El desafío de aprender en tiempos de IA - De conejos y tortugas

El desafío de aprender en tiempos de IA - De conejos y tortugas

Cada día que pasa veo un poco más de:

  • Trabajos prácticos sin práctica real
  • Análisis sin pensamiento analítico
  • Ensayos sin conceptualización propia

De los creadores de "mirar jugar a otros" en lugaCada día que pasa veo un poco más de:

  • Trabajos prácticos sin práctica real
  • Análisis sin pensamiento analítico
  • Ensayos sin conceptualización propia

De los creadores de "mirar jugar a otros" en lugar de jugar (levante la mano el que no tiene un hijo, sobrino, nieto que se pasa horas viendo a gamers jugar a su juego favorito), ahora tenemos "hacer que estudiamos, pero sin aprender".

De conejos y tortugas

En la fábula clásica de Esopo, una tortuga corre una carrera contra un conejo. Este, seguro de su velocidad, y de su capacidad para vencerla fácilmente, se dedica a vanagloriarse y descansar, lo que le da ventaja a su lenta contrincante, quién termina siendo la vencedora: la tortuga vence al conejo no por rápida, sino por constante, luchadora y perseverante. El conejo se distrae y duerme. La tortuga se esfuerza.

Esta antigua moraleja cobra nueva relevancia en la era de la Inteligencia Artificial, donde nos enfrentamos a una disyuntiva fundamental: ¿elegimos el camino aparentemente rápido o el verdaderamente efectivo?

La paradoja de la IA en el aprendizaje

Ser estudiantes hoy es más fácil que nunca. Al menos la parte que hace al acceso a la información: no hace falta pasar largas horas en la biblioteca buscando libros y tomando apuntes (como hacía mi papá), o ir a la fotocopiadora a conseguir los apuntes (como hacía yo). Ahora estamos a un click de distancia de poder leer, ver y escuchar todo lo que precisemos y más. Es tanta la información, que a veces hasta resulta abrumador (de hecho, contar con estrategias para encontrar pertinencia en un mar de trivialidad se convierte en una necesidad imperiosa). Aún así, la existencia de enormes cuerpos de información no implica aprendizaje o conocimiento automático.

Hasta no hace mucho (un año?), aún teniendo que dedicarnos menos a conseguir la información, el proceso de aprender apalancado en la práctica y ejercitación era más o menos el mismo.... más allá de "googlear" las respuestas, y de encontrar monografía de dudosa calidad en "El rincón del vago", seguía siendo necesario "poner el cuerpo". Porque, para aprender, hace falta ejercitar, y los problemas a resolver, los trabajos prácticos y los análisis son parte ese camino...

Y luego aparece la IA generativa... lo que trae al proceso de aprender un mar de oportunidades, pero también costos "ocultos" y la posibilidad de una "tentación" sin precedentes: no tener que pensar demasiado. Evitar el esfuerzo de ejercitar.

Lo que tenemos frente a nosotros es al genio de los deseos, que nos susurra 2 posibilidades, en principio, divergentes:

  • Por un lado, la promesa seductora de resolver problemas complejos en segundos, liberando tiempo para actividades "más gratificantes"
  • Por otro, un camino más parecido al tradicional, donde la IA aporte, pero no evita atravesar el aparentemente "tortuoso" proceso de aprender a resolver por uno mismo.

La elección parece simple en la superficie, pero las consecuencias son profundas. El atajo de la primera (resolverlo todo con IA) viene con costos ocultos: la imposibilidad de comprender verdaderamente cómo se resolvió el problema, y la anulación de los beneficios derivados de "atravesar" los ejercicios. Y, por lo tanto, una reducción significativa del aprendizaje.

El camino del esfuerzo consciente, si bien más lento (como la tortuga de la fábula), ofrece una recompensa invaluable: el uso "positivo" de la IA; el dominio real del conocimiento y la capacidad de aplicarlo.

Las verdades fundamentales del aprendizaje

Durante más de un siglo, pedagogos y científicos han intentado desentrañar los misterios del aprendizaje humano. A pesar de la multiplicidad de teorías y modelos, y que un siglo es relativamente poco para considerar que ya sabemos todo sobre aprender, hay ciertos patrones que tenemos bastante en claros:

  1. El aprendizaje requiere esfuerzo consciente y determinación No hay atajos para la comprensión profunda. La consciencia activa es fundamental en el proceso
  2. El aprendizaje necesita tiempo La maduración de conceptos no puede acelerarse artificialmente. La reflexión y la asimilación son procesos graduales
  3. El aprendizaje demanda práctica consistente Las habilidades se desarrollan a través de la ejercitación y, en buena medida, de repetir una y otra vez. La experiencia directa con problemas de complejidad incremental es insustituible.
  4. El aprendizaje es una meta-habilidad Aprender a aprender es tan importante como el contenido mismo. Las estrategias de aprendizaje deben desarrollarse activamente
  5. El aprendizaje ayuda a desarrollar otras habilidades Resiliencia, tolerancia a la frustración, valoración del esfuerzo, flexibilidad, capacidad de adaptación, entrenamiento de habilidades cognitivas, son algunas de las habilidades que ponemos en juego al aprender

Vemos entonces que el uso inadecuado de la IA en la educación presenta riesgos significativos para el proceso de aprender. Lo peor, tal vez, es que muchos estudiantes ni siquiera son conscientes de lo que están perdiendo: la posibilidad de llevar las capacidades mentales a su máximo potencial.

Preguntas cruciales

¿Qué sucederá cuando la próxima generación de profesionales no haya desarrollado la capacidad fundamental de pensar por sí misma?¿Dónde aprenderán las habilidades vinculadas a aprender a través de esforzarnos que mencioné más arriba? Porque no se trata sólo de adquirir conocimiento, sino de de desarrollar el hábito y la disciplina de:

  • Enfrentarse a situaciones novedosas
  • Aplicar esos conocimientos a través de experiencia directa
  • Desarrollar resiliencia ante los desafíos intelectuales

Un llamado al equilibrio

Aún hay esperanzas ;)

Lo primero es entender que la IA no es el villano de esta historia - es una herramienta poderosa que puede enriquecer el aprendizaje cuando se usa apropiadamente. Como sucede con cualquier otra herramienta (¿el cuchillo?¿el martillo), no es el instrumento en sí, sino su uso lo que determina el resultado.

Lo segundo es que los estudiantes que utilizan la IA para evadir el proceso de aprendizaje entiendan que no sólo están haciendo trampa al sistema, sino que se están privando a sí mismos de desarrollar las capacidades fundamentales que necesitarán en su futuro profesional.

El tercero punto es que los docentes y profesores tenemos que repensar también los mecanismos de ejercitación y evaluación, par asegurarnos que cumplen su propósito. Está en nosotros también hacer la experiencia de aprender un poco más gratificante y significativa. Y explicar el objetivo de los mecanismos de práctica y ejercitación que utilizamos, para que los estudiantes no los vean sólo como una molestia, una carga que es mejor evitar, sino como parte del proceso de aprender.

Conclusión

El verdadero desafío educativo de nuestra era no es resistir la tecnología, sino integrarla de manera que potencie, en lugar de cortocircuitar, el proceso de aprendizaje. Como educadores, padres y estudiantes, debemos recordar que el objetivo final no es solo adquirir información, sino desarrollar la capacidad de pensar, analizar y crear de manera independiente.

La tortuga nos enseña que la victoria no está en la velocidad, sino en la consistencia y el compromiso con el proceso. En la era de la IA, las fábulas de Esopo parecen estar más vigentes que nunca....


¿Qué opinas? Me gustaría leerte en comentarios!!!

Y si te resultad de interés, no olvides seguirme para ver nuevas publicaciones, y de compartir, para que estas ideas puedan circularr de jugar (levante la mano el que no tiene un hijo, sobrino, nieto que se pasa horas viendo a gamers jugar a su juego favorito), ahora tenemos "hacer que estudiamos, pero sin aprender".

De conejos y tortugas

En la fábula clásica de Esopo, una tortuga corre una carrera contra un conejo. Este, seguro de su velocidad, y de su capacidad para vencerla fácilmente, se dedica a vanagloriarse y descansar, lo que le da ventaja a su lenta contrincante, quién termina siendo la vencedora: la tortuga vence al conejo no por rápida, sino por constante, luchadora y perseverante. El conejo se distrae y duerme. La tortuga se esfuerza.

Esta antigua moraleja cobra nueva relevancia en la era de la Inteligencia Artificial, donde nos enfrentamos a una disyuntiva fundamental: ¿elegimos el camino aparentemente rápido o el verdaderamente efectivo?

La paradoja de la IA en el aprendizaje

Ser estudiantes hoy es más fácil que nunca. Al menos la parte que hace al acceso a la información: no hace falta pasar largas horas en la biblioteca buscando libros y tomando apuntes (como hacía mi papá), o ir a la fotocopiadora a conseguir los apuntes (como hacía yo). Ahora estamos a un click de distancia de poder leer, ver y escuchar todo lo que precisemos y más. Es tanta la información, que a veces hasta resulta abrumador (de hecho, contar con estrategias para encontrar pertinencia en un mar de trivialidad se convierte en una necesidad imperiosa). Aún así, la existencia de enormes cuerpos de información no implica aprendizaje o conocimiento automático.

Hasta no hace mucho (un año?), aún teniendo que dedicarnos menos a conseguir la información, el proceso de aprender apalancado en la práctica y ejercitación era más o menos el mismo.... más allá de "googlear" las respuestas, y de encontrar monografía de dudosa calidad en "El rincón del vago", seguía siendo necesario "poner el cuerpo". Porque, para aprender, hace falta ejercitar, y los problemas a resolver, los trabajos prácticos y los análisis son parte ese camino...

Y luego aparece la IA generativa... lo que trae al proceso de aprender un mar de oportunidades, pero también costos "ocultos" y la posibilidad de una "tentación" sin precedentes: no tener que pensar demasiado. Evitar el esfuerzo de ejercitar.

Lo que tenemos frente a nosotros es al genio de los deseos, que nos susurra 2 posibilidades, en principio, divergentes:

  • Por un lado, la promesa seductora de resolver problemas complejos en segundos, liberando tiempo para actividades "más gratificantes"
  • Por otro, un camino más parecido al tradicional, donde la IA aporte, pero no evita atravesar el aparentemente "tortuoso" proceso de aprender a resolver por uno mismo.

La elección parece simple en la superficie, pero las consecuencias son profundas. El atajo de la primera (resolverlo todo con IA) viene con costos ocultos: la imposibilidad de comprender verdaderamente cómo se resolvió el problema, y la anulación de los beneficios derivados de "atravesar" los ejercicios. Y, por lo tanto, una reducción significativa del aprendizaje.

El camino del esfuerzo consciente, si bien más lento (como la tortuga de la fábula), ofrece una recompensa invaluable: el uso "positivo" de la IA; el dominio real del conocimiento y la capacidad de aplicarlo.

Las verdades fundamentales del aprendizaje

Durante más de un siglo, pedagogos y científicos han intentado desentrañar los misterios del aprendizaje humano. A pesar de la multiplicidad de teorías y modelos, y que un siglo es relativamente poco para considerar que ya sabemos todo sobre aprender, hay ciertos patrones que tenemos bastante en claros:

  1. El aprendizaje requiere esfuerzo consciente y determinación No hay atajos para la comprensión profunda. La consciencia activa es fundamental en el proceso
  2. El aprendizaje necesita tiempo La maduración de conceptos no puede acelerarse artificialmente. La reflexión y la asimilación son procesos graduales
  3. El aprendizaje demanda práctica consistente Las habilidades se desarrollan a través de la ejercitación y, en buena medida, de repetir una y otra vez. La experiencia directa con problemas de complejidad incremental es insustituible.
  4. El aprendizaje es una meta-habilidad Aprender a aprender es tan importante como el contenido mismo. Las estrategias de aprendizaje deben desarrollarse activamente
  5. El aprendizaje ayuda a desarrollar otras habilidades Resiliencia, tolerancia a la frustración, valoración del esfuerzo, flexibilidad, capacidad de adaptación, entrenamiento de habilidades cognitivas, son algunas de las habilidades que ponemos en juego al aprender

Vemos entonces que el uso inadecuado de la IA en la educación presenta riesgos significativos para el proceso de aprender. Lo peor, tal vez, es que muchos estudiantes ni siquiera son conscientes de lo que están perdiendo: la posibilidad de llevar las capacidades mentales a su máximo potencial.

Preguntas cruciales

¿Qué sucederá cuando la próxima generación de profesionales no haya desarrollado la capacidad fundamental de pensar por sí misma?¿Dónde aprenderán las habilidades vinculadas a aprender a través de esforzarnos que mencioné más arriba? Porque no se trata sólo de adquirir conocimiento, sino de de desarrollar el hábito y la disciplina de:

  • Enfrentarse a situaciones novedosas
  • Aplicar esos conocimientos a través de experiencia directa
  • Desarrollar resiliencia ante los desafíos intelectuales

Un llamado al equilibrio

Aún hay esperanzas ;)

Lo primero es entender que la IA no es el villano de esta historia - es una herramienta poderosa que puede enriquecer el aprendizaje cuando se usa apropiadamente. Como sucede con cualquier otra herramienta (¿el cuchillo?¿el martillo), no es el instrumento en sí, sino su uso lo que determina el resultado.

Lo segundo es que los estudiantes que utilizan la IA para evadir el proceso de aprendizaje entiendan que no sólo están haciendo trampa al sistema, sino que se están privando a sí mismos de desarrollar las capacidades fundamentales que necesitarán en su futuro profesional.

El tercero punto es que los docentes y profesores tenemos que repensar también los mecanismos de ejercitación y evaluación, par asegurarnos que cumplen su propósito. Está en nosotros también hacer la experiencia de aprender un poco más gratificante y significativa. Y explicar el objetivo de los mecanismos de práctica y ejercitación que utilizamos, para que los estudiantes no los vean sólo como una molestia, una carga que es mejor evitar, sino como parte del proceso de aprender.

Conclusión

El verdadero desafío educativo de nuestra era no es resistir la tecnología, sino integrarla de manera que potencie, en lugar de cortocircuitar, el proceso de aprendizaje. Como educadores, padres y estudiantes, debemos recordar que el objetivo final no es solo adquirir información, sino desarrollar la capacidad de pensar, analizar y crear de manera independiente.

La tortuga nos enseña que la victoria no está en la velocidad, sino en la consistencia y el compromiso con el proceso. En la era de la IA, las fábulas de Esopo parecen estar más vigentes que nunca....


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