Aprendí a ser Malabarista

Es curioso el proceso del “soñar” e imaginar escenarios posibles en el momento que te replanteas tu vocación, como fue mi caso, en el que ya hace más de 2 años salí del camino que venía construyendo laboralmente, y me embarqué en otro, que se ha ido convirtiendo en este lindo emprendimiento, ahora empresa, con una visión y misión clara. Pero no es hasta cuando empiezas a soñar que te das cuenta que en realidad no hay límites para lo que desees alcanzar, y que las realidades que te puedes encontrar a nivel profesional o laboral pueden ser tan diversas, así como pueden venir en diferentes formas.

Por ejemplo, al emprender me esforcé por crear una empresa con una visión y misión clara, que tuviera servicios concretos y que respondiera a las necesidades de las personas en el mundo laboral y profesional, pero en el camino me di cuenta que también podía desarrollarme en otros ámbitos; comencé a estudiar un Magíster para aprender de desarrollo organizacional y hacer una carrera en docencia, la cual felizmente ya me está presentando nuevas oportunidades. También, busqué ampliar mis redes de contacto y conocer personas con quienes colaborar, que tuvieran intereses o misiones similares a las mías, hasta que se presentaron oportunidades a partir de estos contactos que no había imaginado. Me apoyé en mi red de networking y al mismo tiempo expandí esta, lo que me llevó a experiencias increíbles que nunca se me ocurrió que podían suceder hasta que se me presentaron y me hicieron “click”. Con decirles que ahora tengo distintos roles, en los que, por una parte, soy Emprendedora/ Orientadora/ Líder de otros coaches, lo que me lleva a tomar otros roles por ser emprendedora, como; Diseñadora, Publicista, Administrativa y Vendedora. También, soy Consejera laboral para una Universidad, además que soy la Encargada de Ecommerce de una empresa familiar y, recientemente, Consultora de proyectos de desarrollo organizacional para una consultora que atiende a diferentes empresas. Para qué sumarle a esto los roles personales que uno cumple, en mi caso; Esposa, Hermana, Hija, ejecutora de varias labores del hogar, etc.

¿A qué quiero llegar con esto? Al momento de soñar o de comenzar a desarrollar distintas facetas de uno mismo, ya sea en lo personal o laboral, comienzas a tener muchos frentes y distintos “sombreros” que tienes que ponerte y sacarte a lo largo de tu día, semana y meses. Si les dijera que en un día me pongo al menos unos 4 sombreros; paso de: reunirme para una sesión de coaching con uno de mis clientes, a realizar un post para contar de lo que hago en mi empresa, para luego encargarme de responder unas encuestas para apoyar la venta de esta empresa familiar, para luego conectarme a una reunión de docencia, para luego hacer el almuerzo, lavar ropa y finalmente terminar con una sesión de consultoría en la que doy feedback a un líder de una empresa.

¿Qué locura no? ¿Cómo lo haces? me preguntan algunos de mis conocidos, colegas, amigos y familiares. La verdad es que en el camino de autoliderarme y autogestionar mi tiempo he aprendido, y me refiero a algo que se desarrolla con el tiempo, requiere de mucha constancia, prueba y error, al igual que un malabarista que tiene que estar constantemente moviendo sus objetivos en el aire de forma simultánea y evitando que se caigan. Al igual que un malabarista he tenido que desarrollar mi habilidad de hacer “multitasking” a un nivel que me atrevo a decir que es elevado; ser capaz de enfocarme en una tarea por un tiempo determinado pero también tener la flexibilidad para salirme rápidamente de esta si otro frente se pronuncia y tengo que resolver algún problema, por ejemplo. Tengo que ser capaz de manejar mi frustración cuando quiero avanzar con todo rápidamente pero tengo que ir poco a poco; “baby steps” como le dicen. Cada día, velar por distintos temas y hacer que funcione todo como un engranaje. Saber navegar en situaciones cuando debo decir que no a un frente para abordar otro que he dejado de lado y que es crítico para mi éxito financiero, por ejemplo, o para mi crecimiento. 

¿Qué me ha ayudado? y aquí voy a lo práctico de este análisis y al aprendizaje que he tenido en todo este recorrido, que, por supuesto, está en constante cambio, aprendizaje, evolución e iteración:

• Me ha ayudado a planificar mis semanas estableciendo prioridades para cada frente (en mi caso, mis frentes son distintos roles, para otros; pueden ser distintos objetivos). Para esto, defino bien las tareas urgentes e importantes que debo sacar adelante en la semana y agendo sesiones de trabajo para realizarlas. Tengo cuidado de respetar esos agendamientos y hago excepciones solamente cuando es una urgencia que es crítica para mi rol (por ejemplo; un cliente nuevo quiere una reunión o si me pidieron un reporte urgente de la consultora, o bien, si tengo una urgencia a nivel personal).
• Me ha ayudado dejarme espacios libres (al menos unas 3 horas a la semana) dentro de la jornada laboral, para permitirme esa flexibilidad por si; debo atender algo que no estaba planificado, o bien; si no alcancé a hacer algo en el tiempo que tenía definido, o; por si se me ocurre crear algo nuevo, o; por si estoy muy cansada y necesito una pausa. Antes no me daba estos espacios en blanco y me frustraba mucho por no poder cumplir con la planificación que me había propuesto (que es obvio que nunca va a salir todo como uno planifica o espera), así que estos espacios me han permitido ser más ágil y fluir de manera más flexible y, finalmente, cumplir la mayoría de las tareas que me propongo a la semana, lo que a su vez me ha dado mucha confianza.
• Me ha ayudado proponerme objetivos a mediano y largo plazo, saber que tengo un norte más grande que las tareas que hago a diario. Si mi objetivo es conseguir más clientes; entonces qué estoy haciendo para ello. Si mi objetivo es aprender cosas nuevas; entonces “calendaricémoslo”. Esto es clave, y es una mirada más estratégica en mi autoliderazgo.
• Me ha ayudado tener una visión flexible cuando se trata de cambiar la forma en que hago mi trabajo. Si una metodología o un nuevo producto, o si un nuevo cliente, etc. no me está dando buenos resultados, lo suelto. Antes me costaba más dejar algo que ya había tomado un esfuerzo de mi parte. Ahora, intento no preocuparme tanto de la autocrítica y me concentro en la solución; en la mejora que permitirá hacer mejor mi trabajo y ser más exitosa. 
• Me ha ayudado ser más concisa; “menos es más” como dicen muchos. Para trabajar la agilidad, esto es clave, al menos en mi experiencia. Si quiero hacer algo pero mi idea toma mucho tiempo, entonces la simplifico, ayudo a mi mente a convertir algo complejo en algo simple. Quizás le pido apoyo a la tecnología para hacer esa presentación o ese diseño de un servicio, quizás posteo solo una foto y una reflexión en vez de un video, etc. (Ocupando Chat GPT, Canva, entre muchas otras herramientas). O bien, si quiero juntarme con ese cliente o contraparte pero no tengo algo preparado, entonces me dejo ser más espontánea y preparo algo más detallado luego de ese encuentro.
• Me ha ayudado respetar mis espacios de autocuidado al igual que si fueran de las reuniones más importantes que tengo en la semana. Ya sea; esa caminata de media hora, esa sesión de deporte (en mi caso; baile), esa meditación de 15 minutos. Tu mente funciona bien cuando tu cuerpo y tu “ser integral” está en equilibrio. Para hacer bien nuestro trabajo, necesitamos estar bien mental y emocionalmente.

Espero que estos tips te sean de ayuda en tu propio camino hacia la agilidad y autogestión. Tanto como hay herramientas para ser más ágil en nuestros trabajos, también podemos aplicar esto para autogestionarnos, por ejemplo; si quieres reforzar una habilidad, mejorar en algo, si quieres aprender algo nuevo o cambiar algo en tu trabajo que ya no está siendo cómodo o satisfactorio para ti. Recuerda, tú eres el piloto de tu avión y puedes decidir qué pistas tomar y cómo hacerlo. Si alguna vez necesitas ayuda “piloteando” tu propio avión, no dudes en pedir nuestro apoyo, aquí estaremos para guiarte en ese proceso y encontrar mejores herramientas.

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¡Te invito a seguir conociendo este camino conmigo!

Fran Toledo

Psicóloga, Orientadora y Fundadora de Work Therapy. Experiencia en Recursos Humanos, Consultoría y Docencia. Experta en Atracción de Talento, Assessment y Desarrollo de Competencias.