Actuar como aliados: qué implica y porqué es importante
Creo que nada resume mejor la razón de convertirnos en aliados de aquellos grupos sociales que ven vulnerados sus derechos que el mensaje que dejó Ruth Bader Ginzburg en la última entrevista que dio antes de morir para el documental de Netflix Líderes de Nuestro Tiempo:
“Haz siempre algo para ayudar a los demás. Eres parte de una comunidad. Tienes la suerte de tener ciertos talentos, ciertos dones. Deberías usar tu educación y tu talento para que las cosas sean un poco mejor para la gente que no es tan afortunada como eres tú”.
Esta frase tan simple y contundente resalta cuestiones que son claves para impulsar entornos de trabajo más inclusivos.
En primer lugar, el ser conscientes de nuestros privilegios.
Tendemos a pensar que todo lo que nos sucede es parte de nuestro esfuerzo, de nuestra voluntad. Sin embargo, nuestro género, origen social, color de piel o sexualidad, por ejemplo, condicionan el acceso a oportunidades y también las decisiones que podemos tomar en relación con lo que deseamos ser y hacer con nuestras vidas. No elegimos ser hombres en una sociedad que privilegia lo masculino. Pero podemos elegir cómo usamos esta situación de privilegio para ayudar a cerrar las brechas de género, sobre todo, cuando tenemos la capacidad y las herramientas para hacerlo.
En segundo lugar, ser conscientes que estos privilegios se basan en relaciones de poder que crean barreras que afectan los derechos que tenemos todos los seres humanos por nuestra condición de tal.
Tendemos a considerar esas barreras como algo “natural”, algo que fue así siempre. Cuestionar lo que nos rodea, entendiendo que es lo que hemos construimos como sociedad, y que si es injusto o afecta la vida de personas de manera arbitraria, es nuestra responsabilidad modificarlo, es el primer paso para comprender que podemos cambiarlo y que debemos comprometernos con esta tarea. No se trata de liderar una epopeya. Se trata de intervenir en nuestros ámbitos cotidianos para crear entornos más inclusivos.
En tercer lugar, elegir utilizar nuestras capacidades no sólo para lograr lo que nos proponemos a nivel personal sino también para ayudar a que la gente que nos rodea también pueda hacerlo.
Implica tomar consciencia de que nuestra vida tiene un sentido que no es solo individual sino colectivo. En nuestras familias, en nuestros lugares de trabajo, en nuestras comunidades. Porque todas las personas tenemos una cuota de poder y podemos utilizarla para crear esa sociedad a la que aspiramos, empezando por cambiar nuestro metro cuadrado. Esto es especialmente importante para quienes tienen posiciones de liderazgo en las compañías actuales, cuya capacidad de influencia en la vida no sólo de las personas que trabajan en ella sino de la sociedad en su conjunto es la más significativa en toda la historia.
¿Por qué es importante el rol de aliados en las compañías?
Es clave por diferentes motivos. El principal es, desde mi punto de vista, que la promoción de la igualdad no caiga solo en las personas que forman parte de los grupos en desventaja, que es lo que habitualmente sucede.
En mi caso, por ejemplo, que trabajo particularmente en los derechos de las mujeres y participo de eventos, paneles o entrevistas sobre este tema, generalmente quienes participan son mujeres. Para muchas personas la igualdad de género y el feminismo son “cosas de mujeres” en un intento de dar vuelta la taba para que el poder esté en mano de las mujeres.
Cuesta aún entender que se trata de un tema de derechos y es parte de los objetivos del desarrollo sostenible, y sobre todo, de los negocios. Queda también mucho camino por recorrer para que esta agenda movilice de igual manera a las empresas y atraiga el mismo público que los temas económicos o comerciales.
Por eso, que los hombres actúen como aliados en el ámbito de los negocios no es solo importante por el impacto que tiene en las mujeres y otras minorías de género. Ayuda además a movilizar a otras personas para que actúen como agentes de cambio; contribuye a que más gente entienda que una sociedad en que cada persona pueda ser quien desea ser es bueno para cualquier empresa, para toda la sociedad.
Pero… ¿Qué implica el rol de aliado?
Actuar en el rol de aliado es un esfuerzo consciente y activo para usar nuestro poder y privilegio a favor de quienes están en situación de desventaja, por su género, color de piel, religión, o cualquier otro atributo que culturalmente marca una posición diferente en lo social a la que está priorizada.
Seguramente la mayoría de las personas que trabajan en una empresa, por ejemplo, estarían de acuerdo en actuar como aliados, o consideran que ya lo hacen. Sin embargo, en general el apoyo se centra en afirmar y comunicar que están a favor de la inclusión de determinado grupo sub representado. Es más difícil ver que las personas que trabajan en la compañía, especialmente las que ocupan posiciones jerárquicas, realicen un esfuerzo sistemático e intencional que vaya un paso más allá de la comunicación.
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Asumir este rol implica que las acciones que involucra formen parte de nuestro trabajo diario, de nuestra rutina. Esto es lo que permite la transformación cultural, tanto a nivel organizacional como individual, que requiere la construcción de entornos más inclusivos.
No se trata muchas veces de grandes proyectos sino de pequeñas intervenciones que permiten todo el tiempo ir cuestionando sesgos o estereotipos que perpetúan la cultura existente. Por ejemplo, al momento de definir una promoción, revisar cuán “objetivos” estamos siendo al afirmar, por ejemplo, que Fulanita como líder es muy dura con la gente. ¿Es así? ¿Estamos evaluándola con los mismos parámetros que a Pedro, que nos parece sumamente directo y firme en su comunicación?
¿Somos capaces de parar la pelota en una reunión para pedir revisar los sesgos que pueden estar afectando las decisiones? Cuando estamos en un after office distendido ¿Nos atrevemos a plantear que el chiste sobre tal o cual persona no es chiste? ¿O tenemos voluntad de sostener los procesos de aprendizaje que requiere incorporar a un puesto crítico o de liderazgo a la primera persona con algún tipo de discapacidad?
Así, podemos pensar en miles de pequeñas acciones cotidianas que podríamos llevar adelante día a día para activamente sostener un cambio que nos cuesta principalmente porque es incómodo. Porque desafía la comodidad de lo conocido, de lo que hacemos, de lo que pensamos.
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de actuar en el rol de aliados?
La primera cuestión es aprender a escuchar y comprender lo que las personas que integran los grupos en desventaja buscan y necesitan.
Por ejemplo, en el caso de la asignación de un proyecto de alto perfil y compromiso de dedicación horaria, si la candidata más apta es una mujer que acaba de ser madre, no dar por supuesto si podría o no tomarlo, o qué cosas debería hacer la empresa. Para tomar la decisión debería, primero que nada, hablar con la candidata. Conocer sus puntos de vista, trabajar sobre los prejuicios que involucra la situación, apuntalar una toma de decisión lo más libre posible de los mandatos y estereotipos.
La segunda cuestión es no circunscribir el rol a lo público.
La mayor influencia que podemos tener actuando como aliados en el ámbito corporativo seguramente se de en las mesas de decisión, a puertas cerradas. Por eso es muy importante prepararnos para esto y estar convencidos de que las batallas a librar en relación con esta agenda son tan relevantes como las relativas a la estrategia del negocio o los resultados económico-financieros. Este mes Eliana Bracciaforte, fundadora y CCO de Workana, compartía en Forbes su experiencia de transicionar de género en la empresa, siendo la primera mujer trans que lidera una compañía en la Argentina y la región. Creo que el desafío es que esto se extienda a la alta dirección que no es accionista de las empresas que dirigen, y es ahí donde el rol de aliados es clave para que suceda.
La tercera cuestión es que el temor a equivocarnos o a lo diferente no nos detenga.
Esto es especialmente importante cuando las empresas están haciendo un esfuerzo importante para revertir la composición de su nómina y tener mayor porcentaje de personas de grupos sub representados en poco tiempo. El cambio cuantitativo generalmente se logra más rápido que el cultural. Por eso, es probable que el entorno siga siendo hostil, que haya microagresiones no intencionadas o que acciones que buscan mayor equidad terminen teniendo impactos negativos. Todas estas cuestiones forman parte de la transformación cultural, son inevitables, y seguramente nos hagan ir probando y aprendiendo sobre la marcha. No nacimos, ni crecimos, ni actualmente vivimos en culturas plenamente inclusivas. Las empresas no han sido la excepción. Estamos tratando de construir ese cambio, que empieza en uno mismo, en nuestra convicción de que vale la pena arriesgarse, todos los días, con esas pequeñas acciones que cuando se acumulan son capaces de crear nuevas realidades sin que muchas veces nos demos cuenta.
¡Bonnus Track!
Si querés conocer más sobre el tema te invito al webinar "El rol de aliados en los programas de diversidad e inclusión" organizado por la Cámara de Comercio e Industria Franco Argentina. Jueves 1° de junio a las 10.00hs.
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Si querés trabajar sobre el rol de aliados en tu empresa en el Mes del Orgullo, puedo ayudarte. Conocé los webinars y actividades que tenemos en la Escuela de Negocios Binden para empresas 👉 info@bindengroup.com.ar
Presidente JOMSALVA S.A.
1 añoMe encanto Laura! Siento ese compromiso! ❤️
Directora de Relaciones Institucionales y Comunicaciones | Género, Diversidad e Inclusión | Tercer Sector | Triple Impacto. Buenos Aires - Argentina / París - Francia.
1 añoUn gusto tenerte en la comisión hablando de la importancia de promover el rol de los Aliados en la promoción y acompañamiento genuino de las estrategias y políticas de diversidad en las empresas.