Adiós, genio

Ayer (25/11/2020) falleció Diego Armando Maradona. D.E.P.

De pequeño, yo (como tantos) quería ser futbolista.

Mi padre, que era un apasionado del deporte, nos transmitió a mi hermano gemelo y a mí su pasión y la competitividad que nos hacía esforzarnos por ser mejores. Tuve mucha suerte de tener a mi padre como guía y a mi hermano como compañero y competidor y disfruté de probar y practicar muchos deportes.

El fútbol sin embargo ha sido mi favorito, sin duda y con mucha distancia sobre los demás. Como buen zocato buscaba a mis referentes en futbolistas zurdos. Recuerdo bien que en los partidillos yo me pedía ser López Ufarte...hasta que llegó Maradona.

Era aún pequeño cuando jugó el Mundial de España´82 y en su paso por el Barcelona, pero ya en ese momento y con poco más de 20 años ya era un crack mundial y naturalmente se convirtió en el ídolo de muchos niños, de los cuales uno era yo. Desafortunadamente, las posibilidades de ver fútbol no eran las actuales, por lo que a partir de su marcha al Nápoles eran contadas las ocasiones en las que podía verle jugar.

Hasta que llegó el mundial de México´86. Y Diego Armando Maradona se consagró como uno de los mejores jugadores de la historia.

Ha habido genios en todas las disciplinas: artísticas, filosóficas, científicas, empresariales, deportivas,... Personas capaces de crear y descubrir, de cambiar nuestra manera de pensar, de mejorar nuestro mundo, de emocionarnos.

En el fútbol, Maradona ha sido (en mi opinión) el mayor genio de la historia. Y entre muchas muestras de su genialidad, dejó en aquel mundial de México la mayor y más incomparable muestra de talento futbolístico de todos los tiempos.

Gracias por emocionarme.

Adiós, genio