7 cosas que aprendemos de nuestros hijos
Trabajar, trabajar, trabajar.
Si bien el trabajo es muy importante, a lo largo de la vida nos damos cuenta que hay cosas igual de importantes. Por ejemplo, la relación que tenemos con nuestros hijos. He leído a mi regreso de unas breves vacaciones algunas publicaciones de personas que se ufanan de no descansar, en pro de sus clientes y del servicio que a ellos prestan y otros que a pesar dicen, estar descansando, su mente "sigue trabajando incansablemente".
Seguramente conoces hombres o mujeres de mediana edad que han sufrido infartos debido a su imparable actividad o incluso jóvenes a los cuales trabajar en exceso ya les ha pasado alguna factura. Quienes tienen hijos alegan que trabajan para ellos, y si, es cierto que mandar a un hijo a una buena escuela cuesta, pero trabajar en exceso no es la mejor forma de proveer ni educar a nuestros hijos.
En mi post pasado me referí al llamado que nos hacen hoy día niños y jóvenes que demandan tan solo un poco de nuestra ajetreada agenda. Y después de escribirlo, tomé con mi familia unos días de descanso.
Descansar es tan importante como trabajar, no importa que cargo ocupes ni cuan grandes sean tus responsabilidades. No importa si eres un superhombre o una supermujer. Lo que si importa es el tiempo que dedicas a los tuyos.
Recuerdas cuando eras niño o niña? Qué es lo que viene a tu mente? Quizá recuerdes a tu padre siempre trabajando o a tu madre siempre ocupada o agobiada con los quehaceres de la casa. Por el contrario, quizá hayas tenido la fortuna de tener un padre o una madre que jugaba contigo, o hermanos con los que quizá peleabas todo el tiempo pero también te divertías a montones.
La vida cambia, es una realidad. Hoy a las nuevas generaciones no les atrae el tener hijos, tienen otras prioridades, una de ellas trabajar "incansablemente", pero si los tienes, quiero decirte en primer lugar que la construcción de ese álbum de recuerdos familiares es muy importante en el desarrollo psicológico de un niño o una niña.
Yo recuerdo, por ejemplo, que a mi mamá le gustaba mucho la música, un gusto que heredé de ella y que hoy día es una de mis grandes pasiones. Recuerdo también que viajábamos mucho: a la playa, a visitar a los primos, a Disney. Viajar, es otra cosa que disfruto enormemente.
Todos sabemos que las experiencias tempranas son muy importantes, que no determinantes pero si con una influencia importante en nuestras vidas.
Ayer por ejemplo, se daría a conocer que el príncipe Harry, quien perdiera a su madre, la princesa Diana en aquel terrible accidente que todos recordamos, había decidido romper el silencio después de dos años de caos en su vida y casi veinte después de la muerte de la princesa para buscar ayuda psicológica.
Evidentemente no todos enfrentamos esas difíciles pruebas, pero sin duda alguna, la presencia física y psicológica no solo de la madre, sino también del padre, juega un papel clave en nuestra personalidad, pues nos dan seguridad, confianza y contribuyen al desarrollo de nuestra mente adulta.
Es más fácil criar niños fuertes que reparar hombres rotos
De ahí que el tiempo que pasamos hoy con nuestros hijos y la manera en cómo nos relacionamos con ellos, les ayude a formar su personalidad, a ensayar patrones de conducta e interacción con otras personas.
Lograr que nuestros hijos se vuelvan autónomos e independientes, capaces de enfrentar las adversidades es una tarea ardua, y requiere de muchas horas de dedicación por parte de los padres.
Quiero decirte en segundo lugar, que no se trata de "estar pegado a ellos" pero si de asegurar el tiempo suficiente que nos permita guiarles, transmitirles y prepararles. Nuestro tiempo es el mejor regalo que podemos darles.
Pero hay algo mejor aún y es el tercer punto de este post: No solo los padres contribuyen a la formación y desarrollo de los hijos. Acabo de leer otra publicación que me encantó en donde se señala que también los hijos nos enseñan (a los padres) a ser mejores personas y trabajadores
Trabajas con más ganas y dedicación, pues existe un pequeño ser dependiente de ti y eso te convierte en un profesional con un empuje que ninguna otra situación te daría. Los hijos nos hacen superar todos los límites
Ser padres, nos enseña a planear y a organizar mejor nuestro tiempo, a establecer prioridades y dejar de pensar en nosotros mismos para pensar en esos pequeños seres; resumiendo lo que he leído en esa publicación nos enseña también a
- Preocuparnos por cuidar de nuestro entorno: separamos la basura y buscamos formas de impactar positivamente en nuestro ambiente
- Ocuparnos más activamente de nuestra salud: dejamos de consumir chatarra y empezamos a ejercitarnos más para estar en forma y poder jugar con ellos
- Elevar nuestra fe: aprendemos a orar cada vez que enferman o enfrentan una dificultad
- Enfrentarnos a nuestros peores defectos: pues con frecuencia se ven reflejados en ellos
- Respirar profundamente: cuando han cometido un error y tenemos que enseñarles el camino correcto
- Ser más prudentes: al conducir un automóvil, beber o cualquier conducta que implique un riesgo
- Que el único momento que existe realmente es el momento presente y que el tiempo de nuestra niñez es irrepetible así que debemos valorarlo cual oro
Más allá del rol que desempeñas en una organización, eres padre o madre de familia?
Qué opinas? Me encantará conocer tu opinión!
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Acerca de mí:
Soy Psicóloga Clínica, Especialista en Estrés y Consultora en Salud. He trabajado con muchas compañías y organizaciones para TRANSFORMAR el estrés, crear resiliencia y mejorar la salud y desempeño de sus asociados. Como Consultor de Salud, asesoro, creo y desarrollo programas de Salud. Imparto pláticas y talleres a nivel corporativo sobre Manejo de Estrés, Tabaquismo, Prevención de Adicciones, Higiene de Sueño, Escuela para Padres y Resiliencia, entre otros.
En mi consulta privada atiendo no solo personas que desean aprender a manejar su estrés y transformarlo en energía positiva sino también aquellas que desean profundizar en el conocimiento de sí mismas, superar sus adversidades y lograr sus objetivos.