Alimenta tu alma; alimenta tu cerebro; alimenta tu cuerpo ...
" Nunca estarás mejor que hoy, hija" decía mi madre cuando adolescente y preciosa compartía con ella todos los complejos absolutamente incomprensibles que me perseguían.
"Nunca vamos a tener tanto tiempo como ahora" digo yo misma. Nunca vamos a tener tantos años, ni tanta vida frente a nosotros así que por eso, yo miro hacia el futuro como si no hubiera pasado tratando de vivir intensamente lo que me quede por vivir.
Para eso, mi curiosidad por todo, esos ojos abiertos a la vida me permiten sentirme niña cada vez que descubro algo nuevo y esa sensación es emocionante. Este año y medio pasado, para saciar esa hambre de curiosidad y aprovechando el tiempo "libre" que el semi encierro nos dejó, uní puntos y descubrí un Curso de especialización, una especie de Master que aunaba temas diversos que todos ellos me habían interesado de siempre. La alimentación, la nutrición y el coaching. Así pues, me embarqué en una nueva aventura, esta vez online. INN
Ha sido apasionante y me ha permitido confirmar alguna sospecha sobre la vida y aprender muchas cosas nuevas sobre la vida y la alimentación. En un momento en que tenemos de todo, pero nos alimentamos peor que nunca; no nos cuidamos pero hay un culto a lo físico y estamos sentados todo el día, pero luego nos matamos 1 hora en el gimnasio, como en muchas otras ocasiones, los dos lugares a conquistar son el equilibrio y la vuelta a lo básico. Una vez " Back to basic".
Nada de lo que busquemos para beneficiar nuestro cuerpo puede estar separado de nuestra alma, de nuestro cerebro.
Debemos cuidar nuestro corazón, nuestras relaciones, nuestra familia, nuestros hijos. Las relaciones humanas, nutren nuestra alma, nos llevan de energía, de paz. Nos permiten compartir, ayudar, genera conexiones maravillosas, que curan, protegen y nos hacen mas longevos. En la famosa teoría, traslada a libro y documental de "las zonas azules" el denominador común de las zonas de la tierra donde viven las personas más longevas son las relaciones personales. Esos vínculos invisibles que han ido tejiendo con su comunidad. desde Japón, hasta Italia donde además de una alimentación equilibrada, la alimentación del alma nos previene y nos cura.
Hemos sentido estos meses la soledad, la lejanía de nuestros seres queridos y vemos como para compensar en cuanto nos liberan las terrazas, los bares, las reuniones se multiplican.
Pero el alma y el corazón no buscan cantidad, sino calidad y profundidad. Ese amor consciente, esa amistad real, esa familia que nos protege, ese esposo, esa mujer en cuyos "brazos" sientes que puedes ser tu mismo, con todas tus miserias, donde además de amor y compasión encontrarás consuelo y crítica que te llevará a ser mejor, estar mas seguro de ti mismo sin distorsionar la realidad de lo que eres, de quien eres.
El alma también la alimenta la naturaleza, el campo, el mar. Volver a nuestros orígenes, encontrar el lugar de donde venimos, de donde viene nuestro espíritu. Algunos se sienten cerca de la montaña, otros del mar, otros de sol... el alma se alimenta mirando el mar, la puesta del sol o las estrellas y el alma también se alimenta a través del cerebro.
La primera vez que vi el Duomo de Milán lloré profundamente de emoción, tanto como cuando he vuelto a ver florecer las rosas esta primavera. Emocionarnos con la música, con un libro o con aquello que llene nuestro cerebro y como a través de "vasos comunicantes" nos llene el alma... nos devuelva paz de espíritu y nos haga grandes. Yo soy feliz frente a un cuadro de Rothko. Algunos pensarán que son solo tres cuadrados con borrones de tres colores. "Un niño podría hacerlo"... es posible, pero a mi me conmueve, me emociona y me envuelve. Esas masas malvas y azules... me hacen permanecer inmóvil y las lagrimas salen del corazón...a veces se ven y otras solo las siento, pero es un momento de profunda emoción que alimenta MI alma.
Tener un corazón sano, entrenado y rico en emociones, en amor, en alegría, en compasión y en esperanza y energía, nos hace grandes. Grandes para nosotros, nuestras familias y por supuesto, para nuestro círculo profesional. Nos hace fuertes emocionalmente, nos hace flexibles y nos hace mejores líderes.
A mi también me encanta alimentar mi cerebro. Lecturas, estudio, exposiciones, retos... El cerebro es el sistema operativo que hace funcionar el resto de nuestro sistema perfecto. El ON&OFF de nuestro cuerpo. El cerebro también se alimenta a través de lo que nos nutrimos, como el cuerpo.
Lo que comemos, no es baladí, ni para el cuerpo, algo evidente, pero ni muchísimo menos para el cerebro.
Debemos tomar el control sobre lo que comemos. He aprendido a alimentarme mejor, con más consciencia, aunque a veces, siento que la comida aún es una válvula de escape a la tensión a la presión, al desasosiego. He aprendido a que quitar genera ansiedad y que una manera de entrenar el cuerpo es incorporar alimentos maravillosos y que de forma natural, el cuerpo rechaza lo que no nos hace bien...y después viene el cerebro que no nos lo pide más y el alma que ni cuando estamos nerviosos lo pide jamás. Si llegamos ahí, habremos alcanzado el nivel "Maestro".
Verduras de colores intensos; frutas; Proteínas vegetales; Aceite de oliva; Miel; Frutos secos; Semillas; Cacao; Canela y miles de especias, cereales sin procesar... un collage de colores y sabores, que debemos aprender a procesar con nuestras manos. Comer en familia, cocinar como parte del amor que damos a los demás. Aprender las tradiciones que nuestras abuelas compartieron con nuestras madres y ellas con nosotras. Enseñar a nuestros hijos que una merluza en Bilbao, se albarda, no se reboza; Que las piparrak se fríen en aceite hirviendo y se sacan de inmediato y que las natillas están hechas cuando dejan de aparecer burbujas en la superficie. Recordar el primer gazpacho que como bilbaína, hice a mi hijo, en el que siempre recordamos que pusimos una muela de ajo, en lugar de un diente y no pudimos comer... Alimento para el cuerpo pero sobre todo para el alma.
Pero el cuerpo necesita otro alimento, el ejercicio. Movernos, estirar, fortalecer, resistir, potenciar nuestro corazón. Encontrar el momento del día, la práctica que se puede convertir en parte de nuestra vida y saber que el cuerpo es una herramienta perfecta, que si la cuidamos, si la nutrimos, si la entrenamos, nos llevará tan lejos como decidamos. Es la "vasija" de lo que realmente somos.
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Si comemos bien, estamos mejor, amamos mejor y pensamos mejor.
Relaciones, vida social, familia, amor...
Ejercicio, salud, alimentación equilibrada...
Educación, creatividad, trabajo...
Todos estos y alguno más, son parte fundamental del alimento para nuestro ser.
Alimenta tu alma, tu cerebro, tu cuerpo.
Buscando el equilibrio, con el sentido común de antes, que necesitamos más que nunca. Con mesura y orden. Sin sufrir, sin ser esclavos... que difícil a veces...
Nadie dijo que nada fuera fácil, pero tenemos toda la vida para entrenar cada día y la recompensa de que cada día seremos mejores para nosotros y para todo nuestro entorno y por supuesto seremos mucho mejores profesionales, líderes y elementos fuertes de cualquier equipo.
Gracias por leerme
Jefe Certificación
3 añosMosiri, me ha encantado el artículo. Q grandes verdades.
Consultant at Pedersen & Partners / Executive Search
3 añosNo dejes de escribir MOSIRI Cabezas que nuestra mente disfruta mucho leyéndote. Un abrazo.
Mosiri, dos comentarios cariñosos. Primero veo encantado que a pesar del curso que has seguido, tu sentido común te ha hecho no olvidar y seguir valorando el albardado en la merluza, cómo debe de freirse la piparrak y cuando están en punto las natillas. Y segundo cada vez que leo cosas como esta:"That’s the IIN mission: spread health and happiness to the world, and make an impact one person at a time", no puedo evitar una reflexión acerca de la declaración universal de derechos humanos, este tipo de declaración de misión y lo que llaman Holistic Health.
Global Digital Business Insights Director en Puig
3 añosGracias MOSIRI Cabezas pro estas reflexiones muy oportunas en estas fechas vacacionales donde todos a nuestra manera hace introspección. PD: A mi también, me encanta Rothko. Cuando paso delante de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza, me paro a contemplar "el" que tenemos a mano.
Retail review leader Portugal and Spain
3 añosGracias por escribir Mosiri!!!!