Perfeccionismo: El obstáculo oculto para el crecimiento en el liderazgo

Como líder o profesional de alto rendimiento, esforzarte por alcanzar la excelencia es natural. A lo largo de tu carrera, te han enseñado que el éxito se logra entregando resultados impecables. Sin embargo, ¿y si esa búsqueda de la perfección es lo que realmente te frena?

Quiero compartir mi experiencia personal: el perfeccionismo, que impulsó mi carrera, también se convirtió en un obstáculo para una transformación significativa. Después de mi experiencia en Florencia, donde hice un “RESET” y reviví mi creatividad, descubrí que el perfeccionismo seguía ocupando el asiento del conductor, haciéndome temer no poder repetir mis éxitos pasados.

La razón por la cual la expectativa de perfección es dañina es que la perfección no es alcanzable.

Cuanto más nos aferramos al perfeccionismo, más difícil se vuelve liderar con autenticidad y adaptabilidad. Y aunque a veces lo amemos o lo odiemos, el perfeccionismo no puede ser ignorado. Estudios recientes revelan que el perfeccionismo ha aumentado entre los jóvenes, con aproximadamente el 30% de los estudiantes universitarios identificándose como perfeccionistas. Este rasgo se asocia con un mayor riesgo de trastornos de ansiedad y depresión.

Los costos ocultos del perfeccionismo en el liderazgo

En el liderazgo, el perfeccionismo se percibe como virtud, una ventaja competitiva que nos lleva a una preparación excesiva y a controlar cada detalle. Sin embargo, tiene costos ocultos:

• Parálisis por análisis: Los líderes, temerosos de cometer errores, a menudo retrasan decisiones cruciales, lo que resulta en oportunidades perdidas y una tendencia a aferrarse a su zona de confort.
• Burnout: La presión por cumplir con estándares irreales puede llevar a un agotamiento emocional y físico, así como a estrés crónico, lo que además dificulta su recuperación. Estudios han demostrado que el perfeccionismo es una de las principales causas del burnout, y si no se aborda la raíz del problema, la recuperación se vuelve aún más complicada.
• Inhibición de la innovación: Equipos liderados por perfeccionistas suelen evitar riesgos. En contraste, emprendedores resilientes ven sus fracasos como oportunidades de aprendizaje.

Personalmente, cuanto más me esforzaba por alcanzar la perfección, más insostenible se volvía el proceso. Mi bienestar comenzó a resentirse, y supe que debía cambiar.

Por qué el perfeccionismo afecta más profundamente a las mujeres

Para las mujeres en posiciones de liderazgo, la presión por ser perfectas se intensifica debido a las expectativas sociales. Se espera que seamos impecables tanto en nuestras carreras como en nuestras relaciones familiares, ya sea con hijos, parejas, hermanos o padres. Ellen Taaffe, en The Mirrored Door, señala que las mujeres a menudo caen en la trampa de la "sobrepreparación", quedando atrapadas en un ciclo de altos estándares y autocrítica.

Queremos ser exitosas, pero creemos que la única manera de lograrlo es entregándolo todo. No queremos dejar lo que tanto esfuerzo nos ha costado, lo mantenemos a toda costa, incluso en contra de nuestros verdaderos deseos. Priorizar nuestro bienestar nos hace sentir que fallamos en otros aspectos.

La creencia de que podemos alcanzar la perfección en nosotros mismos genera presión innecesaria, conduciendo a un entorno de juicio y decepción.

Transformar el perfeccionismo en crecimiento: estrategias prácticas

Superar el perfeccionismo no se trata de bajar tus estándares, sino de redefinir el éxito y abrazar la imperfección. Aquí algunas estrategias que me han ayudado:

1. Establece metas realistas: Enfócate en metas alcanzables y celebra los pequeños logros. La perfección es subjetiva.
2. Abraza la vulnerabilidad: Mostrar vulnerabilidad ante tu equipo genera un ambiente seguro donde la innovación prospera.
3. Toma decisiones con agilidad: No esperes a que todo sea perfecto para decidir. Aprende a actuar y ajusta en el camino.
4. Cultiva la autocompasión: Sé amable contigo mismo. Cuando las cosas no salen como esperabas, pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto?
5. Crea una cultura de aprendizaje: Fomenta la idea de que los errores son oportunidades. Liderar con el ejemplo reduce la presión por la perfección.
6. Incorpora prácticas de mindfulness: La atención plena ayuda a gestionar pensamientos perfeccionistas, creando calma y disolviendo la autocrítica.
7. Adopta la mente de principiante: Esto te permite observar cada situación con frescura, desafiando el perfeccionismo y abriendo espacio para la creatividad.

Reflexionando sobre tu camino en el liderazgo

El perfeccionismo puede impulsar la búsqueda de la excelencia, pero también genera miedo al fracaso y estrés. Es fundamental encontrar un equilibrio: aprovechar sus beneficios mientras aceptamos los errores como oportunidades de crecimiento.

Si te identificas con estos desafíos, te invito a reflexionar sobre:

• ¿Cómo ha afectado el perfeccionismo mi liderazgo?
• ¿Qué oportunidades he perdido al esperar el "momento perfecto"?
• ¿Cómo puedo ver los errores como parte del crecimiento mío y de mi equipo?

Conclusión: Soltar el perfeccionismo

El perfeccionismo es un mito seductor, pero es hora de dejarlo ir. Los líderes que prosperan son aquellos que saben cuándo soltar el control y entienden que la excelencia no se trata de ser perfectos, sino de ser adaptables y compasivos. Tener una identidad perfeccionista puede hacerte más propenso al burnout y a veces obstaculizar la recuperación, lo que subraya la importancia de encontrar ese equilibrio.

“Solo imagina lo precioso que puede ser arriesgarse y que todo salga bien.” — Mario Benedetti

Si sientes que es momento de avanzar en tu liderazgo, pregúntate: ¿Qué puedo transformar hoy para abrir espacio al crecimiento?

Al soltar la necesidad de mantener un nivel de perfección en todas las áreas de tu vida, abrirás la puerta a nuevas oportunidades y a una vida más plena, tanto para ti como para quienes te rodean.

Me encantaría conocer tu opinión sobre esto.

Eren

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