82% del talento Sénior denuncia que las Instituciones No los valoran.
Los resultados de la 'Encuesta Talento Sénior' indican que solo un 3% de las personas encuestadas siente que su talento y experiencia son valorados por las instituciones públicas. Esta cifra tan baja revela una brecha significativa entre lo que las personas mayores de 65 años aportan y cómo se percibe su valor. No reconocer adecuadamente a nuestras personas mayores no solo afecta su bienestar emocional y psicológico, sino que también implica una pérdida considerable de talento y experiencia.
La encuesta, que contó con la participación de 3,366 personas mayores de 65 años, nos ofrece una imagen clara y representativa de la realidad que viven muchas personas séniores en España. La mayoría de las personas participantes siente que no se les reconoce ni valora, lo cual es un reflejo de un problema extendido y conocido.
En España, estamos experimentando un envejecimiento progresivo de nuestra población. Se estima que para el año 2050, el 30% de la población será mayor de 65 años. Este cambio demográfico debería llevarnos a reconocer y valorar más a este grupo, ya muchos de nosotros nos encaminamos hacia ese horizonte. Sin embargo, los resultados de la encuesta demuestran que no estamos logrando esto en la actualidad. En lugar de ver a nuestras personas mayores como una carga, deberíamos considerarlas un recurso valioso, lleno de experiencia y conocimientos.
La falta de reconocimiento hacia las personas mayores tiene consecuencias evidentes. No solo perdemos la oportunidad de aprovechar su experiencia, sino que también les privamos de un sentido de propósito y valor en la sociedad.
Esta percepción negativa no se limita solo a las instituciones públicas. En el ámbito empresarial, las personas mayores también enfrentan desafíos. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las personas trabajadoras mayores suelen enfrentarse a estereotipos negativos y discriminación en el lugar de trabajo. Muchas empresas prefieren contratar a empleados más jóvenes, subestimando el valor que la experiencia y la estabilidad de las personas trabajadoras mayores pueden aportar.
Un estudio realizado por AARP en 2020 encontró que el 61% de las personas trabajadoras mayores de 45 años han visto o experimentado discriminación por edad en el lugar de trabajo. Además, las personas empleadas mayores de 50 años tienen más dificultades para encontrar empleo una vez que quedan desempleadas, y quienes logran encontrar trabajo a menudo aceptan puestos con salarios más bajos y menor seguridad laboral.
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Afortunadamente, algunas empresas están comenzando a reconocer el valor de las personas trabajadoras séniores e implementando programas específicos para aprovechar su talento. Por ejemplo, IBM tiene un programa de mentoría donde las personas empleadas séniores comparten su experiencia y conocimientos con las personas empleadas más jóvenes. Del mismo modo, algunas empresas tecnológicas en Silicon Valley están contratando a personas trabajadoras mayores para beneficiarse de su experiencia en gestión y liderazgo.
Es crucial que nos comprometamos a adoptar medidas concretas para mejorar la inclusión de las personas mayores. Esto incluye la implementación de políticas que cambien la actitud de las instituciones y empresas hacia ellas. Las empresas pueden desempeñar un papel clave al implementar programas de mentoría y formación que incluyan a las personas mayores como mentoras y formadoras, aprovechando así su conocimiento y experiencia.
La encuesta de 65YMÁS subraya la necesidad urgente de políticas públicas más inclusivas y programas que realmente valoren y aprovechen el potencial de las personas séniores.
Encuesta Talento Sénior." 65YMÁS, 2023.
"Ageing and Employment Policies: Statistics on Ageing and Employment." Organización Internacional del Trabajo, 2020