Bekele y Cheptegei; La belleza del esfuerzo.

Valencia se ha convertido por derecho propio en nuestra capital maratoniana. En la ciudad del largo aliento y del esfuerzo sostenido. Los viejos atletas esperamos todos los años la maravillosa locura en la que se ha convertido el Maratón de Valencia con el apoyo decidido de su mecenas Juan Roig y unas instituciones comprometidas que han entendido que una carrera puede ser el mejor escaparate de su ciudad. Una ciudad que ha dado un salto de gigante en su posicionamiento internacional, #GreenCapital 2024, ciudad referente en la #Misión climática europea y punto de encuentro del emprendimiento más avanzado.

Pero este pequeño artículo no se plantea para hablar de las bondades de Valencia, muchas por otra parte, va de como dos atletas increíbles, uno viejo y otro joven, los mejores de su generación, ayer nos dejaron una lección de compromiso, pasión y trabajo.

El corredor de fondo se forja en largas tiradas, muchas en soledad, donde la mente va varios metros por delante, como una sombra que se escapa, hacia un objetivo, una marca. Son jornadas extenuantes, semanas de más de 200 Kms, acompañados de una dieta espartana y de muchas veces de dolor.

Parece que en estos tiempos no esta bien visto hablar de objetivos, esfuerzo y compromiso, pero ver a un atleta de élite reconforta con esta visión y ahora que mi tibia ha dicho basta y que ya no tengo la fuerza vital de aquella juventud que compaginaba universidad, entrenos y viajes con facilidad, necesito entender que me ha llevado a empujar diariamente en una empresa cada vez más grande. Y, básicamente, es la misma idea; La belleza del esfuerzo.

Pero dentro de esa misma idea de fondo ayer vimos dos versiones de una misma pasión; El viejo atleta que quiere una última pelea y el joven león que ya gobierna la manada pero que todavía tiene que aprender las duras lecciones de la vida. Bekele, el viejo atleta, el mejor fondista de la historia, no tenía que demostrar nada a nadie pero ayer Valencia vio a un "master" de 41 años correr en soledad por sus calles buscando "rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhauser". Ayer Bekele buscaba la belleza del esfuerzo mientras Cheptegei, 27 años, actual recordman de 5000 y 10000, demostró el honor y el respeto de los grandes campeones al acabar la prueba, prácticamente al límite. Por cierto, ayer ninguno de los dos ganó, lo hizo un increíble Lemma, después de 22 maratones, otra obra maestra.