Banca: The misunderstood player
Para entender la forma en la que las entidades de crédito generan rentabilidad, hay que tener en claro que ella está directamente relacionada a dos conceptos clave: plazo y riesgo, en el que participan superavitarios y deficitarios, ambos agentes que agilizan el proceso de captación de ahorros y colocación de créditos, siendo el margen de intermediación el que genera el rédito a las operaciones. Es decir: a cambio del riesgo de impago, se coloca a tasas más altas de las que se capta.
Sin embargo, en las últimas décadas se ha venido gestando una transformación: la banca ha pasado a ser un productor de servicios, y ya no simplemente un intermediario financiero, así el sistema de precios pasó a estar compuesto de: tasas de interés y comisiones por uso de servicios.
Dicho giro no es nuevo, arranca desde los 80, cuando la desregulación de la industria bancaria permitió a la banca la posibilidad de ofrecer servicios no financieros, que para ese tiempo representaban casi una cuarta parte de todos los ingresos operativos generados por los bancos comerciales. Este enfoque se acentuó drásticamente, a medida que la banca americana se diversificará en otras actividades financieras (inversión, comercial, ventas de seguros y servicios de corretaje) Pero no sólo un soporte de libre mercado influyó en el incremento de los fees bancarios. El macroentorno económico también influye: la caída de las tasas de interés ó la variación del nivel de precios, la cual genera que el margen por intermediación reduzca su aporte al estado de resultados. Como en la España del 2018, cuando la banca subió sus comisiones, llegando a aportar el 33% de los beneficios (rodeado de un euríbor de -0,19%).
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Es entendible que, se tenga la percepción de usura, de comisiones excesivas, pero siendo la banca un negocio basado en la intermediación de activos fiduciarios, está sujeto a ajustar sus márgenes para mejorar la rentabilidad del negocio. La economía es un sistema interconectado, y la banca al ser parte de él se ve afectada por la dinámica micro y macroeconómica (por la oferta del dinero, el incremento de los precios y las tasas de interés)
En el espacio de la competencia, la banca como cualquier agente económico debe ser tratado y percibido como lo que es, un agente de transformación y dinamización.
“El proceso mediante el cual los bancos crean dinero, es tan simple, que la mente lo rechaza” (John Kenneth Galbraith)