No basta con desear el éxito 🚀, es necesario planificarlo 🎯♟️
Una de las ilusiones más arraigadas en la sociedad es la práctica de pedir un deseo. Ya sea de forma consciente o no, la mayoría de nosotros ha elevado en algún momento nuestro pensamiento hacia la nada, pidiendo que algo que anhelamos profundamente se haga realidad. Ya sea el trabajo de nuestros sueños, un préstamo bancario, un boleto de lotería o el interés de esa persona especial, todos hemos experimentado el deseo de que algo suceda.
Sin embargo, simplemente desear no es suficiente. La espera de que la fortuna nos sonría no garantiza que nuestros sueños se hagan realidad. Es crucial entender que la realización de nuestros deseos requiere más que simplemente esperar a que las cosas sucedan. Como ilustra Quino en una de sus historietas con el personaje de Miguelito, sentarse a esperar pasivamente a que la providencia nos traiga lo que queremos puede conducir a resultados decepcionantes.
A pesar de esto, renunciar al deseo es una utopía. Es natural y humano desear cosas, por más inalcanzables que parezcan. Sin embargo, es fundamental ir más allá del deseo y trabajar activamente para hacer realidad nuestros sueños.
En el ámbito empresarial, el acto de soñar se refleja en la visión de la empresa, mientras que la operacionalización de ese sueño se manifiesta a través de la misión, metas y objetivos. Sin embargo, la materialización de estos objetivos requiere un trabajo constante y bien ejecutado. La lección es clara: hay que trabajar por lo que se desea.
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Esta disyuntiva entre lo que uno quiere y lo que uno hace es una de las mayores luchas de la humanidad. A menudo, las necesidades y obligaciones cotidianas se interponen en el camino de nuestros sueños, y parece que solo nos queda la libertad de soñar y desear en medio de la dura realidad.
No obstante, la verdad es que a menudo somos nosotros mismos los que nos impedimos que nuestros sueños se hagan realidad al imponernos límites autoimpuestos. Las empresas, por otro lado, crean sus propias circunstancias para alcanzar el éxito. Observan el mercado, a los competidores, clientes y proveedores, y toman decisiones informadas para orientar sus esfuerzos hacia el logro de sus metas.
De manera similar, nosotros debemos trabajar día a día para crear las circunstancias que nos acerquen a la realización de nuestros sueños. No basta con esperar pasivamente a que la fortuna nos sorprenda; debemos sembrar las semillas de nuestros deseos para luego cosechar los frutos de nuestro esfuerzo.
Es inevitable soñar, desear y esperar que las cosas sucedan como deseamos. Sin embargo, debemos recordar que la realización de nuestros sueños depende más de nuestras acciones y decisiones que de cualquier otra fuerza en el universo. Como nos enseñaron nuestros familiares y seres queridos en la infancia, para que nuestros deseos se hagan realidad, debemos merecerlos.
Abogado |MSc en Planificación Turística |Negocios y Emprendimientos |Gerencia de Programas Sociales |Gerencia para la Vida |Life Coach
1 añoExcelente artículo… gracias Gustavo Acosta por compartir !! Saludos 😉