Algunos pecados de un Jefe que quiere ser Líder.

Subestimar al capital humano: Nunca le digas a tus colaboradores que no crees en lo que ellos hacen, subestimar su trabajo es menospreciar sus capacidades. Una empresa con trabajadores inseguros y con baja autoestima es una empresa sin identidad.

No escuchar: Saber escuchar lo que los colaboradores dicen es necesario para que la relación entre los directivos y los empleados se realicen de forma adecuada. Un jefe que no tiene tiempo para hacerlo o que simplemente no quiere puede perder el respeto y credibilidad de sus empleados.

No predicar con el ejemplo: Cuando un jefe tiende a contradecirse, los empleados también llegarán a hacerlo. Esto es necesario para que tus colaboradores participen en los reglamentos de las empresas. Si un jefe prohíbe una acción en las empresas y él lo realiza, tarde o temprano sus empleados harán lo mismo. 

Jefe deshumaniado: Un jefe que no trata con respeto a su capital humano crea antipatía y resistencia de sus colaboradores. Cuando no existe identificación entre las empresas y sus trabajadores, las malas actitudes, descontentos e inadecuados ambientes laborales son el resultado.

Ser pasivo: El jefe es el volante de un auto, si carece de motivación, proyectividad e innovación, el auto nunca llegará a su destino. Es por ello que un jefe siempre debe estar pensando en nuevos alcances y metas para poder impulsar a sus empleados a también realizarlas.

Ser soberbio: La falta de humildad es uno de los errores más grandes que pude tener un jefe o líder. Saber compartir con tus empleados y reconocer tus aciertos y errores hará que la relación con tus colaboradores sea más placentera. Es importante recordar que todos forman parte de la organización y que tanto ellos como tú son importantes para el buen funcionamiento de la empresa.

Mandar y no dirigir: Llegar a ser una persona con decisión y mando no quiere decir ser una persona prepotente y autoritaria, es por ello por lo que el saber dirigir de manera humanizada es necesario para que los colaboradores respeten al jefe por sus aptitudes y calidad humana, no por miedo o inseguridad. Hay que aprender a dirigir.

No saber hablar con tus empleados: Disfrazar las cosas no es una opción. Es importante aprender a hablar de manera directa, pero cuidando las formas.

No ser un ejemplo: Si un líder pierde la capacidad de inspirar, pierde la dirección de su equipo. Es importante llevar a los colaboradores hacia lo que se quiere alcanzar, pero con el mismo énfasis con el que líderes lo realizan, ser un ejemplo para tus trabajadores es fundamental para mantener el respeto y fidelidad de estos.

Carecer de perseverancia: Luchar por lo que se quiere es fundamental para el éxito personal y profesional, si un líder carece de ello, los resultados en las empresas serán mediocres. Mantener el espíritu de perseverancia es clave en una buena dirección.

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