¿ASUMIREMOS LA VERDAD ECONÓMICA?

Sabemos que la verdad suele tener un precio o un costo, también sabemos que a veces no nos gusta estar frente a la “VERDAD”.

La verdad es una evidencia irrefutable, se puede ignorar, pero es imposible negarla.

Los argentinos sabemos que estamos mal y sabemos que nos han gobernado peor, no solo en los últimos tiempos, sino durante varias decenas de años.

En esos tiempos la “mentira” tenía su andamiaje, porque la “verdad” no era evidente, algunos que, llamábamos agoreros,nos advertían de lo que podía venir, pero era en el futuro, faltaba tiempo, entre tanto, la íbamos tirando un poco mejor o un poco peor, pero disfrutábamos de nuestros gustos burgueses.

En la media que la relación de precios perdía racionalidad comenzamos a fantasear sobre el ejercicio de derechos que escondían una falsedad obvia, no tenía costo, eran de ejercicio gratuito.

Los costos se ocultaban mediante una presión fiscal, no solo intolerable, sino perversa ya que fue facilitando el crecimiento de una economía marginal, que se estima en el 40 o 50 pro ciento de la “registrada”, lo que a su vez generó distorsiones sociales, siendo una de sus expresiones mas dramáticas, no solo el conurbano bonaerense, sino los varios asentamientos que existen en la propia “opulenta” ciudad de Buenos Aires que en uno de los barrios mas caros, alberga a la villa 31, también una de  las más caras de la ciudad.

Hasta la pobreza es cara.

Sin planes, la pobreza excedería el 50%, pero esa medición no tiene en cuenta la movilidad social descendente que afecta probablemente a un 80’% de la población, deben ser muy pocos, los que no han tenido que ajustar sus gastos o a lo sumo ajustarlo en los excesos.

Los políticos nos ignoran la realidad que todos vivimos, solo la mostró Javier Milei, todos los demás nos siguieron mintiendo sin advertir que mostraban su propia hipocresía y escondían sus desmesuradas ambiciones.

Es cierto que nuestra “moneda” es el peso que carece de "valor", por eso la economía se volvió bi monetaria lo que es otra realidad y quizás una de las tantas sabidurías de la sociedad, sabemos que los precios en dólares tienen una relación y si un café cuesta un dólar, un litro de nafta no puede costar la mitad o menos. Muchos argentinos han viajado, aunque mas no sea a los países limítrofes, y palpan que hay una relación entre los precios y que las cosas nos resultan caras o baratas, según   nuestras propias distorsiones cambiarias.

 Esa es la lógica de los tráficos fronterizos, sabemos que hay gente que cruza la frontera para cargar mafia (sic) o atenderse en nuestros hospitales o sanatorios que son gratuitos (sic) o más baratos, precisamente por nuestros disparates  cambiaros.

Javier Milei ganó con votos verticales, lo que puede expresar un síntoma de racionalidad provechosa por parte de “nosotros”.

Ahora viene lo difícil, vivir por un tiempo en la extrema escasez y este parto lo sufriremos todos por igual, no hay cesárea posible, Pero en la perspectiva de la historia si se hace bien, solo serán unos instantes, entre seis u nueve meses.

Al fin de cuentas, el tiempo pasa volando…y diremos en vez de "si se puede que suena a plegaria. "PUDIMOS".