Atrapado... ¿realidad o mentalidad?
El problema de estar atrapado
Si sos líder y querés (o no) seguir creciendo, pero te convenciste de que es dificil ( o peor, no te interesa) porque hay cuestiones externas que no van a cambiar, esto te va a interesar. Seguramente estás olvidando algo importante.
El problema real…
Y es que hay una clave que muchos pasan por alto y pierden su energía en más y más tareas.
Este primer obstáculo es haberte convencido de que la realidad que estás viendo es la única que existe y que estás emulando a los grandes líderes. No hay alternativas, no hay otras soluciones. Bueno, sí las hay: las que ya aprendiste como correctas y ponés en práctica desde hace mucho. Esas acciones que realizás rutinariamente todos los días. Con el ingrediente secreto cada vez que necesitás solucionar algo: más esfuerzo.
Esto pasa porque mientras más tiempo se mantiene una persona haciendo lo mismo, más difícil le es superar la incomodidad de aprender, desarrollar nuevas habilidades y encontrar nuevas soluciones. En este punto, mejorar ya no se trata de crecer. Se trata de obtener mejores resultados a cambio de más esfuerzo.
¿Cuál es la clave que olvidaste?
Para superar esto debés construir una mentalidad de desarrollo adecuada y que te impulse profesionalmente y personalmente.
Cuando lo consigas vas a ser capaz de ver no sólo mejores resultados, sino también de usar estos logros como simples puntos de partida para seguir mejorando, ver más oportunidades de crecimiento y más alternativas de solución. En vez de amenazado por las expectativas de los demás, te vas a sentir inspirado y desafiado.
Simple y sin vueltas, la mentalidad es anterior a otras cuestiones o conceptos. Y además menos rebuscada y pretenciosa que la mayoría.
Con lo valioso y escaso que es el tiempo, podés hacer la misma rutina en piloto automático, esforzándote cada vez más y más sin ir a ningún lado.
O podés empezar por la base: construir tu nueva y mejor mentalidad y dejar de sentirte atrapado en dónde estás.
La decisión es tuya.