LA BOLSA O LA VIDA

LA BOLSA O LA VIDA

Que es lo más importante, cuantas veces reflexionamos sobre esto, la bolsa o la vida. Dicho así nadie duda en entregar la bolsa por la vida.

La pregunta es porque no pensamos en ello cuando tenemos que elegir a nuestros representantes.

Porque muchas veces elegimos la bolsa sin pensar que ponemos en riesgo la vida.

No solo ocurre esto en Argentina, sino también en el mundo, pero ahora nos ocuparemos de Argentina.

Cuando nos referimos a la bolsa estamos hablando de la economía, y esto ha sido un determinante para los argentinos a la hora de votar, pareciera que en solo eso pensamos.

Que decisión tomarías entre la bolsa y la salud de cualquier ser querido, que priorizarías ante el abuso sexual de un menor de tu familia, y la economía, que elegirías.

Le podes poner un valor a un hijo o a una hija, a un padre o madre, a un abuelo o abuela, seguramente contestarás que no.

Seguramente privilegiarías lo mejor para esos seres queridos.

Muy pocos saben que Argentina, al reformar la Constitución Nacional en 1994 incorporo Convenciones y Tratados Internacionales como parte de la misma, y a otros de estos instrumentos le dio una jerarquía especial.

También con esa reforma dejó abierta la posibilidad de que el Poder Ejecutivo firmara otros tratados que luego el Congreso debería tratar, y de ser aprobados, con mayorías especiales, se incorporarían a la misma Constitución.

A raíz de esa reforma constitucional, Argentina como 193 países firmaron “La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, comprometiéndose ante Naciones Unidas a cumplir con esta agenda.

Es importante aclarar que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que señala la agenda, desafíos a abordar en forma urgente por el mundo, Argentina los tiene en la Constitución y en los Tratados Internacionales más leyes nacionales que forman parte de nuestra legislación.

El objetivo es poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y prosperidad para el año 2030.

En este punto podríamos decir que los argentinos prefirieron hasta el momento la bolsa y no la vida, o se olvidaron de esta última, por lo menos hasta que aparece el problema.

Así fue como los argentinos reaccionaron ante el aumento desmedido de las prepagas, como también sucedió con el presupuesto universitario, algo que todavía no parece terminar, levantaron su voz, y muchos hicieron valer sus derechos.

Ni hablar de la situación de nuestros adultos mayores, jubilados, sobre los que cayó el mayor peso del ajuste, se priorizó la economía a la vida.

Las metas de la agenda se pueden resumir en: erradicar la pobreza, poner fin al hambre, promover la seguridad alimentaria.

Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos. Garantizar una educación inclusiva y de calidad.

Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas.

Garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y asegurar el acceso a energía asequible y sostenible.

Promover el crecimiento económico sostenido y el empleo decente.

Construir infraestructuras resilientes y fomentar la innovación.

Reducir la desigualdad dentro y entre los países.

Hacer que las ciudades sean inclusivas, seguras y sostenibles. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

Adoptar medidas urgentes contra el cambio climático.

Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos y recursos marinos.

Proteger y restaurar los ecosistemas terrestres.

Promover sociedades pacíficas e inclusivas y acceso a la justicia.

Este es todo un plan que proclamó la ONU, promoviendo una acción colectiva, a la que no solo adhirió Argentina, sino que ya mucho había hecho en ese sentido con la reforma constitucional.

Cuan lejos estamos de esas metas, pero no solo en los hechos, sino también en los discursos.

Hoy tus seres queridos pueden tener derechos y ejercerlos, más allá de que solo nos acordamos cuando los perdemos.

Algunas sociedades se acuerdan tarde y así caen en populismos de izquierda o derecha que terminan cercenando esos derechos e impidiéndote el acceso a ellos, y todo por “la bolsa”.

Es posible que no estés de acuerdo con algunos de esos 17 puntos de la agenda, pero no solo tu país lo firmó y se comprometió a cumplirlos ante el mundo, sino que también muchos de ellos están en la Carta Magna.

Si esto fuera poco, hoy todos los organismos internacionales te exigen cumplir con esa agenda, hasta el mismo Fondo Monetario Internacional, al cual seguramente volveremos a pedir renegociación de la deuda que no podemos pagar.

Queremos estar en el mundo, o no queremos estar, queremos ser respetados por la palabra empeñada, todo hace parecer que ese no es el camino elegido por el Presidente Javier Milei.

Milei se encuentra entre unos pocos dirigentes que repudian la agenda 2030, tildándola de comunista, mientras pone de ejemplo países a los que pretende igualar, sin reconocer que ellos si aplican la agenda 2030.

Ya sabes de que trata esa agenda, y es importante de que pongas en la balanza, que preferís, “la bolsa o la vida”, cuando los países que Milei pone de ejemplo y hacia donde dice querer llevar a la Argentina, prefieren “la bolsa y la vida”.

Sí, son esos países donde tus hijos y nietos se quieren ir, o ya se han ido.

Es muy posible que ante Naciones Unidas, Milei pronuncie en estos días un discurso contra esa agenda, dando una nota, una nota que en nada beneficiará a la Argentina.

Carolina Jacky  

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