"Descubre lo que amas y no volverás a trabajar"​... BULLSHIT!!!

"Descubre lo que amas y no volverás a trabajar"... BULLSHIT!!!

Ok. Esto lo comencé a escribir el lunes -porque todos los lunes estoy publicando por aquí-, pero me estaba saliendo terrible y andaba de muy mal humor. El domingo me acosté cerca de las 3 AM terminando una presentación para una clase que tenía con un cliente importante. Un cliente muy especial que necesitaba algo muy adhoc.

Últimamente siento que estoy súper comprometido con lo que hago. Siento que estoy en un momento muy productivo de mi carrera y que estoy aprendiendo muchísimo, pero cuando pongo en una balanza cómo está el equilibrio de mi vida personal y el trabajo, el peso se inclina hacia este último. Y no, no creo que esto esté bien.

Así que busqué un poco y vi que no es algo que me está pasando a mi, sino que se está convirtiendo en un problema generalizado. En un estudio realizado por a 7500 empleados full time en distintas organizaciones (en distintos rubros) encontró que 23% de los encuestados se sienten constantemente cansados durante las horas de trabajo. Mientras que otro 44% dice que se sienten igual, sólo a veces.

El problema no es sólo esta sensación se agotamiento, que sin duda se verá reflejada en la baja productividad (y en mi cara de muerto), sino que está relacionado con el aumento en los índices de depresión. Ya va, esto ahora suena muy fatalista. De verdad me gusta lo que hago, me encanta. Trabajar extra no es el problema, la cuestión está en no saber dibujar la línea entre qué es trabajo y qué haces para alimentarte en otros aspectos que te permitan hacer un stop en los temas relacionados con las responsabilidades y se convierten en un círculo no virtuoso.

Entonces, el problema no es poner un extra en el trabajo; el problema está en no saber cuál es el punto de equilibrio y no encontrar aquellas cosas que logren distraerte y ampliar el abanico de actividades. Por supuesto la culpa no es tuya (ni mía) y existen millones de factores, pero hoy pensemos en lo que podemos hacer nosotros desde lo individual por nosotros mismos.

Expertos en el tema hablan sobre la importancia de poder hacer un verdadero turn-off del trabajo. Eso incluye crear la consciencia personal para respetar tu espacio fuera del trabajo (entendiendo el trabajo no como un espacio físico, sino como esa porción del tiempo que destinamos a nuestras tareas sin importar dónde las realices).

De hecho, hay cifras que dicen que el 45% de las personas trabajan fuera de horario y 49% de las personas normalizaron el responder correos en horarios o lugares no correspondientes.

Este tema no sólo es competencia de las personas que hacen vida en las organizaciones, sino también de las empresas. Otros estudios dicen que además de la productividad, el desapego psicológico del trabajo durante el tiempo libre es esencial para el bienestar para las personas, para no asfixiar a los trabajadores y para generar mayor compromiso.

Como la idea no es quedarnos en los problemas, sino tratar de encontrar soluciones, hoy en día muchas personas están hablando sobre estos temas y dan distintas recomendaciones, no para trabajar menos, sino para saber optimizar el nuestras horas de trabajo y si se puede la calidad del mismo.

Para comenzar, lo primero que deberíamos hacer es planificar "¿qué tenemos que hacer para mañana?". Aunque suene algo que haría un freak del orden y la planificación, la verdad no es algo muy difícil. Tomarse unos minutos para poder priorizar cuáles son las tareas y actividades que debes hacer para el día siguiente y dejarlas anotadas ayudarán a que no pierdas tiempo pensando en qué debes hacer y abriendo tres mil pestañas en el Chrome o perdiendo tiempo revisando mails que no representan ningún tipo de valor.

Otro consejo interesante es limitar el tiempo de atención que le brindamos a las distintas pantallas con las que interactuamos. El americano promedio revisa cada 12 minutos su teléfono. Si a eso le sumamos el tiempo que le dedicamos a las otras pantallas (tablets, laptops, tv), entonces el tiempo en pantallas podría ser alarmante. La pregunta nuevamente sería, cuánto tiempo del consumo de pantallas le dedicamos al trabajo y cuánto tiempo lo utilizamos para nuestro entretenimiento o lo que sea que busquemos.

La verdad es que limitar ese tiempo en pantalla no resulta nada sencillo. Para ello, existen técnicas como pomodoro, que nos ayudan a administrar nuestro foco en tareas específicas durante un tiempo determinado. Al final limitar nuestro tiempo de atención a las pantallas nos permitirá diferenciar el tiempo de trabajo y el tiempo personal. Hoy en día muchas apps vienen con la opción para limitar su tiempo de uso (o por lo menos para conscientizarlo), pero sólo será posible con nuestra auto-disciplina.

Por otra parte, una práctica muy utilizada (por mi y de seguro por muchos) es el clásico "necesito una birra, hablar y drenar" y a pesar que soy muy pro-birra, no resulta ser una buena práctica. Simplemente es llevar -nuevamente- el trabajo a otro lugar de tu vida. Lo peor no es que lo estás llevando a otro lugar, sino que además, termina sin tener algún tipo de fruto. Así que lejos de limitar la libertad de expresarte, probemos una técnica distinta. En lugar de gritar a cuatro vientos lo que nos molesta, vamos a escribirlo. Como salga, preferiblemente a mano, y al terminar, hacemos una bola de papel y la tiramos.

Sí, tal vez terminemos siendo profesionales de la NBA, pero aunque suene un poco absurdo, funciona (de hecho aquí estoy escribiendo y convirtiendo esa molestia en otra cosa).

Por último, canaliza toda esa energía que inviertes pensando en el trabajo en algo que disfrutes realmente. Sé que suena a algún consejo de auto-ayuda de libro de bolsillo, pero de verdad, es clave conseguir algo que te desconecte. Saber de algo que te estimule tanto que tu mente se enfoque en eso. En mi caso el box me ha ayudado muchísimo en estos meses. Leer cosas que me lleven a otros lugares, escuchar música, ver películas, salir a andar en bici, ir a comer, cocinar, lo que sea. Tal vez es el consejo obvio, pero nunca está demás. Encuentra eso que en día a día te desconecte. No esperes que llegue el fin de semana para poder hacerlo.

Recordatorio: Necesitas desconectarte para poder rendir, para ser mejor. Tu mente merece descansar. Aunque el trabajo forme una parte importantísima de nuestras vidas, el trabajo no puede ser lo que nos defina o lo que marque nuestra salud mental. Todo lo contrario, mientras más cuidemos nuestra salud mental más eficientes y capaces vamos a ser.

Y aunque no sea lunes, espero sirva de algo este artículo para cualquier día de la semana. Nos seguimos leyendo el lunes que viene.

Ahora sí, vamos por una birra... ¡Salud!

eva segura

Coordinador administrativo en LABORATORIOS BIONEXUS, C.A.

5 años

Buenísimo   debemos tomarnos nuestro tiempo para ser mejores ennlobquebhacekos pero sin abusar de nuestro  cuerpo de nuestra salud mental gracias amigo

Jeffrey, muy real ! Me siento totalmente identificado... muchas gracias.

Daniel Aníbal Rey

Gerente de Sistemas | IT Manager | Digital Transformation Manager | CIO

5 años

Excelente resumen de la situación. Gracias por compartirlo. Fuerte abrazo. 

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