APRENDER A RECONSTRUIRSE DIARIAMENTE
Descartemos que reconstruir significa que algo o alguien se haya derrumbado, ni que tenga problemas estructurales, ni nada parecido. Si lo quieres así, puede significar también redirigirse, reinventarse, hay mil definiciones adecuadas y todas ellas positivas.
Si nos creemos Superman nos equivocamos, es ficción. Ni somos inmunes a nada, sino permeables a todo. La impermeabilidad nos separa de la realidad, nos impide vivir y ser conscientes.
Todo fracaso, un aprendizaje. Las heridas se volverán cicatrices y formaran parte de nosotros, pero apartando el rencor del momento en que ocurren, y aplicando el aprendizaje del por qué y cómo sucedieron, sobre todo si se produjeron por decisiones y/o acciones de otros en vez de nuestras. Aprender que ni el mundo está en nuestra contra, ni los astros se alinean para ponernos a prueba. Los contratiempos, una manera de ver cuál es la dirección correcta, o como mínimo replantearnos si la que llevábamos era la adecuada.
Nos vamos a seguir equivocando, seguramente igual que si continuamos teniendo una única visión cerrada y caducada, aunque estando más vivos, más participativos, más atentos. Pero…. A ver si va a resultar que experimentando, colaborando, ayudando y siendo ayudado, podemos aprender más y mejor, avanzar, compartir. Todo esto desde una visión positiva, adaptarse = mente abierta = posibilidad de experimentar y equivocarse = voluntad de cambio y evolución.
Aprender a apoyarse, a explicar, a aceptar la ayuda, aunque incluya crítica constructiva…. Como un niño que rechaza un “NO” como respuesta, pero que la vida, a medida que va creciendo, le enseña que hay que convivir con él, que ocurre, y que ayuda a replantearte, a buscar nuevos caminos, alternativas, reflexionar y mirarte al espejo (difícil momento…) para ver lo que tú sabes que tú seguramente no has hecho bien y que tú no te dices a ti mismo que no está del todo bien. Si, todos los “no” juntos en la misma frase. Las negaciones todas juntas, así están controladas y podemos volverlas en afirmaciones.
Estamos en tiempos de continuos cambios, todo se mueve a una velocidad meteórica, parece que cuando aprendemos deja de tener uso y utilidad, ya ha sido superado, creado algo que lo mejora y que hay que aprender también. Si, parece que nos vayamos pisando los pies cuando intentamos correr. A ver si va a ser que es innecesario correr y podemos elegir nuestra velocidad segregando y separando lo que nos importa realmente en vez de lo que parece importante. Estar bien con nosotros mismos. Marcándonos nuestra propia velocidad, reservándonos el poder decidir si seguimos, si paramos, si disfrutamos del paisaje o continuamos moviéndonos.
Y, en todo esto donde está la reconstrucción ¿?? En ningún sitio y en todo, si queremos reconstruirnos damos por seguro que hay algo cuya construcción era débil. Visión incorrecta: era la que tenía, la que se hizo fuera buena o mala. Simplemente, ha de servirnos para estar firmes, o para cambiar nuestra base y nuestro suelo cuando queramos, somos libres de hacerlo…. O como mínimo, de tener el objetivo de hacerlo.
Y todo esto, además, en la situación de incertidumbre y a la vez esperanza actual, donde no hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que todo nunca volverá a ser como antes, que infinidad de cuestiones, comportamientos, funcionamientos, actitudes, han venido para quedarse nos guste si o si, nos vaya bien o mal, nos satisfagan o hagan cambiar nuestros hábitos. Pues eso, a reconstruirse para adaptarse tocan.