Apología al Arte, la historia y el Autoconocimiento

Dicen que los borrachos y los niños dicen siempre la verdad, pero al parecer los artistas también. Incluso puede ser que lo que dicen los artistas en algunos casos es más verdad de lo que creemos pues expresan de alguna forma lo que normalmente no se puede expresar, ponen en pintura, en música, en novelas lo que no se puede ver en forma obvia, pero claramente está ahí.

En su discurso el 21 de mayo de 2005, David Foster Wallace advertía a los alumnos de la universidad de Kenyon sobre lo que realmente es importante contando una pequeña historia: “Están dos peces nadando uno junto al otro cuando se topan con un pez más viejo nadando en sentido contrario, quien los saluda y dice, ´Buen día muchachos ¿Cómo está el agua? ´ Los dos peces siguen nadando hasta que después de un tiempo uno voltea hacia el otro y pregunta “¿Qué demonios es el agua?” David trataba de hacer

Eso es a lo que me refiero, los artistas usualmente ponen atención al agua, ¡ese pez de seguro era un pintor o un compositor! Hay verdades que están en todo, como si estuvieran en el ambiente, pero en realidad habitan en la psique de los seres humanos. Son el resultado de las interacciones y conclusiones de cada uno con sus conciencias. Es decir, lo que nos dicta internamente que es lo bueno y lo malo. Pero al mismo tiempo, también son el resultado de confirmar cada una de esas conclusiones con los demás, en otras palabras, si yo concluyo algo entonces busco confirmarlo en el mundo exterior, y si otros también concluyen lo mismo, debe ser cierto.

Estas conclusiones, que algunos podrían llamar epifanías, una vez confirmadas con los demás, y en términos contemporáneos se vuelven “virales” en la conciencia colectiva de la sociedad, con el tiempo van convirtiéndose en parte de como todos pensamos. Se vuelven en cierta forma las vías a través de las cuales entendemos nuevas realidades y llegamos a nuevas conclusiones. Son los esquemas que utilizamos para analizar nuestro entorno, y como todos los usan, entonces es considerado como verdad, pero no solo eso, ya es dado por hecho. Es algo tan fundamental que no es necesario discutirlo.

Veámoslo de esta manera, hace unos meses comencé a compostar las hojas, recortes de grama y deshechos vegetales de la cocina para utilizarlo como abono para mi jardín, un sustrato nutritivo para las plantas. En un inicio, en la montaña de deshechos vegetales, yo podía distinguir los recortes de la grama, las hojas de un árbol, el café molido, etc. Ahora, meses después, es casi imposible distinguir lo que había ahí al principio salvo por algunas ramas u otras cosas que no se descomponen tan fácilmente, ¡pero siguen ahí! Entonces, esas ideas que están en la conciencia colectiva son como aquellas hojas que en algún momento eran fáciles de distinguir y que ahora me es imposible ver ¡pero eso no significa que no están ahí! Ahora esas hojas están en su forma más pura en el compost, eso es lo que lo hace un buen abono para mi jardín.

Esa conciencia colectiva se convierte en algo como el sustrato sobre el cual crecen las nuevas ideas. Las nuevas ideas que son confirmadas con los demás, poco a poco se vuelven parte de ese sustrato de nuestra conciencia, o debería decir subconsciente.

Es por esta razón que el auto conocimiento es tan importante, ya que, si no te conoces a ti mismo, no puedes garantizar que pienses y mucho menos hables la verdad, es muy probable que tú mismo te creas tus propias mentiras, o ideas erróneas que ingenuamente, por ser erróneas, no son verdad, y por lo tanto constituyen una mentira (redundancia a propósito). Y eso es lo que tu transmites a los demás, que inadvertidamente pueden tomar eso para confirmar sus propias mentiras y hacerlas ver como verdades y a su vez transmitirlas a otros.

Los psicólogos utilizan los dibujos de los niños para entender cómo ellos están asimilando su realidad y ayudarles a superar cualquier problema. Los buenos artistas expresan eso que está en el sustrato de nuestras conciencias, lo hacen en cualquiera sea la forma que ellos puedan hacerlo, y una persona o sociedad que va en buena dirección, moralmente hablando, ha de ponerle atención a sus obras como viéndose en un espejo y revisando lo que está en el sustrato de su conciencia para hacer los ajustes necesarios para garantizar su bienestar a lo largo del tiempo.

Esta es también la razón por la cual es importante conocer nuestra historia, así podemos ver a través de ella cuáles eran las ideas originales en una sociedad y cuales han permanecido hasta el día de hoy y están escondidas en la forma en que pensamos y actuamos. Esas ideas que permanecen lo hacen porque son confirmadas en la conciencia de muchas personas a lo largo del tiempo, esto no significa que estén correctas, pero esa confirmación las hace ver como verdad, las sean o no. No conocer su historia incrementa la probabilidad de ser cautivado por ideas que no son correctas ni son verdad.

La historia juega un papel importante. Mientras que un artista plasma lo que hay en el agua, la historia nos dice que es lo que hicimos para que eso llegara al agua en un principio. El artista representa lo más puro de las ideas, el sustrato, la historia nos relata que es lo que se fue agregando al compost antes de que se convirtiera en una pila de materia indistinguible. El propósito de la historia no es para tener temas de conversación interesantes, o para torturar a los adolescentes en la escuela, es para aprender de nuestros errores. Es por eso que se dice que el que no conoce su historia está condenado a repetirla, pues como aprenderá de sus errores si no sabe que errores ha cometido en un principio. Una persona o sociedad sana ha de asegurarse de conocer su historia para garantizar su bienestar en el futuro.

Para amarrar todo, en conclusión, el arte puede reflejar aquellas ideas que aún permanecen en la conciencia del artista y la sociedad en su forma más pura y abstracta lo cual nos permite introspectar y evaluar la posición actual. El autoconocimiento nos permite identificar porque pensamos y actuamos como lo hacemos, porque estamos en esa posición. Finalmente, la historia nos dice cómo, a lo largo del tiempo, lo que está en nuestra sociedad ha influenciado nuestros propios pensamientos y cuales deben ser corregidos o mejorados, nos dice cómo llegamos a esa posición.