"Aprendí" - revisión 2024

"Aprendí" - revisión 2024

Hace mucho aprendí, que haga lo que haga, me siento más cerca de mí al hacerlo con intención, con ganas, con ilusión, que no basta con decir “yo soy”, “ te quiero”, “ojalá”, que no basta parecer ese “alguien” sin más. Que hay que parecer que se es “ese alguien” y que es posible llegar.

Aprendí que el amor es un regalo con el que no se puede negociar ni especular, que no se mantiene solo, que muchas veces no se elige ni se puede evitar, que solo muere si uno quiere, que es mejor amar que ser amado, pero que todos necesitamos de esa radiación inexplicable que no se agota y que nos hace temblar. Fidelidad, compañía, atención, ternura, cariño, risas cómplices, amistad:

Desde el precipicio de tu alma,

y cuando me asomo, esa paz.

Aprendí, mientras unas personas entraban y otras salían de mi vida que no pasa el tiempo, sino nosotros, que a veces nuestros mejores amigos parecen perdidos y es simplemente que cambiaron y o que cambiamos y que prefieren a otros, que para vivir el presente de manera afortunada, necesito saber y aceptar donde quien soy y donde estoy y comprender para qué sirve todo aquello que pasé, a quien rocé y qué o a quién evité.

Que para mirar de vez en cuando al futuro, se puede empezar cada día desde cero pero sin olvidar que tenemos una “Historia”, un equipaje en parte heredado y en parte acumulado o ganado con esfuerzo, unas herramientas que aprendimos a manejar y otras que no, unas marcas, una huella, cosas que contar, gente a la que olvidar y amigos a los que no podemos dejar atrás. Que somos la suma de lo vivido y lo que nos queda por vivir, que es más difícil saber lo que uno no quiere que lo que quiere, que nada ocurre por nada ni por casualidad, que la paciencia es un tesoro, que para ser feliz, uno puede hacer lo que le dé la gana pero sin molestar.

Aprendí que la vida puede ser dura no por los problemas y las dificultades al andar, sino porque por más que uno araña y araña, uno no siempre recoge lo que esperaba ni aquello que sembró. Porque las tempestades, los terremotos, las guerras y las tormentas no respetan a nadie, porque el suelo que parecía tan fértil, resultó que era estéril, porque no llueve, porque no sale el Sol y porque a veces, el corazón recorre caminos que la cabeza nunca vio y sin saber por qué, se separan y es cuando al mirar ese cielo azul, claro, limpio y transparente que nos iluminó y nos llenó de esperanza una vez, ahora nos produce miedo, vértigo y vacío,…, soledad.

Aprendí que nada es seguro, ni si quiera tu propia identidad, que lo que la vida te da un día, como dice el escritor, mañana te lo quita. Que aunque algo nos falte, no necesito lamentarme ni protestar, tan solo agradecer por lo que tuve y puedo volver a tener. Y el deber y el PODER de seguir luchando, de ser feliz, de disfrutar. Aunque también aprendí que la mejor manera de apreciar algo, es carecer de ello por un tiempo, que nada de valor se obtiene sin esfuerzo, que si mi vida está libre de fracasos, es porque no me estoy arriesgando lo suficiente, que muchos nos necesitan y les podemos ayudar, que hay que tener cuidado porque a veces, donde empieza la compasión, a veces acaba el amor. Basta cambiar unas letras para dar con la clave, basta comprensión. Aprendí que para ello es importante decir quienes somos antes que esconderse, decir lo que sentimos, no perder el entusiasmo, la curiosidad, las ganas de explorar, asumir cada segundo no como un instante, sino como un sueño diferente, un nuevo despertar.

Aprendí que la felicidad sólo se entiende con las personas a las que queremos, con las que de forma auténtica conectamos, que si no tenemos a nadie que para compartirla, se muere, sin más. Aprendí que si quieres a alguien, no basta con apostar un beso con las manos vacías, hay que confiar, hay que entregarse y si es necesario hasta hay que volar. Que el miedo es inocente y libre, pero nos hace tanto daño a nosotros como a las personas que tenemos detrás.

Aprendí que todos merecen ser escuchados, que para que te oigan, lo más importante es no gritar, que todos merecemos una oportunidad, que una persona se puede equivocar, que puede dudar por un tiempo, pero hay que tomar decisiones y no vale esconderse ni vale jugar. Que de nada sirve retrasar lo inevitable, que se puede engañar a otra persona toda la vida, pero a nosotros mismos, solo durante algún tiempo, nada mas.

Aprendí que proyectar tu amor, tu forma de ser, tu pensamiento, tu magia, tu forma de caminar, de aproximarte y de mirar. te proyecta a ti a través de todos los espacios y todos los tiempos. Que todos somos especiales y perfectos aún con nuestros errores, que la honestidad es la mejor propaganda y la mejor bandera para que dos personas se puedan entender y puedan compartir.

Aprendí que la única inmortalidad que existe es la de las cosas bien hechas, que solo yo puedo considerar y valorar mis propios éxitos y que están muy por encima de lo que digan o piensen los demás. Aprendí que la fama y la belleza, están escritas en el hielo y el sol tarde o temprano las derretirá, que a menudo me olvido de lo que aprendo y por tanto, debo escribirlo y repasarlo pese a la pereza, sin miedo a recordar.

Aprendí sin contradecirme a vivir el presente, respetar el pasado y a no dejar de mirar hacia el futuro con humildad, que puedo ser valiente, sincero, darme ánimo y pensar que todavía hay muchos buenos libros por leer, puestas de sol que ver, ríos donde zambullirme, acordes que tocar, cartas que escribir, montañas que escalar, amigos que visitar. Una mujer, mi cómplice, una compañera con la que bailar y remar, un corazón agradecido, un día, un lugar, un momento para recordar y la bendición de un amor verdadero que vendrá.

Camino medio satisfecho mientras vuelvo a escuchar y reviso esta canción y sé sin embargo que todavía tengo y tendré siempre mucho que aprender y que compartir, que dar y quien sabe, si cada uno por su lado o alguna vez juntos quizás, comprendamos los cambios no tan caprichosos de la luna y podamos al fin navegar y mantener el rumbo bajo las estrellas fijas y sobre las olas cambiantes de esta arena que piso y que un día, si Dios lo quiere –sea quien sea ese “señor”-, volverá a ser un mar.

"𝔸𝕡𝕣𝕖𝕟𝕕í" - 𝕣𝕖𝕧𝕚𝕤𝕚ó𝕟 𝟚𝟘𝟚𝟜”

#aprender #progresar #vivir

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Sacul JM

  • Alma de blues en mi nevera - La banda del San Ginés II

    Alma de blues en mi nevera - La banda del San Ginés II

    "𝑴𝒊𝒓𝒂, 𝒆𝒔𝒄ú𝒄𝒉𝒂𝒍𝒂, 𝒆𝒍 𝒃𝒂𝒓𝒓𝒊𝒐 𝒆𝒔 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐! 𝑽𝒂𝒎𝒐𝒔, 𝒖𝒏-𝒅𝒐𝒔-𝒕𝒓𝒆𝒔 ..

    1 comentario
  • La noche del fin del mundo -del 31

    La noche del fin del mundo -del 31

    Qué inmensa y fría le parece hoy la fastuosa pista al bailarín cuando ya sólo se mueve mecánicamente, sin amor, sin fe,…

    1 comentario
  • Al pan vino y al vino pan

    Al pan vino y al vino pan

    Con setenta y cinco tacos al lomo mas la generosa propina que acumulan exponencialmente las taraceas de la edad…

  • ℂómo bajarse de un tren -en marcha

    ℂómo bajarse de un tren -en marcha

    He elegido el lugar que ocupaba el primer puesto de mi lista de viajes, una posición ganada porque es el mejor destino…

  • "Donde el viento da la vuelta"

    "Donde el viento da la vuelta"

    Justo en ese lugar, donde más lejos has llegado, y no te has atrevido nunca a continuar, por pereza, por tristeza, por…

  • "Vuelo a medida - El alma en la calle III"

    "Vuelo a medida - El alma en la calle III"

    Entre los jardines, los bancos de piedra como barcas encalladas y las revoltosas fuentes, arropada por los árboles, los…

    1 comentario
  • "El ascensor" - una distopía-

    "El ascensor" - una distopía-

    Subía lento y pesado como una tragedia empantanada o una traviata afónica, agonizante, como si no tuviera fe en el…

    2 comentarios
  • En familia

    En familia

    Con ellos la palabra soledad y/o hastío adquieren otro significado y otra dimensión donde no hay conflictos. Sin…

    3 comentarios
  • El filo de la navaja

    El filo de la navaja

    𝔼𝕝 𝕗𝕚𝕝𝕠 𝕕𝕖 𝕝𝕒 𝕟𝕒𝕧𝕒𝕛𝕒 El nombre de la nueva atracción de las fiestas del barrio es absolutamente…

    3 comentarios
  • Varias tablas, un barco

    Varias tablas, un barco

    Tengo a todos mis alumnos atentos a la pizarra, en la cual, para su sorpresa, he sustituido las líneas crípticas de…

    2 comentarios

Ver temas