Artritis Psoriásica ¿Se certifica con CUD o se trata de un problema estético?
Es una enfermedad que afecta al 30% de las personas con Psoriasis. Muchos de los pacientes suelen ser diagnosticados en la mitad de su edad activa. Algunos informes han demostrado que el desempleo asociado con esta enfermedad alcanza alrededor del 23%
En el mes de la psoriasis, he decidido abocarme al análisis de una de sus clases, que es potencialmente discapacitante. Me ocuparé de la "Artritis Psoriásica" que es un tipo de artritis crónica e inflamatoria, que causa dolor y rigidez. Así pues, acciones cotidianas como agacharse para levantar ropa del piso, vestirse, salir de la cama o bañarse, pueden convertirse para tales personas en proezas difíciles de llevar a cabo y en ocasiones hasta imposibles. De allí la preocupación de las ONGs que los agrupa por las importantes demoras en el acceso al diagnóstico, poca información con la que disponen los afectados para erigirse como verdaderos protagonistas de sus tratamientos, y sin duda alguna, todo ello impacta negativamente en su calidad de vida.
La Artritis Psoriásica es una enfermedad que afecta al 30% de las personas con Psoriasis. Si se tiene en cuenta que en la Argentina hay más de un millón de personas con esta enfermedad, aproximadamente 300.000 de dichos individuos presentarían también Artritis Psoriásica, que es una condición inflamatoria, crónica, de origen autoinmune, dolorosa y potencialmente discapacitante. Es por ello, que deviene indispensable contar de forma temprana con un diagnostico certero, puesto que la discapacidad física que la enfermedad va produciendo es de carácter progresiva e irreversible, razón por la cual debe ser tratada a tiempo.
Según los especialistas, cuando un paciente comienza a tener dolores de mano, en rodillas o a nivel bajo de la espalda, es fundamental que realice en forma inmediata una consulta profesional con el médico reumatólogo. Por ello, gran función tienen a su cargo las organizaciones de pacientes, educando y difundiendo este tipo de información con el fin de mantener a los pacientes en alerta ante este tipo de síntomas. Es urgente por tanto, generar más conciencia y conocimiento acerca del impacto de la Artritis Psoriásica en los pacientes, ya que los resultados de esta enfermedad a largo plazo pueden ser graves y determinar el avance de la enfermedad, ergo aumentar la discapacidad, la aparición de comorbilidades, costos elevados en salud, y disminuir en consecuencia, la calidad de vida de sus portadores.
En algunos casos, la Artritis Psoriásica afecta las manos, dificultando las actividades diarias como por ejemplo vestirse, comer, escribir, etc. En cambio si lo que se afectan son las rodillas, tobillos o pies, el paciente tendrá inconvenientes para caminar, levantarse de la cama o bien sentarse en una silla. Pero, también puede afectar la columna lumbosacra, presentando dolor en esa zona, que por lo general suele ser muy invalidante.
La mayoría de los pacientes con esta enfermedad necesitan también tratamiento médico para controlar el escozor, la irritación y el dolor que produce la Psoriasis. Quienes la padecen, enfrentan la misma discapacidad que los que tienen artritis rematoidea. Es así que, además de luchar con la Artritis Psoriásica, estos pacientes deben enfrentarse también, a problemas médicos adicionales de gravedad, ya que más del 50% de ellos desarrollan más de una comorbilidad. Dentro de éstas, las más comunes son: las enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, obesidad, diabetes, hígado graso, enfermedad de Crohn, enfermedad oftálmica, depresión y ansiedad.
Atento lo descripto, esta condición puede ser incapacitante e impactar negativamente en la capacidad laborativa del paciente a tiempo completo e incluso puede impedirle el desarrollo de actividades laborales. Sin duda, dichas circunstancia implica problemas económicos para la sociedad, teniendo en consideración que muchos de los pacientes con Artritis Psoriásica, suelen ser diagnosticados en la mitad de su edad activa, puesto que la edad promedio de los diagnósticos se da entre los 41 y 44 años. Algunos informes han demostrado que el desempleo asociado con esta enfermedad alcanza alrededor del 23%.
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Por ello, para mejorar el diagnóstico temprano y reducir en consecuencia, los sub tratamientos de la Artritis Psoriásica, es fundamental que el dermatólogo y los médicos de atención primaria, estén capacitados para reconocer tanto la patología como sus síntomas, ya que ellos serán los que primero la detectarán.
Esta enfermedad es un tipo de artritis inflamatoria crónica, que desarrollan hasta el 30% de los pacientes con Psoriasis y se da tanto en hombres como en mujeres. En la gran mayoría de los casos, la misma se manifiesta después de la Psoriasis, pero nada impide que aparezca antes de que la piel muestre signos de la enfermedad. Por ello, atento a las limitaciones físicas que conlleva esta clase de artritis, más la pérdida de productividad, pueden ser factores desencadenantes que alteren la economía del paciente, quien suele hallar grandes dificultades al momento de conseguir un empleo.
Respecto al abordaje terapéutico, en los últimos años la investigación científica, con nuevas drogas ha sido muy intensa. Desde la llegada de los anticuerpos monoclonales (anticuerpos producidos artificialmente contra diversas proteínas que intervienen en la inflamación de las articulaciones), la calidad de vida ha mejorado enormemente y la discapacidad de estos pacientes disminuyó en una forma impensada. A partir de esto, se han sintetizados numerosas moléculas, algunas de la cuales ya han sido aprobadas para la Artritis Psoriásica.
En síntesis, por tratarse la Psoriasis de una enfermedad crónica y no contagiosa de la piel, muy lejos está de ser una consecuencia directa de un problema psicológico, como sugiere uno de los tantos mitos que la circundan. Es una enfermedad multifactorial, existe una predisposición genética que puede a su vez, combinarse con factores desencadenantes como el estrés, infecciones, medicamentos, traumatismos en la piel como por ejemplo: tatuajes, heridas, etcétera. Por tanto, teniendo en cuenta esta circunstancia, puede afirmarse que la Psoriasis no implica una cuestión netamente estética, ello por cuanto puede afectar no solo la piel, sino que también puede alcanzar y/o comprometer las articulaciones, el intestino, el tejido adiposo, el sistema cardiovascular, etcétera.
Finalmente, no existiendo al día de hoy una normativa específica que garantice la cobertura total e integral del tratamiento de esta patología, sumado al alto costo que el mismo demanda para su aplicabilidad, hasta la fecha, los distintos efectores de salud, no tienen respuestas para tales pacientes, puesto que consideran a las terapéuticas y medicaciones indicadas, como meros tratamientos cosméticos. Solo en casos muy extremos, donde la severidad de la enfermedad amerita la certificación de ésta, como una enfermedad discapacitante, habilitará a su portador la tramitación del CUD (Certificado Único de Discapacidad). En el mientras tanto, sigue siendo compleja la resolución de tales situaciones, sin tener que llegar al ámbito judicial.
Si no se logra el reconocimiento ni se genera conciencia sobre esta enfermedad en todos los niveles, "el impacto en el paciente y en la sociedad seguirá siendo elevado en términos de gastos en salud, pérdida de productividad y de incapacidad para lograr la participación plena e igualitaria del paciente en la comunidad". Por lo comentado sigo invitándolos a "Ejercer sus Derechos porque su Ejercicio no constituye meros Privilegios".
Dra. Silvina Cotignola / Abogada especializada en discapacidad, salud y familia / smlcoti@hotmail.com