Base Monetaria y Reservas Internacionales: su evolución tras la imposición del cepo cambiario
Durante 2019 (hasta la introducción del cepo cambiario más restrictivo) la Base Monetaria se expandió 7,4% en moneda local, en un contexto de depreciación del tipo de cambio nominal (67,8%) que permitió “licuar” 36,0% de la misma al expresarla en USD. En contraste, tras la restricción a la compra de divisas (USD 200 mensuales per cápita), la Base Monetaria registró una expansión del 53,4% en USD — impulsada por mayor emisión en moneda local (60,9%), mientras el tipo de cambio nominal (sin incluir el “Impuesto Solidario” del 30,0%) se depreció 4,9%.
Utilizamos el ratio Base Monetaria / Reservas para evaluar el respaldo de los pasivos monetarios del Banco Central. Tras la introducción del cepo, la Base Monetaria (expresada en USD) se expandió a un ritmo mayor que las Reservas Internacionales (53,4% y 0,4%, respectivamente) y, en consecuencia, el ratio mencionado escaló hasta 79,0% (53,0% antes del cepo) en tan solo 100 jornadas bursátiles.
Nos resulta interesante remarcar aquí el efecto en el patrimonio del BCRA. La entidad cuenta con un stock limitado (y rígido) de activos externos para hacer frente a sus pasivos monetarios en expansión. Si dicha relación continúa por el mismo sendero, el gobierno tendrá graves problemas para hallar la estabilidad macroeconómica que pretende alcanzar.
Dada la inflación crónica presente en nuestra economía, el shock de oferta tras la propagación del COVID-19 (con decenas de miles de empresas amenazando con cerrar sus puertas) y la acelerada reducción de tasas de interés en un contexto de mayor demanda de liquidez (por precaución, mientras se prolongue la cuarentena obligatoria), ¿podrá el BCRA continuar emitiendo dinero y a la vez mostrarse robusto sin deteriorar aún más su credibilidad?