"Amar y Trabajar"
Se cuenta que, cuando Erik Erickson le preguntó a Freud cuales eran las características del ser humano adulto, éste contestó “amar y trabajar”. Puede que esta respuesta no sea históricamente verdadera, pero nos permite identificar los grandes desafíos que enfrenta cada persona.
En el ámbito del trabajo el desafío tiene la forma concreta de la reconversión. La automatización de las tareas de baja y mediana complejidad, así como la posibilidad de trabajar a distancia, incluso desde países y continentes distintos, han cambiado el panorama del empleo y ahora las personas deben ser capaces tanto de innovar como de establecer vínculos con otros. Esto por sí mismo es un tema complejo, pero en este post me quiero referir al amar y a la forma en que el desarrollo de los sentimientos influye positivamente en las capacidades laborales.
El amor se expresa concretamente en diversas formas, desde las más evidentes en la pareja, la familia y la amistad, hasta otras que parecen más distantes, como el compromiso social y la vocación ¿Qué es lo que todas estas formas tienen en común? Bueno, el hecho de que todos los sentimientos representan una transformación de nosotros mismos que se he realizado en un diálogo con los demás. A diferencia de las emociones, como el miedo, la rabia, la pena o el deseo, que se activan o disipan en función de situaciones o causas específicas, los sentimientos son el resultado de un cambio profundo que hemos debido hacer para adaptarnos a las necesidades de otros. Esto lo podemos observar en un ejemplo de todos los días: ¿La mamá que está enojada con el hijo que hizo algo malo o riesgoso lo dejo de amar durante el enojo? Por supuesto que no. Esa mamá, como todas las personas, puede tener miedo por su hijo, enojarse, reconciliarse o incluso querer estar un rato sola, sin que su hijo le pida nada y, al mismo tiempo, seguir amándolo con pasión. Obviamente a veces el amor puede resultar difícil y exigir sacrificios y esfuerzo, pero eso no le quita un ápice de verdad.
Amamos a alguien en la medida que hemos llegado a ser con esa persona lo que no somos con los demás. Uno puede sentir bondad y afecto por cualquier niño, pero lo que siente por sus hijos no es comparable.
Volviendo a Erickson, el otro personaje de la anécdota. Él planteaba que el logro de la capacidad de amar requería de intimidad psicológica. Es decir, de la capacidad de dialogar y cuestionar las creencias y emociones hasta darles un sentido personal. Esto puede ser más claro si recordamos que cada ser humano debe llegar a responder las preguntas acerca del significado de la felicidad, del éxito o incluso de lo que significa ser hombre o mujer ¿Qué significa ser una buena pareja para mi pareja concreta, aquí y ahora, en estas condiciones? ¿Puedo ser pareja como lo fueron mis padres o debo buscar un ajuste nuevo para poder cuidar a las personas concretas a las que amo? Las respuestas a estas preguntas no dependen de uno mismo y sus deseos, si no que requieren de un dialógo y de la capacidad de reorientar aquello que uno creía desear en un comienzo.
Ahora, las preguntas de la intimidad se extienden de forma muy similar a otros ámbitos ¿Qué significa ser buen profesor para mis alumnos, en esta clase y con estos temas? ¿Qué significa ser buena enfermera en este equipo? o ¿Qué significa ser un buen jefe para estos colaboradores? En la medida que nos vamos cuestionando los supuestos y las creencias que traíamos, vamos aumentado nuestra capacidad para amar y, simultáneamente, vamos ampliando nuestra capacidad para innovar y crear.
La experiencia acumulada de la cultura nos dice que uno no es más feliz cuando puede comer más helados o acumula más artefactos, ya que después de satisfacer las necesidades, el exceso puede resultar incluso más dañino que la falta. Pero uno es feliz en la medida que hace feliz a aquellos que ama. Curiosamente, también se hace más capaz y productivo.
Freud tenía razón. Es "amar y trabajar", todo junto.
Andrés
andres@pucheu.cl
Dibujante Técnico Proyectista./ Técnico constructor civil / Técnico Eléctrico .
7 añossi me gusto y creo el hecho de trabajar con amor estamos aplicando un principio de amor por nosotros y a los demas... sin limites de crecer y hacer crecer a los demas ...hoy y en tiempo formando legados... sembramdo abitos que se combierten geneticamen en la cosecha en la forma de ser ...
Psicólogo Social
7 añosLa combinación de ambos estados es ideal. Pues también hay cariños malos o amores fatales. Quiero decir que al ser el amor y el trabajo fuentes inagotables de identidad, en la medida que son profundamente arraigados y basados en un profundo auto-conocimiento siempre serán fuente de felicidad. Un amor profundo hacia uno mismo, a los hijos, a la pareja...etc. y al mismo tiempo amor a lo que hacemos nos vuelve productivos en todas las esferas posibles. Esto teniendo como premisa que el amor "bueno" es aquello que nos apunta al desarrollo, y ahí esta quizá el principal talón de aquiles de las sociedades actuales, el amor a aquello que no genera desarrollo, que se basa en la inequidad o simplemente en la apariencia frívola (en una identidad unidimensional), el amor a lo tóxico que curiosamente es al mismo tiempo tan adictivo. Amar y trabajar....es entonces un desafío ...como diría Cerati, es crecer¡ Saludos profe¡