Aprender a conversar, ¿una habilidad nueva o que olvidamos?
Una de las cosas a las que más le tememos en la vida es a enfrentar una conversación que nos resulta difícil. Sin embargo, toda nuestra vida está atravesada por conversaciones, aquellas que pudimos tener y las que hubiésemos querido pero no pudimos. Cuando sentimos que ya deberíamos enfrentarla el solo hecho de pensarlo nos trae todo tipo de imágenes atemorizantes. Al final, nos convencemos de que 1) es mejor no decir nada, 2) este no es el momento, y 3) quizás, si esperamos, la situación se arregle por sí sola. Difícilmente 3) pase.
Puede ser una conversación con un socio que sentimos no está pensando en el negocio tanto como quisiéramos, una compañera con quien compartimos tareas pero que llega recurrentemente tarde los días de cierre, un superior que ‘nos roba una idea’ y se la vende al director como propia, el gerente del área tal que hace chistes sobre nosotros cuando vamos a visitar a un cliente, un amigo que le cuenta a otro algo que solo quisimos compartir con el, etc. etc. etc. Y ni hablar de los ejemplos en las relaciones románticas.
Di lo que sientes o el silencio te hará ruido toda la vida
Axel Ortiz
Yo no voy a escribir sobre tips, porque un tip significa que tengo la receta, ¡ojalá! No habría nada que arriesgar. Para abordar una conversación difícil primero hay que aceptarla como tal y diseñarla, no es una conversación cualquiera. Una conversación difícil implica en primer lugar poder ponerla en palabras, reconocer las emociones que me atraviesan, pedirla, pensar en lo que quiero que pase -porque si voy a la conversación con la convicción de ‘ya vas a ver quién soy yo’ o su variante ‘ya me va a escuchar’ es verdad que podré desahogarme pero esa actitud no se hace cargo de la solución. La ‘solución’ pasaría por pensar hasta dónde las dos o más partes tienen que cambiar de conducta o comportamiento, a qué compromiso pueden llegar y cuándo vamos a hablar nuevamente para chequear si el compromiso se cumple.
No pasa nada si no aprendemos a atravesar conversaciones difíciles, no, honestamente no pasa nada, solo que nuestro mundo se va a ir achicando, radicalizando cada vez más porque no seremos capaces de aprender a flexibilizar nuestros puntos de vista ni a buscar recursos que nos permitan accionar mejor en un mundo diferente.
Como trabajadores del conocimiento todo lo que hacemos todo el día es hablar, coordinar acciones, iniciar reclamos, crear posibilidades. Y porque asistimos a reuniones todo el día pensamos que tanto hablar nos hace expertos en conversaciones. Error. Conversar no es un stand up sino una coreografía en la que intervienen palabras, emociones, cuerpo y la escucha de por lo menos dos personas.
La preparación es la clave. Hay otras instancias pero también habrá otros artículos.
Asistente Gerencia de Operaciones
4 añosMuy interesante. Hay que poner en práctica.
Coach ontológico y generativo | Trabajo en procesos de cambio laborales, profesionales y vitales | Aprendí a trabajar con psicología positiva porque es posible crear bienestar y técnicas para coordinación de grupos.
4 añosJajajaja la voy a buscar! Pero en una conversación difícil el tema es la razón NO la relación 😢
Gracias Liliana Amadori, Coach ICC Cambio y Transiciones Laborales. Es tan cierto que cuanto más evadimos las conversaciones más se reducen nuestras herramientas... Hay una película genial, "Idiocracy", en la que duermen al protagonista en un proyecto de hibernación que sale mal y se despierta como un siglo después. Resulta que la civilización, que en ese tiempo fue reemplazando el habla por emojis, onomatopeyas, etc, es una total idiocracia, y el protagonista, que era mediocre en su época, es ahora un genio de la lengua.
Experienced Project Manager | Scrum Master & Agile Coach | Expert in SAFe & Digital Transformation | Linkedin Author
4 añosMuy interesante. Me dejó realmente pensando.