EMPRESA FAMILIAR-El BCE facilita el acceso de la banca a su BARRA LIBRE para animar el préstamo
Tanto el título, como el cuerpo del artículo publicado en la presente en Expansión, les aseguro no tienen desperdicio. Léanlo con detenimiento, pues la información que les aporta les servirá para comprender mucho mejor como están funcionando las entidades financieras, y como el BCE está facilitando hasta límites insospechados, barra libre, la canalización de fondos hacia estas.
Cierto es que la situación es excepcional y al fin y al cabo el BCE debe velar por los intereses de todos los ciudadanos de la UE. Sin embargo, ustedes como empresarias/os, pensarán que estas prebendas no les suelen ser concedidas en su vida empresarial.
Ello nos lleva al sistema diseñado por el Estado para canalizar los créditos avalados al 80% pero con fondos al 100% de las entidades financieras. En este caso, son ellas las que deciden a quién le conceden el crédito, pues el riesgo subyacente del 20% han de asumirlo estas.
En el artículo observarán, según el autor, que este riesgo queda casi invisible: “Los Gobiernos han eliminado el riesgo de crédito que asume la banca en la concesión de préstamos y ahora el BCE ha eliminado el riesgo de liquidez. En esas condiciones, prestar a las empresas europeas no tiene casi ningún riesgo para las entidades, que deberían mantener el crédito”, aseguran fuentes financieras.
Solamente quisiera recordarles, siguiendo con mi línea profesional habitual, que es muy importante el volumen de las empresas (el tamaño si importa), así como tener Organos de Gobierno (Empresa/Familia) consolidados, y un nivel de endeudamiento reducido, pues constituyen en su conjunto aquellas características que les permitirán acceder de forma clara y directa a estos y otros créditos que puedan solicitar.
Qué sean ustedes, de forma fría e imparcial, quienes juzguen las bondades del articulo sin entrar en valoraciones subjetivas, que en mi caso son de cierto calado, aludiendo en términos profesionales a los casos de reestructuraciones financieras (pool bancario) en algunos casos surrealistas.
El BCE facilita el acceso de la banca a su barra libre para animar el préstamo
Andrés Stumpf. Madrid
La maquinaria de las autoridades trabaja en pos de un mismo objetivo: evitar que la crisis del coronavirus corte el grifo del crédito a las empresas. Ayer, el Banco Central Europeo dio un paso más en ese sentido al abrir al máximo espectro de préstamos que las entidades pueden utilizar como colateral para acudir a las subastas de liquidez que la propia autoridad monetaria ha puesto a su disposición.
En lo que consideran medidas “sin precedentes”, la institución que preside Christine Lagarde ha asumido un “aumento temporal de la tolerancia al riesgo para apoyar el crédito a la economía”. Esto se traduce en una reducción del 20% sobre el descuento de todas las garantías que se exigen a los bancos para darles liquidez, es decir, el BCE prestará más dinero a las entidades sin que éstas tengan que dejar tantos activos en “prenda”.
Pero la medida estrella presentada por el BCE no está tanto en el menor descuento sobre las garantías, como en la clase de préstamos que ahora se aceptan como tal. La institución con sede en Fráncfort permitirá que los préstamos a grandes empresas, pymes y autónomos con garantías del Estado (como los avales del ICO que ha puesto en marcha el Gobierno en España) funcionen como colateral para acudir a sus inyecciones de liquidez. El BCE también aceptará como colateral los préstamos con peor ráting y los denominados en otra divisa.
Sin riesgo
“Los Gobiernos han eliminado el riesgo de crédito que asume la banca en la concesión de préstamos y ahora el BCE ha eliminado el riesgo de liquidez. En esas condiciones, prestar a las empresas europeas no tiene casi ningún riesgo para las entidades, que deberían mantener el crédito”, aseguran fuentes financieras.
Además, para garantizar que las entidades puedan acceder a la liquidez del BCE para cubrir el riesgo de cualquier préstamo, por pequeño que sea, la autoridad monetaria ha eliminado el volumen mínimo de los créditos que pueden utilizarse para acudir a su ventanilla, que antes se situaba en los 25.000 euros. También concede una bula a la deuda soberana griega, que podrá servir de colateral, y aumenta del 2,5% al 10% el volumen de deuda sin colateral que aceptará de una única entidad.
Por último, ha encargado a su plantilla valorar no tener en cuenta el efecto de las últimas bajadas de ráting.
Estas medidas estarán en vigor mientras dure la crisis del coronavirus. Como garantía de ello, Lagarde ha decidido vincularlas a su PEPP, una programa de compras de deuda valorado en 750.000 millones en 2020. Si después se sigue necesitando, el BCE ampliará las compras y la relajación sobre los colaterales.
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo.