Anécdotas de una selectora
Cuando los candidatos NO quieren conseguir trabajo
Red flag advice: no leer en caso de no comprender o tolerar el sarcasmo como forma de humor.
Como selectora de recursos humanos (RRHH) de hace muchos años, tengo un menú de anécdotas con las cuáles fácilmente podría hacer un show de Stand Up, aunque no sería políticamente correcto.
Muchas, pero muchas veces, he visto como personas en una entrevista simplemente se auto-sabotean diciendo y haciendo lo que no se debe según el simple sentido común.
En un tiempo desde RRHH pensábamos que era falta de información por parte de los candidatos, pero…. Hoy existen miles de cursos gratuitos, artículos, reels y videos que enseñan el ABC en una entrevista de empleo. Así que descartamos la falta de información como motivo.
Para no dejarnos de sorprender, los llamados, reemplazados por los mensajes o audios, y la virtualidad de las entrevistas iniciales está trayendo un nuevo concepto de “no me contrates”. Son actitudes y conductas que antes evitaba la presencialidad, que ahora emergen como nueva forma de “sincericidio” por parte de algunos participantes.
Da la sensación de que algunos candidatos (reitero, no son la mayoría) olvidan tres conceptos básicos de la búsqueda de empleo:
1) Todo el proceso, TODO, es un acto evaluativo: desde la forma en que se contestan los mensajes por whatsapp, hasta la actitud en el primer llamado, la presencia en las entrevistas, el comportamiento posterior, etc. TODO forma parte de la imagen de marca personal que se va generando en el futuro empleador.
2) Los consultores o el departamento de RRHH, según sea el caso, estamos deseosos de encontrar al candidato para que cubra la vacante. Nadie está en contra del postulante ni tiene animosidad ante una candidatura, porque de ser así, no habría contacto.
3) En selección sabemos que, al inicio del proceso, el candidato presenta su mejor versión. Al igual que en las relaciones personales, primero uno intenta “agradar”, y es normal que con el tiempo algunas actitudes no se sostengan. Si es en esta instancia justamente cuando el candidato es apático, informal, descortés, o soberbio, sabemos que con el tiempo eso sólo va a empeorar.
Vuelco a continuación algunos de los comportamientos que nos llaman la atención a los selectores, con el fin de esbozarle una sonrisa a otros colegas y de invitar a la reflexión a quien esté en búsqueda, a ver si aumentamos los “machts” en este intrincado laberinto que es el mercado laboral.
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(Cuidado, existen excelentes candidatos y excelentes comportamientos, pero ellos no son la razón de este artículo)
· No tener ningún tipo de disponibilidad para una entrevista inicial, y reclamar “contame de qué se trata” y “te digo si me interesa”. Nota del selector: Estamos respondiendo a TU postulación, que debe haberte interesado desde que nos enviaste el CV. Si bien puedo darte algo de información adicional, quien llamó para preguntar, soy yo.
· Ningunear o descalificar al selector, asistente o persona que te llama. Nota del selector: Tu trato me habla mucho de tu personalidad, gracias por la información brindada por tu conducta.
· Combinar una entrevista formal con horario seleccionado por el interesado y atender la videollamada mientras está comiendo, caminando en a calle, dentro del auto o en el transporte público. Una vez, un candidato a gerente se presentó desde la playa, torso desnudo, sombrilla colorida de fondo: “pero vos háblame que yo te escucho”. Nota del selector: Si esta es la dedicación para una entrevista de conocimiento… ¿Qué podemos esperar en el día a día del trabajo?
· Improvisar el lugar de la entrevista, acomodar el desorden delante de nosotros, no apoyar el celular en un lugar fijo (el mareo que produce la cámara en movimiento, luego de una jornada de 8 o 10 entrevistas, es indescriptible). Nota del selector: Tu improvisación ante una consigna avisada con anticipación será monitoreada en los próximos pasos del proceso para ver si es una constante.
· No hablar: limitar las contestaciones a “bueno, ahí hacia lo propio de un/a (nombre del puesto)”, contestar con monosílabos a preguntas abiertas, no poder numerar tres tareas seguidas… a esto en selección lo llamamos “remar la entrevista”, una situación en la cual el candidato pretende que nosotros adivinemos sus talentos, porque él está decidido a no mostrarlos. Si bien también sucedía en la presencialidad, es mucho más difícil “remar” en la virtualidad. Nota del selector: Si no estás interesado en realizar un cambio laboral o conseguir empleo… ¿por qué estamos hablando?
· La actitud “picaflor”: Estoy bien donde estoy, pero “estoy mirando el mercado a ver qué hay”. Cual paseo en góndola de supermercado, miro a ver si algo tienta. Aunque fuera cierto, definitivamente no está bueno manifestarlo. Me pregunto si estas personas serán iguales en su vida personal: quizás están en pareja, pero salen a bailar algunas noches para “ver si hay algo mejor”?. Nota del selector: OK, mejor llamame cuando tengas tomada alguna desición, no tengo ganas de contratarte para que hagas lo mismo dentro de mi empresa.
Carl Albretch decía que “las personas son seleccionadas por su competencia técnica, y despedidas por sus incapacidades conductuales”. Esta premisa también podría extrapolarse a la selección. Si bien es cierto que en algunos sectores del mercado laboral hay pleno empleo y “falta gente”, en la gran mayoría hay numerosos candidatos por puesto, y el tamiz debe hacerse más fino para llegar a uno o dos candidatos para presentar a la línea. En este punto lo actitudinal juega un papel determinante.
¡Los dejo, me voy a entrevistar!
Generalista de RRHH | Selectora | Técnica en Selección de Personal | Auxiliar de RRHH | Beneficios | Normas y Procedimientos.
3 mesesHola colega, creo absolutamente en tus anécdotas y tengo las mías jaja. Parecería obvio que todo contacto con un selector es parte del proceso pero para muchos parece permisible la informalidad absoluta!