Australia será el primer país en operar una central eléctrica híbrida con gas natural e hidrógeno

En 2023 Australia se convertirá en el primer país del mundo en encender una de las turbinas híbridas de gas e hidrógeno 9F de GE para la red eléctrica. El proyecto ayudará a este país a descarbonizar la generación de energía durante la década de 2020. En este estudio de caso, el líder de GE Australia, Sam Maresh, explicó que “Australia es un buen lugar para invertir en generación de energía limpia. Y esta nueva planta de gas ayudará a impulsar la demanda de hidrógeno limpio”.

El proyecto Tallawarra B de EnergyAustralia proporcionará más de 300 MW de capacidad despachable para los clientes de Nueva Gales del Sur (NSW). Estará listo para intensificarse en el verano de 2023-24. Esto coincide con el retiro de la central eléctrica de carbón Liddell de 1,6 GW en Hunter Valley, NSW.

Tallawarra B establece un nuevo punto de referencia sobre cómo los generadores de gas pueden alcanzar cero emisiones netas para 2050 al utilizar hidrógeno verde y compensar las emisiones residuales.

El hidrógeno tiene dos ventajas. En primer lugar, puede fabricarse a partir de energía eólica y solar mediante electrólisis. En segundo lugar, las plantas de hidrógeno son ideales para la energía gestionable. Al igual que las plantas de gas, se pueden encender rápidamente para equilibrar la producción variable de las plantas de energías renovables.

Australia está en camino de convertirse en un importante productor mundial de hidrógeno verde. Esto se debe a la abundancia de recursos eólicos y solares de alta calidad y bajo costo y a un mercado energético bien establecido y regulado.  Las perspectivas parecen excelentes. Se prevé que la participación de las energías renovables en la generación de energía de Australia aumentaría en un 28 % en 2020-2021 sería un 79 % para 2030, de acuerdo al Operador del Mercado de Energía de Australia.

Pero la industria de fabricación de hidrógeno no puede crecer rápidamente sin una gran inversión. Y para atraer inversiones, la industria del hidrógeno necesita clientes de tamaño industrial. Para EnergyAustralia, la solución son las centrales eléctricas híbridas. Estas plantas pueden utilizar una mezcla de gas natural e hidrógeno. Esto permite que el generador ajuste la entrada de combustible, a su vez que se  crea un mercado en expansión para el hidrógeno.

El desafío para EnergyAustralia fue encontrar tecnología confiable para este nuevo tipo de planta. GE es uno de los principales proveedores mundiales de turbinas de gas industriales. Los productos de la empresa generan aproximadamente un tercio de la energía mundial. La empres ha invertido mucho en adaptar sus turbinas de gas a nuevos combustibles, incluido el hidrógeno. Para Sam Maresh “nuestras turbinas pueden quemar combustibles con niveles de hidrógeno que varían desde el 5 % hasta potencialmente el 100 % en el futuro”.

En junio de 2021 EnergyAustralia firmó un contrato con GE para comprar las turbinas de gas 9F de la compañía para la nueva central eléctrica de Tallawarra B. Las turbinas impulsarán la primera central eléctrica de hidrógeno y gas de combustible dual de Australia. La planta se utilizará para estabilizar la red, encendiéndose rápidamente para satisfacer la demanda máxima.

Según Maresh, Australia se convertirá en el primer país del mundo en adaptar la turbina 9F a una mezcla de gas natural e hidrógeno para la generación de energía civil. Esto pondrá a Australia a la vanguardia de la transición a la energía del hidrógeno. También ayudará a poner en marcha la producción de hidrógeno a escala industrial en Australia.

El Gobierno de Nueva Gales del Sur y el Gobierno Federal de Australia contribuyeron con 83 millones de dólares australianos para respaldar el proyecto de energía Tallawarra B. Todos los gobiernos estatales y territoriales están tomando medidas concretas para desarrollar la industria del hidrógeno de Australia. El apoyo del gobierno australiano a la industria del hidrógeno ahora tiene un valor aproximado de 2800 millones de dólares australianos, según el informe State of Hydrogen 2021 del gobierno.