Aunque nos suene contraintuitivo la IA Generativa no es el problema, el verdadero problema somos nosotros.
Con nuestra actual forma de ser, los humanos hemos logrado adelantar ese escenario distópico que se inventaron en Silicon Valley sobre la singularidad tecnológica, que tomaría forma hacia 2.045, dónde los robots llegarían a convertirse en humanos independientes con autonomía propia.
El verdadero foco del problema no está en la humanización de los robots, sino en la robotización de los humanos.
¿Para que esperar al 2.045 por la humanización de los robots si nosotros podemos ahora en 2023 alcanzar la robotización de los humanos?
Ya en 2.023 hemos alcanzado la robotización de los humanos, fácilmente demostrable, pues hemos logrado alcanzar al más avanzado Chatbot GPT, excepto en una cosa : (somos más lentos)
1-. Miramos pero no vemos.
2-. Oímos pero no escuchamos.
3-. Escuchamos para responder no para entender.
4-. Hablamos mucho y sin tener nada que decir.
5-. No pensamos antes de hablar.
6-. Hablamos, pero no conversamos.
7-. Miramos mucho al chat del móvil pero vemos poco a los ojos.
8-. Creemos en la lógica, pero en nuestra lógica.
9-. Tampoco nos gusta cambiar de opinión.
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10-. Tenemos Ego, pero no conciencia.
La transformación digital, más allá del impacto laboral de la automatización, ha desvelado y potenciado que el verdadero problema de fondo somos nosotros.
Estas olas de transformaciones y la obsolescencia de lo que ya conocimos, más que un problema en si mismas, nos han hecho mirar hacia dentro y tomar consciencia que el verdadero problema está en nuestra incapacidad de responder a ellas.
En conversaciones y reflexiones con el amigo Rafael nos preguntamos:
¿Por qué no estamos siendo capaces de dar la respuesta que hace falta en estos momentos? ¿Qué nos lo impide?
El principal problema que nos enfrentamos apunta a nuestra forma actual de ser, así como somos, no estamos dando la talla.
Si no nos transformamos no vamos a poder ofrecer la capacidad de respuesta que se requiere.
Nuestra forma de ser ha devenido obsoleta.
El verdadero problema de fondo está en la obsolescencia del tipo de ser que somos.
Una obsolescencia ontológica.
“La crisis más dolorosa que padece la humanidad es la quiebra de la concepción filosófica del hombre y de la vida”. Carlos G. Plaza S.J.
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1 añoLo que has escrito tiene mucho nivel y es digno de una reflexión generalizada. La sociedad tiene que ser consciente de donde estamos y sobre todo a donde nos dirigimos. ENHORABUENA!!!