Análisis vs. Síntesis vs. Resumen
Una de las asignaciones mas frecuentes que se realizan durante la vida universitaria y que a su vez generan mayor confusión en los estudiantes es el reto de redactar análisis, síntesis de textos y resúmenes de ideas. Posiblemente te has encontrado con asignaciones en donde se requiere realizar estos tres tipos de procesamiento de ideas en un mismo problema. Pero ¿qué es lo que se espera de tu parte al ejecutar estos tres procesos? Para ello, es importante que reconozcas las características de cada una de ellas. A continuación, encontrarás las claves para lograr entenderlas y organizar tus ideas según el requerimiento.
Empecemos.
Un análisis consiste en la descomposición de un todo en sus partes. Si se te presenta un texto o temas deberías buscar cuales son sus partes más importantes. Una de las técnicas que puedes utilizar es el contestar a las siguientes preguntas: ¿Qué es lo más importante de cada texto o párrafo? ¿Por qué son importantes esas ideas? ¿Cómo se interrelacionan una idea con otra? ¿existe alguna relación de causa y efecto? ¿Cuál es la idea central?
En cambio, una síntesis consiste en realización de una interpretación integral de todos los elementos involucrados. Para ello es necesario una comprensión absoluta de tu parte de la información presentada. Podrás incluir un título, una introducción, un desarrollo de ideas y por consiguiente una conclusión. El rol del editor o estudiante es muy importante para resaltar verdaderamente las propiedades fundamentales del texto. En esta asignación, tus palabras, vocabulario y orden de ideas jugarán un rol protagónico. Recuerda redactarlas en forma de narración.
Mientras que un resumen requiere de tu parte formular de forma coherente y cohesiva el contenido esencial de un texto particular. Pasamos de un contenido macro a un contenido micro. Condensamos la información presentada desde lo más general a lo más especifico a manera que facilite su comprensión de forma breve. Generalmente, el resumen refleja una cuarta parte del texto original.
Ahora que conoces la diferencia entre cada uno de los términos, te puedes apoyar de la creación de esquemas para facilitar la realización de cada uno de ellos. Toma en cuenta el propósito, la extensión, el rol del editor y como organizas las ideas de una forma que conduzcan a cumplir el propósito designado.