ARGENTINA, la NOGALES de Sonora
Como en el libro de los Noveles de economía, Acemuglu y Robinson, “Por qué fracasan los países”, Argentina se parece cada vez más a la Nogales de Sonora.
Una recomendable novela, de atractiva y cautivante lectura, que en forma amena nos enseña por qué unos países son pobres y otros ricos.
La obra nos hace ver como las instituciones y la forma de organización del Estado hace a favor de esa riqueza de las naciones.
La democracia liberal, republicana con verdadera división de poderes, y con un respeto irrestricto a las libertades individuales y a la propiedad privada, pero con un Estado fuerte, que ponga límites a los abusos, permitiendo una libre competencia con “justicia social”, como decía Juan B. Alberdi, son herramientas que destacan estos autores.
La citada obra nos pinta con detalles las formas de manejar el poder que llevan a la prosperidad o a la pobreza.
Nos enseña sobre el valor de ciertas instituciones y los límites al poder de los gobernantes a favor de la iniciativa privada, pero con un cumplimiento irrestricto al orden jurídico.
Justamente esto último es lo que no cumplen seudos monarcas, señores feudales, autocráticos y autoritarios dirigentes de fines del Siglo XX y XXI.
Así Argentina ha conocido populismos de izquierda y actualmente transita por otro de derecha, pero populismo al fin.
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Estos populismos se encargan de establecer un relato, instalarlo en la prensa, en las redes, comprando voluntades o enfrentando a la prensa libre, descalificando, agrediendo e instalando un discurso de odio con el fin de provocar una grieta en la sociedad para usarla en su beneficio.
Creando una legión de “termos”, cerebros coptados por los algoritmos de las redes sociales.
Ambos extremos se caracterizan por querer tener el control del Poder Legislativo y el Poder Judicial, nada más lejos de las ideas de Alberdi, para recordarles a los libertarios.
Hoy, el peor daño es el que están padeciendo los verdaderos liberales, quienes serán los perdedores de estos tiempos que vive esta Argentina, a los que se les achacará el fracaso de quienes confunden liberal, con libertario o anarco capitalista, como si todo fuese igual, así que cada día Argentina se parecerá más a la Nogales de Sonora.
Si los autores del Nobel no hubieran tenido a Nogales, podrían haber realizado la comparación entre Argentina y Uruguay.
Nada más actual en estos momentos de la elección presidencial que se lleva adelante en este país hermano.
La administración de Milei se ha encargado de crear una grieta a su medida, muy lejos de lo que necesita el país.
Hoy ha subido al ring a Cristina Fernandez, y parece que la idea para las próximas elecciones será “oficialismo” u “oposición”, nuevamente elegir entre los dos populismos, y nada asegura que esa estrategia pueda salir bien.
De ser así el destino será más pobreza, seguiremos apartándonos de esa organización nacional que pensaron los Urquiza, Alberdi, Mitre, Sarmiento, justamente los que la administración Milei señala, pero no imita, ninguno de ellos dijo como nuestro Presidente “Soy el topo que destruye el Estado desde adentro”, muy por el contrario, solo basta leer nuestra Constitución Nacional y cumplirla.
Algún día Argentina entenderá que solo se progresa con seguridad jurídica, con respeto a las instituciones democráticas, a la Constitución Nacional, la división de poderes, y esto no se logra con relatos de odio, con agresiones, humillando al que piensa distinto, con trolls o comunicadores dependientes de pautas, porque no basta citar la frase de Sarmiento, “las ideas no se matan”, sino cumplirla.
Carolina Jacky