Apuntes de liderazgo.
El miedo es una emoción tan dura de gestionar como necesaria. Su dolor es dos veces más fuerte que la alegría del éxito.
Experimentamos el miedo ante la percepción de una situación de peligro inminente. Hasta ahí cumple su función y cometido, que ha ayudado a la especie humana a perdurar hasta nuestros días. Pero, ¿Qué pasa cuando el peligro es parte del miedo?... ¿Cuándo ese peligro no existe?.
Las personas podemos llegar a ser extraordinariamente hábiles e imaginativas creando peligros que justifiquen nuestros miedos y así poder disfrutar de ellos e incluso, usarlos para justificar determinadas decisiones.
Es una opción. Una opción que bloquea, conforma, limita, impide y nos minimiza como personas, pero al fin al cabo, no deja de ser una legitima opción.
Hay otra opción, plantarle cara a los miedos. Ser valientes. Es la opción de empatizar con ellos. Si no empatizamos con nuestros miedos, no lo comprenderemos y seguirán abusando de nosotros y nuestra vida estará limitada por una falta de valentía.
No tengo miedo a perderte porque soy lo suficientemente valiente de volver a recuperarte.
¿Cuál es tu opción?
Director de Ventas en AR Vision
4 añosMuy buena reflexión Rafael, con tu permiso te la comparto, un abrazo.