7 Factores Clave Para Iniciar un Emprendimiento
Ser un emprendedor significa dejar lo seguro (Trabajo a sueldo, rutinas cómodas, ser indiferente para los medios) y enfrentarte a lo desconocido. Además, implica ser responsable por tus decisiones y estar en sintonía con las últimas tendencias en el mercado.
Iniciar un emprendimiento no es cosa fácil, pero tampoco es imposible.
Ya sea que tengas un negocio andando o estés en la etapa de planificación, lo importante es tener claro dónde estás y a dónde quieres llegar. También debes saber cuándo y cómo avanzar para mejorar tus números y optimizar el resultado global de tu empresa.
Entonces, ¿qué hay que tener en cuenta al empezar mi primer proyecto de emprendimiento?
Te comparto algunos factores clave para a comenzar a emprender con buen pie:
1. No actúes desde el miedo
Parece un consejo evidente, sin embargo, es algo que a muchos les cuesta superar. ¡Cuántos nuevos emprendedores recibo a diario paralizados por el temor!
Todos pasamos por esa etapa de incertidumbre, incluso los que ahora son grandes dueños de negocios. A medida que el camino se va esclareciendo y aprendes a desenvolverte desarrollando habilidades de empresario, las cosas van fluyendo mejor.
La única manera de derrotar un temor es enfrentándolo. Una buena manera de hacerlo es planteándose las siguientes preguntas:
A. ¿Es real este temor? ¿Existe en verdad o estoy simplemente dando fuerza algo que no es real? El 97% de los temores del emprendedor promedio nunca llegan a convertirse en realidad.
B. ¿Está presente el objeto del temor? Más del 96% de los temores son producto de la fantasía.
C. ¿El objeto de mi temor tiene poder sobre mi? Para que un temor sea razonablemente aceptable debe contar con un SI rotundo como respuesta a estas preguntas. Si no es así, simplemente estás creando posibles catástrofes donde no las hay y nunca las habrá.
Sigue adelante con paso firme. Planea y actúa desde la fe, no desde el temor.
2. Si te dicen “no se puede”, probablemente es una buena idea
Marcelo Guital, emprendedor y ahora empresario chileno, cuenta en sus conferencias que cada vez que se le ocurría una idea de negocio, los demás creían que era inviable, irresponsable e imposible. Lo trataban como un loco porque quería competir con una de las marcas de refrescos más reconocidas del mundo. Luego, contra todo pronóstico, se convirtió en multimillonario tras vender botellas de agua.
Una de sus frases más icónicas es: «Todos mis negocios han comenzado con un gran “no se puede”».
Aquel que se propone un proyecto de emprendimiento se enfrenta al rechazo. ¿Qué hacer? Seguir insistiendo. Ninguna idea nueva es mala, algunas solo están mal orientadas o necesitan sostenerse con mejores datos.
Cuando una persona te diga que tu idea o proyecto no serán exitoso, lo más probable es que quiera decir que ella no tiene la capacidad de hacerlo exitoso. Pero tu idea es solo tuya: nació en tu mente y en tu corazón, eres tú quien la ha creado y serás tú quien pueda llevarla a ser exitosa. Nadie más.
No aceptes críticas constructivas. Generalmente vienen de personas que no han desarrollado un negocio. Acepta consejo solamente de quienes hayan construido exitosamente en el mundo empresarial. Aquellos con experiencia empresarial exitosa siempre te estimularán para que sigas adelante y te orientarán a tomar el mejor camino. Si el consejo no viene de empresarios experimentados, entonces no es un consejo, es solo una opinión basada en inexperiencia.
3. «Bombardea» tu cerebro de información de benchmarking -Las Neuronas Espejo-
Una de las claves para iniciar un emprendimiento es estar bien informado. Sergio Fernández comenzó su camino como emprendedor en España al renunciar a su trabajo para dedicarse al desarrollo personal. Uno de sus consejos más valiosos es bombardear el cerebro con contenido relacionado con lo que quieres conseguir.
, entiendes cómo funciona el mercado, tomarás mejores decisiones financieras para evitar errores por ignorancia. Si sabes qué ofrece tu competencia, podrás mejorar su oferta con un producto que va más allá, es decir, que supera su valor.
Cuando concentras tu atención en personas o prácticas que son «íconos» para tí, tiendes a imitarlos y a buscar superar la forma en las que estas personas realizan una actividad particular (Deportiva, artística, intelectual, empresarial, etc). Aprendemos por imitación y nos desarrollamos por estimulación. Esto es lo que conocemos en mercado como "Benchmarking": ubicamos puntos referentes aspiracionales, imitamos sus conductas y buscamos sobrepasar sus estándares mediante el desarrollo de mejores prácticas.
Martin Lindstrom explica en su libro "Buy-ology" que en 1992, un científico italiano llamado ya como Giacomo Rizzolati y su equipo de investigadores en Italia, se hallaban estudiando el cerebro de los macacos, con el ánimo de descubrir la manera cómo el cerebro organiza los comportamientos motores. Se encontraban estudiando específicamente una región del cerebro del macaco denominada F5 o zona de pre motricidad, la cual registraba actividad cuando los monos realizaban ciertos ademanes como por ejemplo recoger una fruta. Es importante señalar que ellos observaron que las neuronas de esa zona premotríz se activan no solamente cuando los macacos estiran la mano para tomar la fruta sino también cuando ven a otros monos hacer lo mismo. Esto llamó la atención del equipo de científicos, puesto que las neuronas de las regiones premotrices del cerebro por lo general no tienen una respuesta ante el estímulo visual.
En una oportunidad Rizzolatti y su equipo observaron una de las cosas más insólitas cuando uno de los estudiantes de posgrado entró al laboratorio con un helado en la mano y notó que el macaco lo miraba fijamente, casi con ansia. Cuando el estudiante se llevó el helado a la boca para lamerlo, el monitor conectado a la región premotríz del macaco se disparó y comenzó a sonar.
El mono no se había movido. No había movido el brazo ni había lamido el helado, ni siquiera sostenía nada en sus manos. El simple hecho de ver al estudiante llevarse el helado a la boca había provocado una imitación mental del mismo ademán.
Este fue el fenómeno sorprendente que Rizzolatti denominaría después “neuronas espejo”, unas neuronas que se activan cuando se realiza una actividad y también cuando se observa a alguien realizando la misma actividad. Sin embargo, las neuronas espejo del mono no se disparaban al ver un gesto cualquiera realizado por alguno de los estudiantes o por otro macaco. Se pudo demostrar que las neuronas espejo de los macacos respondían a los denominados ademanes dirigidos, es decir, las actividades en las cuales hay de por medio una acción aspiracional, como recoger una fruta o llevarse un helado a la boca, en vez de movimientos aleatorios como cruzar un salón o permanecer de pie con los brazos cruzados. ¿Funciona el cerebro humano de la misma manera? ¿También invitamos la forma como otras personas se comportan e interactúan? Las imágenes de resonancia magnética y funcional y los electroencefalogramas de las regiones del cerebro humano donde se alojan las neuronas espejo apuntan a que sí, ya que esas regiones se activan cuando una persona realiza una acción y también cuando esa misma persona observa mientras otra persona realiza una acción. En efecto, la evidencia sobre la cual se apoya la existencia de las neuronas espejo en el cerebro humano es tan contundente que un eminente profesor de Psicología y Ciencias neurológicas de la Universidad de California dijo que “La neurona espejo es a la psicología lo que el ADNA la biología”.
Esto nos lleva al punto siguiente.
4. Crea soluciones
¿Cómo saber si tu idea de negocio funcionará como emprendimiento? Antes de hacer planes y arrancar con la producción, piensa que tus clientes (y futuros compradores) vendrán a ti porque tienen una necesidad. Tu trabajo es plantear una solución que, además de solventar el problema, doble las expectativas.
Primero hay que encontrar un nicho de mercado y luego crear un producto memorable, no al revés- Seth Godin-
Piensa cuáles son los problemas que tienen tus clientes potenciales, cómo actúan ellos al respecto y qué factores pueden ocasionarlos. Así será más fácil determinar cómo ayudarlos de forma óptima y rentable.
5. Apuesta por lo nuevo
Si bien es cierto que ya existen cientos de productos orientados a remediar un problema, no todo está inventado. A veces estas soluciones traen nuevos problemas, los cuales representan oportunidades a nuevos proyectos de negocio.
Hoy en día, el éxito de un emprendimiento radica en su capacidad de innovación. No tengas miedo de soñar en grande. Manténte un paso delante de las circunstancias, busca alternativas nuevas a los productos que ya existen y llévalos al siguiente nivel.
Un ejemplo muy claro de esto son los genios de la tecnología móvil. ¿Quién en los primeros años de este siglo imaginaría que hoy todos usaríamos celulares sin teclados físicos? ¿A quién se le ocurriría que ya no necesitaríamos largas antenas para tener señal? Sin duda, alguien que apostó por lo nuevo.
6. Ensayo y error: la fórmula segura para alcanzar el éxito
No importa cuánta planificación ni qué tan efectivas creas que serán tus estrategias al iniciar un emprendimiento, la mayoría de las ideas de negocio cambian con el tiempo. ¡Y eso es maravilloso!
En la mayoría de mis asesorías a nuevos emprendedores advierto lo siguiente: siempre debes crear un prototipo de tu servicio.
Tu prototipo te ayudará a recaudar información sobre la experiencia de tus clientes con tu producto y te facilitará el proceso de optimización. Da igual si es muy básico, si no se ve tan “bonito” como quisieras o si carece de todas las funciones que esperabas lanzar. Lo importante no es que esté perfecto, sino suficientemente funcional de manera que te permita probar su respuesta en un mercado. Si no funciona del todo, haces los ajustes pertinentes. Si funciona, lo escalas y lo haces redituable.
Sigamos con el ejemplo tecnológico: ¿recuerdas cuando salieron las primeras iPad? Eran pesadas y no tenían muchas app. La idea de Jobs era brillante, pero no habría mejorado sin ese primer intento. Poco a poco, tras un montón de actualizaciones y rediseños, se convirtió en una herramienta imprescindible en las manos de millones de personas.
7. Mantén la disciplina con tu dinero y tu tiempo
Jorge Schnura Becerro, uno de los CEO más exitosos (y jóvenes) de habla hispana, siempre tuvo claro que para triunfar hay que ser disciplinado. No solo se trata de tener templanza y seguir adelante pese a las dificultades, también se requiere entereza para aprovechar los recursos al máximo.
Todo emprendedor recién nacido arranca su negocio con un capital adaptado a sus capacidades. Aunque este post no trata de finanzas (ya hablaremos de eso en una próxima entrada), esta es una inquietud muy común de mis mentoreados.
Si estás por iniciar un emprendimiento, organiza tu tiempo y tu presupuesto de forma eficiente.
No dejes que la presión ni la euforia te hagan malgastar. Las compras nerviosas “porque te está yendo bien” no siempre se pueden recuperar después. Tampoco es buena idea “irse de vacaciones” cuando el negocio está en su mejor tope.
Cuando se trata de negocios, piensa con la cabeza fría.
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¡Éxitos en tu emprendimiento! Nos vemos en la cima.
Luis G.
General Manager en Decorcentro Pereira Sas
4 añosExcelente coach .