¡Basta de echarle leña al fuego del estrés!
¿Qué tan seguido sientes que andas bien estresado? ¿hasta el tope de pendientes? ¿que te falta el tiempo?
Cuando pregunto ¿cómo estás?, una de las respuestas que más escucho de mis clientes, colegas, y amigos que trabajan en empresas es:
– "Nombre, bien ocupado. Estas semanas han estado bien pesadas."
– "Yo también, andamos con cierre de mes y presupuesto del próximo año."
– "Yo más, yo además traigo auditoría la próxima semana."
Lo peor es que, casi siempre, lo dicen con un matiz de orgullo.
Parece que existe una especie de competencia por ver quién está más estresado. Para ver quién está más ocupado. Para ver quién “sufre” más.
Porque hasta en eso nos gusta competir entre nosotros.
Basta de echarle leña al fuego del estrés, del estar siempre ocupado, de la productividad a toda costa.
Creo que muchas organizaciones tienen primero un problema de cultura, antes o a la par de un problema de “administración del tiempo”.
Muchas personas “premian” comportamientos que no deberían de existir -mucho menos de ser premiados-, y alimentan una cultura del estar siempre ocupado, o como decimos acá en Monterrey: del andar siempre “hasta la m%dr#”.
El estar siempre estresado, el no tener tiempo para comer, el irse tarde de la oficina, se han convertido en comportamientos, no solo normales, sino que además se “premian” en la mayoría de las empresas.
Seguro has escuchado, o peor aún, te ha tocado decir, el típico “Aaaah, ¿viernes corto?” o “¿apoco ya? ¿Tan temprano?” cuando una persona se va de la oficina a su hora o un poquito antes.
“Premiamos” el quedarse hasta tarde y lo justificamos diciendo: “este chavo trae la camiseta bien puesta”.
O seguro te ha tocado ver a personas que comen en su lugar porque el jefe o la jefa hizo working lunch y pues, “¿qué va a pensar el jefe de mí si yo sí salgo?”.
Son comportamientos que repetimos solo, porque cuando comenzamos, así, se hacían las cosas. Porque es el modo por default de la mayoría de las empresas.
Vivimos en una cultura del siempre andar ocupado, la cual es muy difícil de romper.
Pero, cuando no hacemos nada al respecto, cuando callamos, y cuando aceptamos en silencio estas situaciones, le estamos echando leña al fuego del estrés, del estar siempre ocupado, de la productividad a toda costa.
Y ese es un fuego que debe apagarse ya.
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¿Por dónde puedes empezar?
Hace poquito, un colega de la red comentó en un post que hice sobre este mismo tema:
“... Yo me propuse a no comer en mi tupper o contenedor de unicel. Al menos en tu hora de comida sírvete bien, calienta tu comida, usa vajilla o platos y siéntate, relájate y disfruta esos 30, 40 o 20 minutos, pero disfrútalos”.
Esta es una acción que parece irrelevante, pero en una cultura en la que el default es siempre andar ocupado, trabajar todo el tiempo, estar siempre en juntas, comer en tu lugar en 15 minutos y regresar al trabajo, ese es un gesto de valentía.
Comienza preguntándote:
¿Cómo estoy “alimentando” esta cultura del andar “hasta el tope”? ¿Cuáles palabras, expresiones, o comportamientos que hacen mis colegas o yo, están alimentando esta cultura en mi equipo y en mi organización?
Detente y anótalas.
Después escribe: ¿Qué voy a hacer para contrarrestar cada una?
Puede ser algo tan “simple” como bloquear una hora completa en tu calendario para comer. Tomar la decisión y decir que “no” a una petición, o cambiarlo por un “no... por ahora”. Convocar a tu equipo y hacer un ejercicio de definición de prioridades, o tener que cancelar un compromiso que habías hecho por "no quedar mal" con alguien más.
En todo caso, vas a necesitar paciencia, coraje y valentía para romper este ciclo.
Recuerda: No se trata de hacer más cosas por el simple hecho de hacerlas; se trata de hacer mejores cosas.
Se trata de hacer las cosas que sí importan, de hacer las cosas correctas.
Hace tiempo, una de las personas que más influyentes en el mundo del trabajo, dijo:
“Management is doing things right, leadership is doing the right things”.
- Peter Drucker
Hoy más que nunca necesitamos líderes que se atrevan a desafiar esa cultura de "ocupismo" y de estar siempre "hasta el tope" en la que trabajamos.
Necesitamos empezar a enfocarnos en hacer mejores cosas en vez de más cosas.
Y tú, ¿le estás echando leña al fuego del estrés o lo estás apagando?