Apostar, ¿bueno o malo?
Debo reconocer que el título de este artículo no es el ideado originalmente, si no que lo pensaba poner en un principio era: "Apostar es bueno", algo quizás demasiado pretencioso e incluso irrespetuoso con algunas situaciones que se viven en el día a día de nuestro país, por lo que he decidido preguntar simplemente, pero... ¿cómo no va a ser malo algo que provoca una enfermedad -con todas las letras- como la ludopatía? Quizás la "maldad" no esté implícita en el acto...
Entonces... ¿qué?
Al final en nuestro día a día la respuesta a casi todas las preguntas es depende y esta no iba a ser una excepción, ya que depende en su totalidad del contexto. Situémonos rápidamente, estamos viviendo el boom del internet y las nuevas teconologías, la época dorada de nuestro deporte y por si no fuese poco nos encontramos -o nos encontrábamos, casi prefiero no meterme- en una crisis económica, ¿no son estos tres ingredientes los perfectos condimentos para que se produzca una verdadera explosión en el mercado de las apuestas? Repasemos, tenemos los medios para apostar, vemos deporte y victorias hasta en la sopa y por si fuese poco mucha gente ve en esto la salida perfecta a los problemas económicos; no solo hablamos de una explosión, hablamos de un nido de ludopatía que las casas de apuestas se han encargado de explotar; mediante anuncios populistas, mediante la utilización de ídolos nacionales -véase Rafa Nadal- y mediante ofertas difícilmente rechazables incluso para aquellos que no pueden o al menos no deberían apostar; y es que debemos recordar que si gastas diez euros en esto y los pierdes, por más incorrecto que sea hacerlo, la inercia llevará a la mayoría a reinvertir para recuperar, y a partir de ahí, veamos si algún día se recuperan... Entonces, visto esto, ¿puedo seguir afirmando que apostar no es malo o que es incluso bueno? Sí, y no me tiembla el pulso al decirlo, ¿cuál es el problema? Lo tenemos nosotros, realmente ni siquiera se puede culpar a las casas de apuestas de su publicidad, que es incitadora pero en ningún momento engañosa a mi parecer, el problema está en realidad en la necesidad, en la impulsividad del apostador medio y en la falta de intelectualidad por parte de este, lo que le lleva a un cúmulo de decisiones equivocadas que tristemente terminan en ludopatía, con todo lo que eso conlleva. ¿Solo la necesidad lleva a esto? Lógicamente no, existen los ludópatas ricos, o antiguamente ricos al menos, ya que son dos palabras incompatibles, estamos hablando de una poderosa enfermedad que acaba al cien por cien con tu vida tal y como la conoces, realmente no es ninguna broma y cualquier testimonio por la red puede confirmarlo.
Aunque la cosa se vaya poniendo cada vez más catastrófica y dramática sigo en mi línea, una línea que ve las apuestas como un hobby, y en un hobby gastas lo que no necesitas, y en este hobby en concreto pues multiplicar dicho dinero y puedes divertirte mucho haciéndolo, de hecho, si te dejas de divertir, déjalo, recuerda que es una afición al fin y al cabo. Relee estos artículos, no utilices dinero que necesites, no apuestes sin comprender los conceptos básicos, no apuestes sin tener una noción mínima de control de tu banca, no apuestes si tu personalidad es propensa a la adicción, no apuestes para intentar resolver una mala situación económica, no apuestes sin un buen plan de cuanto dinero puedes permitirte gastar, en definitiva, no apuestes si va a ser dañino para ti; en el caso contrario, si te gusta, hazlo, diviértete y con dedicación, esfuerzo y suerte podrás comprarte algún que otro capricho, ahorrar o lo que te apetezca gracias a un simple hobby.
Sin más, espero que hayáis disfrutado de estos siete artículos y que en breve disfrutemos todos juntos del Mundial de Rusia, ya sea apostando o no, un saludo a todos.