Actos Jurídicos

Actos Jurídicos

El acto jurídico es, pues, un hecho en el que interviene la voluntad humana y es precisamente esta intervención la que el derecho tiene en cuenta para determinar su efecto jurídico. Ejemplos de actos jurídicos son la muerte de una persona (ver personalidad) después de un accidente por conducción negligente, matrimonio, adopción. El acto jurídico, como especialmente en el género de los hechos jurídicos, es un concepto que considera también la realidad jurídica desde un punto de vista dinámico.

Los actos jurídicos pueden clasificarse según varios criterios. Así, es posible distinguir actos individuales si son realizados por una sola persona o actos colectivos si son producidos por la colaboración de varias personas; actos positivos si producen un cambio en la vida social o actos negativos (u omisiones) si consisten en una falta de actividad por parte de la persona; actos libres si se realizan por voluntad propia o actos debidos si se realizan en cumplimiento de un deber; actos que tienen un efecto material si afectan algo en el mundo exterior (por ejemplo, plantar tomates en un jardín) y actos de comunicación social (o declaraciones si se dirigen a otras personas).

Debe subrayarse la clasificación de los actos jurídicos en actos jurídicos en sentido estricto y en compromisos jurídicos, teniendo en cuenta la forma en que la voluntad humana presente en el acto se combina con la norma jurídica en la producción del efecto jurídico; por tanto, en el acto jurídico estricto, los efectos se producen ex lege y en el acto jurídico ex voluntario. Siguiendo a Albaladejo, es interesante comparar las nociones de hecho, hecho jurídico, acto jurídico y materia jurídica, prestando especial atención al carácter acumulativo de su significado: hecho es todo acontecimiento que no produce efectos jurídicos, ya que no hay nada relevante a la Ley; por ejemplo, un estornudo, un bostezo. El hecho jurídico es todo acontecimiento que produce efectos jurídicos y cuya relevancia para el Derecho consiste en la pura fenomenalidad, es decir en el puro resultado exterior, en la simple mutación de la realidad; por ejemplo, la muerte o el nacimiento de una persona. El acto jurídico en sentido estricto es todo acontecimiento en que interviene la voluntad del hombre o que procede de la voluntad humana y cuyos efectos jurídicos se producen simplemente por la presencia en el acto de la voluntad del agente; en el acto jurídico, lo que importa para la ley es la fenomenalidad y el carácter voluntario del acto; por ejemplo, la muerte de una persona causada intencionalmente o por negligencia. El asunto jurídico es todo acontecimiento que surge de la voluntad humana y cuyos efectos jurídicos se producen, porque cuando el agente actúa voluntariamente, tiene la intención de producirlos; por lo tanto, en la actividad jurídica, la fenomenalidad, voluntariedad y propósito del agente para producir tales efectos jurídicos son relevantes a la ley; por ejemplo, un testamento, un contrato.

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