina (jornada de 8 horas diarias dedicadas a buscar empleo)
20% de tu tiempo dedicado a actualizarte en habilidades TIC
20% de tu tiempo dedicado a construir tu marca personal
50% de tu tiempo dedicado a hacer networking de calidad
10% de tu tiempo dedicado a formación profesional
#4 Networking
En el mundo actual, el trabajo que ves publicado en las ofertas representa un 20% de los empleos disponibles. El mercado oculto es donde más y mejores oportunidades existen, pero a ese mercado no se accede a través de los portales de empleo, mediante el método tradicional.
Si quieres multiplicar tus probabilidades de éxito, trabaja en desarrollar una red de contactos de calidad, pero hazlo bien.
Hacer networking no es pedir favores a la desesperada. O enviar invitaciones a desconocidos sin aportar valor alguno. Ni pedir un «café virtual»
Busca un curso o profesional que te pueda enseñar los secretos del networking e invierte en ello. El 60% de tu éxito depende, no de lo bueno que tu circulo de confianza te haya dicho que eres, sino de cuantos de ellos tienen la oportunidad de recomendarte, y además, quieren hacerlo.
Si llegado a este punto no estás invirtiendo tiempo en formarte en cómo hacer contactos de calidad y «venderte» en un mercado abarrotado y no tienes una rutina semanal, tus probabilidades de encontrar trabajo se están reduciendo considerablemente.
#5 Construye un discurso que muestre tu valor y buena actitud!
«La vida es un 10% lo que nos pasa y un 90% cómo nos lo tomamos»
En la vida existen 2 tipos de persona, los que se pasan el día quejándose de lo mal que está todo, de lo malos que son los políticos, los empresarios, el capital, el sistema, el universo malvado que se ha aliado contra ellos… y los que, dan gracias por lo que tienen, asumen que la vida es una aventura donde se aprende a perder y que, si esperas a que alguien venga a rescatarte, corres el riesgo de morir en el olvido y abandonado.
Las empresas no contratan a personas tóxicas que vengan a contaminar el ambiente con sus continuas protestas y lamentos. El problema de cumplir años no es que los cumplas, sino que te conviertan en un viejo o vieja cascarrabias.
Sabes lo que tienen los jóvenes, energía, alegría, ganas de aprender, ganas de cambiar el mundo, el entusiasmo y la pasión, las ganas de divertirse y de construirse un futuro!
Conclusión
No dejes que una situación desafortunada, como estar desempleado, te amargue la vida.
Tienes derecho a quejarte y puedes desahogarte, pero hazlo durante unos días y trata de pasar página y enfocarte en tu siguiente destino.
Y si no sabes cómo hacerlo, pide ayuda a profesionales. No tiene sentido quejarse, pero no hacer nada para mejorar la situación.
Existen cientos de profesionales y organizaciones que, cada día más, ofrecen ayuda a desempleados senior.
Espero que te sirva de ayuda.