Agencias creativas "intermediarias" y el principio de Pareto. El 20% molan, trabajan duro y son brillantes. El otro 80% viven del cuento.

Agencias creativas "intermediarias" y el principio de Pareto. El 20% molan, trabajan duro y son brillantes. El otro 80% viven del cuento.

No soy de quejarme, y mucho menos por redes sociales, pero sí me gusta ser crítico y es por ello que he de dejar constancia del siguiente planteamiento:

Durante los últimos tres años, he tenido la gratificante ocasión de trabajar con diversas y muy geniales agencias creativas. Agencias con experiencia, que no sólo son intermediarios entre el cliente y la productora, sino que diseñan una solución, crean consenso entre todas las partes, gestionan el proceso y se involucran en el mismo de principio a fin. Es tal la alegría al trabajar con estos profesionales que te sientes parte de ellos. Puedo dar, orgulloso muchos nombres de agencias como estas, a cuyas órdenes es un placer estar. Que son, más que clientes, amigos.

Pero, por desgracia, también he tenido ocasión de trabajar con otras muchas “empresas intermediarias” que dicen ser "full service" pero que bien podrían pertenecer a la familia de los Echeneidae, de las rémoras, que dicen ser profesionales y que no hacen más que atribuirse “premios” y colgarse medallas con SU cliente. Agencias que actúan como un mero agente comercial. No plantean la creatividad, no desarrollan la estrategia y menos aún se implican en el proceso (que es lo que más me duele). Tan sólo subcontratan, explotan a quien crea el auténtico producto, aprovechan su nombre o reputación (si es que lo tienen, porque la mayoría de quienes encuadro dentro de esta triste tipología, ni siquiera lo tienen), hinchan los precios que le dan al cliente final con márgenes absurdos (que perjudican a cliente y a proveedor que está sometido a la presión de producir con un prespuesto muy inferior al que el cliente se piensa) y sobretodo, NO SE MOJAN. Puedo poner sobre la mesa casos reales de project managers que jamás han acudido a un rodaje o a ciertas reuniones, o de guionistas que firman escritos que nunca han redactado. ¿No es eso una pena? ¿No les va su mencionada reputación en ello? ¿No es mejor volcarse en el proyecto y proporcionar el mejor servicio posible? No sólo ES MEJOR, sino que como proveedores de servicios, ES NUESTRA OBLIGACIÓN.

La cuestión, es que esto, amigos míos, el cliente lo nota. Porque el CLIENTE FINAL no es tonto. Por mucho “postureo” que haya de por medio, el cliente, a largo plazo, sabe cuándo se ha topado con individuos de esta índole. La pena es que, cliente final y proveedores, hayamos de sufrir durante ese “largo plazo”.

Yo sólo animo a otros proveedores a que, según dejamos de gatear, según maduramos y nos hacemos algo más independientes como empresa, nos reservemos el derecho a elegir aquellos proyectos en los que nos involucramos y a decir NO a según qué ofertas.

He dicho. Me he desfogado. Feliz lunes.

Fernando Pérez

Art Director en MBO Agency

6 años

No hace falta que te responda, ya conoces mi opinión, lo hemos hablado en muchas ocasiones, pero quiero, con este comentario, RATIFICAR todas y cada una de las palabras que escribes en este artículo. #Sigamostrabajando con el ENTUSIASMO, la EMPATÍA y las GANAS que le ponemos a todo en la vida, la recompensa está cerca. Nuestra meta es que nuestros clientes cumplan con creces sus objetivos y sientan que han creado el principio de una gran amistad duradera. Un abrazo fuerte. Fernando Pérez

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