8 EJERCICIOS PARA ENTRENAR EL LENGUAJE POSITIVO DE TUS HIJ@S

Esta semana he leído la séptima edición de un gran libro, La ciencia del lenguaje positivo (Paidós, 2016), que incomprensiblemente cuando se publicó inicialmente me pasó desapercibido, y cuyos autores son el filósofo Luis Castellanos y dos de sus colaboradores en El jardín de Junio, que él dirige, Diana Yoldi, y José Luis Hidalgo.

Su lectura me ha impactado de forma tan favorable, que me he sentido impelido a añadir un nuevo capítulo a mi nuevo manuscrito, Educada Mente, que ya había dado por finalizado.

Positiva Mente

Solamente buscando las palabras se encuentran los pensamientos”.

Joseph Jouber

En el libro The Integrated Mind (Plenum, 1978), dos “monstruos” de la neurociencia, Michael Gazzaniga y Joseph LeDoux, se hacen eco de esta singularidad que tanto nos distingue como especie: ”Lo que es único en el ser humano es su capacidad de verbalizar, y al hacerlo, crear un sentido personal de realidad consciente a partir de los múltiples sistemas presentes”.

 Luis Castellanos y sus colegas afirman que “El lamento continuado, la falta de autocrítica y, por lo tanto, la crítica desmesurada o generalizada hacia el otro, nos sienta mal, ataca nuestras defensas, nos envejece y afea, y nos impide crecer y cultivarnos”. Y recíprocamente provocamos que les pase lo mismo a quienes nos rodean.

¿De verdad queremos que les suceda esto a nuestr@s hij@s?

En 1986 la comunidad de Notre Dame, estaba formada por 678 monjas, que llevaban una existencia tan tranquila como homogénea. De modo que el convento se erigió en una muestra ideal de personas para el Dr. David A. Snowdon, profesor de neurología en el Centro de Envejecimiento Sanders-Brown.

Snowdon, encontró archivados 180 diarios autobiográficos escritos por las novicias entre 1931 y 1943.

Después de estudiarlos y correlacionarlos con la longevidad de las mismas, concluyó que las que se expresaban, de jóvenes, con un lenguaje más amplio y optimista presentaban menor propensión a padecer demencia senil, y en promedio vivían siete años más.             

¡Nene, tú vales mucho!

Las palabras son una medicina para el alma que sufre”.

Esquilo

En el laboratorio del equipo del Catedrático Manuel Martín-Loeches, por encargo del Jardín de Junio, en 2009, se investigó cómo las palabras de ánimo (o de desánimo) podían influir en el cerebro de las personas.

Para realizarlo situaron a diversos de voluntarios frente una pantalla de ordenador equipados con unos auriculares. Se les pedía que cuando vieran aparecer por la izquierda de la pantalla un triángulo rojo, lo más deprisa que pudieran, pulsaran un botón. Durante el ejercicio, se les dictaban frases positivas del tipo “¡sigue!”, “¡tú puedes!”; pero también mensajes como “muy mal”, “horrible”.

Y, en efecto, las palabras positivas supusieron un ahorro en tiempo de ejecución de la tarea de 100 milisegundos. Y, lo más relevante fue que la mayoría de los voluntarios estaban convencidos que las frases no les habían beneficiado.

Dime cómo hablas y te diré quién eres

No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras”.

Juan Luis Vives

Los profesionales de El jardín de Junio proponen la construcción de un proyecto personal para mejorar el lenguaje en tres etapas.

En la primera, se trata de tomar conciencia de cómo hablamos, y de cuáles son nuestras expresiones más habituales. Para ello aconsejan ver las palabras a través de analizar las conversaciones de móvil o de los e-mails mandados, y ponderar el porcentaje de vocablos positivos de “alta activación”.

Tal como comprobaron la Dra. Pressman y el profesor Cohen, son palabras de alta activación: “alegre”, “feliz”, “enérgico”, animado”, “activo”, “entusiasta”, “ilusionado”, “anhelo”, “orgullo”, sonreír” y “reír”. En cambio, “satisfecho”, “relajado”, “apacible”, “tranquilo” y “sereno”, no suponen un elevado efecto sobre nuestro estado emocional.

 Comprueba que rango ocupan tus palabras positivas de alta activación:

-     Entre el 0 y el 5%, tu nivel es insuficiente..

-     Entre el 5 y el 10%, presentas un nivel aceptable.

-     Entre el 10 y el 15%, tu nivel es óptimo.

-     Y entre el 15 y el 20%, tu nivel es definitivamente saludable.

Siempre positivo, nunca negativo

El habla es la representación de la mente, y la escritura es la representación del habla”.

Aristóteles

Si te hallas en un nivel inferior al 10%, ¿cómo debes proceder?

En la segunda etapa los profesionales de El jardín de Junio aconsejan entrenarse con una serie de ejercicios:

En el primero, Carta a ti mismo, te sugieren que te escribas una carta, en la que redactes aquellas experiencias que piensas que te harán feliz dentro de un año, y que la entregues a alguien de confianza para que te la reenvíe dentro de 365 días. En cuanto la recibas, pondera el porcentaje de expresiones positivas que elegiste en su momento.

 En el segundo, Afortunadamente, proponen narrar un contratiempo. Sugieren que al final de la historia escribas “y por lo tanto”, y que a continuación, cuentes las consecuencias negativas que te ha supuesto. Acto seguido, recomiendan que reescribas la misma parte inicial de la redacción, pero incluyendo al principio la palabra afortunadamente, y, ver lo que surge, ahora, después de la expresión “Y por lo tanto”.

 En Reescribe tu autobiografía, te aconsejan que hagas lo propio, pero bajo el título “Un día maravilloso”, con el máximo de expresiones positivas..

En Construye una hucha de palabras, te conminan a escribir vocablos positivos con sus respectivas historias de agradecimiento y que los guardes en un recipiente. Vale la pena que de vez en cuando vayas extrayendo palabras de la hucha, para que te reconforten e impulsen.

Para Trabajar la empatía, puedes llevar un “Diario de positividad”, uno "de agradecimiento” y uno “de atrevimiento”.

En el ejercicio Alegría, te recomiendan que periódicamente mandes por whatsapp a tus grupos un mensaje con palabras del tipo “Alegría”, “coraje”, “quiero”, etc.

En la tercera, y última etapa, se trata de conseguir consolidar una mente positiva mediante dos últimos ejercicios:

21 días generadores de felicidad: Durante tres semanas, al iniciar tu jornada puedes escribir en un post-it, que pegarás, por ejemplo, en el espejo del cuarto de baño, una palabra o una frase que te acompañe de forma positiva durante las siguientes veinticuatro horas.

 Y, finalmente, el ejercicio titulado Tus socios vitales: Apunta el nombre de aquellas personas susceptibles de poder llamar una noche en caso de apuros.

  8 EJERCICIOS PARA ENTRENAR EL LENGUAJE POSITIVO DE TUS HIJ@S

Entrena tu lenguaje y el de tus hij@s para que poco a poco se convierta en una manera de hablar inconscientemente positiva.

Para ello practica con toda la familia los siguientes ejercicios:

1º) Carta a ti mismo.

2º) Afortunadamente

3º) Reescribe tu autobiografía

4º) Construye una hucha de palabras

5º) Lleva tres diarios para trabajar la empatía: el de positividad, el de agradecimiento y el de atrevimiento.

6º) Alegría.

7º) 21 días generadores de felicidad.

8º) Tus socios vitales.





Qué importante el lenguaje, la forma es determinante , si de chicos aprendemos de forma constructiva, todo puede ser mejor.

Graciela Freda

Coordinadora Programas Sociales en CLAEH

6 años

Excelente Dr. Quim

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