Aprendices de por vida
Photo by Ulrike Taubmann

Aprendices de por vida

Disfrutar el camino mientras somos agentes de cambio

 ¿Cuál es la diferencia entre un libro de anécdotas imaginarias y la realidad de ser discípulo aprendiz?, que no se puede especular o construir la vida desde situaciones ficticias creadas para respaldar frases célebres.

R.W.Emerson[1] decía; “no me repitas citas, dime lo que sabes”. En realidad todos terminamos siendo sabios, unos antes otros después de como enfrentamos la vida, todos podemos recorrer el camino decía él, pero no debemos cansarnos de explorar, porque cuando regresemos al mismo punto, miraremos la realidad de otra manera, habremos cambiado nosotros y podremos ver las cosas con otros ojos, por eso debemos provocar un caminar para ser transformado mediante el aprendizaje H. Hendircks decía que “enseñar es causar y aprender es cambiar”. Se trata de facilitar la vida a quienes quieren escalar esa montaña más que un recetario. Así que desde el camino de un aprendiz ilusionado quisiera compartir cinco principios que pueden ayudar en este proceso.

 1.-Tener sed

Antoine De Saint-Exupéry decía que “Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir trabajo, sino que primero has de evocar en los hombres el anhelo del mar libre y ancho”, nuestra sed proviene de nuestra hambre nunca de nuestra abundancia, hay dos fuentes que producen sed:

Nuestra vocación.- Lo primero que deberíamos desterrar cuando queremos desarrollar nuestra vocación es el deseo de construirla a partir de parámetros externos. La vida que deseamos vivir no necesariamente es la vida que vive en nosotros. Vocación viene del vocablo latín voz; desarrollar la vocación no es una meta que perseguir sino más un llamado que escuchar, que muchas veces es apagado por estándares a los que aspiramos llegar en el deseo de parecernos al resto. Esto cambia las preguntas que nos hacemos y que debemos hacer; debemos dejar de preguntarnos “¿Qué debo hacer con mi vida?” por “¿Quién soy?”. Esta pregunta, como dice Douglas Steere, nos llevará a otra: “¿para quienes soy?”. Encontrar la vocación no es una meta que cumplir sino un regalo que recibir. Descubrir este regalo nos llevará al lugar donde, al decir de Frederick Buechner, nuestra mayor alegría se junta con la mayor necesidad del mundo. Nuestro Creador está más interesado que nosotros en que descubramos nuestra vocación; de hecho, él ya nos dio lo que necesitamos para correr tras ella. Cuando motivados por el amor, expresemos nuestra vocación en otros, estaremos dando a conocer su obrar en el mundo por medio de nosotros. Por eso San Ireneo dice que la gloria de Dios es que el hombre esté enteramente vivo, y cuando sentimos que estamos enteramente vivos Dios muestra su Gloria en nosotros.

Nuestro dolor.-nuestro dolor nos hace conscientes, nos muestra nuestra vulnerabilidad y nos da la oportunidad de sanar a otros por medio de nuestras heridas, el dolor es uno de los mas grandes motivadores para el cambio. Siempre decimos que cambiamos por decisión , pero muchas veces lo hacemos por evasión, el dolor puede ser un gran maestro para cambiar en la dirección correcta si estamos dispuestos a examinar y atacar las causas.

Tener sed combina el deseo de cambiar ya sea porque tenemos un llamado interior o porque no podemos tolerar como estamos, recuerda que uno se deja dominar por lo que tolera. Un aprendiz siempre esta con sed pero nunca es desagradecido con lo que tiene.

 2.- Ser enseñable.-

 Todos queremos ser enseñables, todos decimos que deseamos aprender, pero mientras tengamos un concepto equivocado de la humildad vamos a sentir que estamos en peligro cuando aprendemos, quien aprende por miedo solo puede ser entrenado, pocas veces formado y casi nunca transformado. La verdadera humildad nunca será modestia, vergüenza o pobreza. La humildad se expresa por medio de la generosidad. Se es humilde cuando llenos de asombro por el valor del otro celebramos la vida y decidimos enseñar lo que tenemos a mano y también se es humilde cuando abrimos lo que tenemos para recibir sabiendo que la vida es tan corta que es mala idea dejar de aprender solo por impresionar.

También se es enseñable cuando aprendes a ser curioso, cuando vez la vida no como un problema que resolver sino como una maravilla por descubrir, quien ve al otro como competidor jamás podrá aprender lo que es el otro como persona, podrá tener conocimientos pero solo para aprender a disecar mejor una rana, jamás para experimentar el gozo de saltar en el charco. La curiosidad debe ir más allá de saber, debemos atrevernos a sentir.

Solo así podremos tener un conocimiento envolvente, renunciar a nuestros propios guiones gracias a la humildad y abrazar el conocer al otro con la curiosidad, luego viene la gratitud que sella la relación.

 3.- Disfrutar el camino[2]

Un servidor eficaz encuentra contradictorio que un ministerio o trabajo relacionado con la vida, le quite vida al que lo ejerza. Es absurdo que una misión personal que apuesta por la vida, termine amargando la existencia de su protagonista es como muerte sin resurrección, siembra sin cosecha.

Si sientes que el servicio te está agotando en lugar de transformarlo en mejor persona, entonces se está prendiendo una luz roja que le indica que debes descansar. Un descanso es un regalo que nos permite afirmar y saborear nuestros sueños, para regresar con una visión renovada de las cosas y con más ganas de servir.

Aunque más de una vez hemos tenido que sacrificar mucho para lograr un objetivo mayor, siempre tenemos presente que una causa que vale no quita vida. Puede haber cansancio, agotamiento, frustración, dolor y hasta indignación, pero siempre esta causa demostrará que vale la pena y que recompensa mucho más allá de las expectativas, siempre será una fuente de vida, de gozo que va más allá de los sentimientos pasajeros. Howard Thurman, un pensador que influyó mucho en Martin Luther King, Jr, dijo, “No te preguntes qué es lo que necesita el mundo. Pregúntate que te hace sentir vivo, y luego hazlo. Porque lo que el mundo necesita es más gente que se sienta viva”,

Aprendamos a disfrutar de la presencia de Dios o de ser parte de un plan mucho más grande que nuestra propia vida, divirtámonos y gocemos con las cosas buenas y cotidianas, riámonos de nosotros mismos. Es verdad que los servidores que sobresalen han hecho cosas que los demás —incluso ellos mismos— no querían hacer por ser tediosas o pesadas, pero no dejaron de ver el final del camino, lo saludaron y disfrutaron de lo que vendría; eso los lleva a otro nivel de comprensión de la tarea.

Pregunten a cualquier enamorado o enamorada por qué puede esperar silbando durante horas a su pareja. Muchas veces, la falta de gozo en nuestras vidas es la puerta abierta para caer en la tentación de la autodestrucción; en un momento de debilidad elegimos un poco de placer de corto plazo y así podemos destruir lo que estuvimos construyendo con tanto esfuerzo.

 4.- Ver las cosas desde la perspectiva correcta

Con el perdón de los psicólogos, voy a resumir simplistamente las ideas centrales de tres grandes pensadores austriacos que fundaron sendas escuelas de psicología ante la pregunta de ¿Qué es lo que busca el ser humano?, Freud el padre del Psicoanálisis dijo: el hombre busca el placer, Adler el padre del individualismo dijo: el hombre busca poder, Viktor Frankle, el padre de la Logoterapia dijo: el hombre busca trascender y todos ellos nos llevan por sus propios caminos.

Siempre terminamos encontrando lo que buscamos, siempre nos terminamos pareciendo a los dioses que adoramos, como dice el Talmud, no vemos las cosas como son, sino como somos nosotros. Así que la gran pregunta es: ¿Desde qué paradigma vemos las cosas?, ¿Cuál es la perspectiva desde la cual debería ver un discípulo aprendiz de por vida? La respuesta es súper importante, porque podemos pasar nuestra vida “tratando” ,encontrando maneras esforzadas de no hacer nada, o creyéndonos una mentira con tal de no enfrentarnos a nuestros fracasos. Vivir siguiendo el mapa equivocado, Incluso podemos crear sentimientos y respuestas generadas desde nuestras creencias equivocadas.

¿Cuál es el paradigma correcto? No jugaremos a ser Dios, pero tenemos un consejo útil: «mira los frutos». Nos engañamos con disertaciones, explicaciones lúcidas o defensas apasionadas; Son los frutos mirados de manera decantada a la luz del tiempo, detrás de las luces del escenario y más allá de los resultados a corto plazo, los que nos van decir quiénes somos realmente. Mira los frutos que has logrado en las personas que amas. Una mirada honesta nos libra de malgastar nuestra vida, así signifique un esfuerzo continuo por ser mejor. Será un esfuerzo que impulsará la pasión por lo que podemos lograr y no la culpa por lo que no hemos sido. Creo que un aprendiz de por vida debe tener un paradigma trascendente, claro, congruente y basado en principios.

 5.- Determinarse a crecer según tu propio diseño

La palabra discípulo tiene el mismo origen de la palabra disciplina, Quienes iniciaron movimientos relevantes, dice Parker J Palmer, empezaron con una decisión: No volver a vivir dividido. Es decir, no actuar externamente de manera que contradiga la verdad que ellos sienten y creen internamente. Por eso la voluntad tiene mucho que ver con lo que desea nuestra alma. Desgraciadamente, como diría Palmer, “puede tomar mucho tiempo ser la persona que uno siempre ha sido”. Podemos estar quemados queriendo dar algo que no tenemos, haciendo promesas que no podemos cumplir solo porque queremos interpretar el papel de otro. También podemos mistificar a quienes siguieron los deseos de su corazón y lograron grandes cosas, diciendo que “esto solo es para los elegidos”, solo para justificar nuestra apatía por revelar nuestro corazón al mundo. Querer vivir los valores de otro no es una virtud; puede ser un ejercicio de menosprecio a lo que realmente somos. No hay nada más consecuente que una semilla; en ella está la historia futura de un bosque si es que sabemos esperar, cultivar y hacerla florecer. Cuando honramos nuestro propio diseño, aceptamos nuestras limitaciones, descubrimos nuestras fortalezas, y volcamos nuestra vocación en otros, estamos liberando nuestro potencial. Pero cuando negamos nuestro potencial o malversamos nuestros recursos canalizando nuestra vocación en nosotros mismos o para algo que nos autodestruye, nos hacemos daño y traicionamos nuestro diseño primigenio.

 

José Luis Ochoa

Noviembre 2017


[1] He procurado citar a autores que sintetizan lo que quiero trasmitir, o que son excelentes referentes si te sientes provocado a saber mas solo googlealos : ), si hay un interés particular con gusto te puedo recomendar libros de cada uno de estos autores.

 [2] Esta parte la tome de mi libro “Servir, la mejor forma de Influir


Carlos Freire

Especialista en Proyectos

6 años

Gracias por compartir tan sabias reflexiones, pues estas enriquecen al alma y renuevan fuerzas. Bendiciones Hermano

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