Black Ice o hielo negro en la carretera
El hielo negro es un gran desconocido. Ahora en invierno con las bajas temperaturas es cuando más atentos tenemos que conducir para evitar accidentes por culpa de este tipo de hielo, porque realmente es eso: placas de hielo en la carretera.
Lo de “black” no es porque sea de ese color, al contrario. Si fuera negro, literalmente, sería visible a nuestros ojos a simple vista. Toma el atributo de “negro” porque, siendo transparente vemos a través de él y lo confundimos con el asfalto que tiene debajo, de color negro.
Ese es el verdadero peligro: ser transparente e invisible a nuestros ojos hasta que estamos encima.
Basta que llueva un poco, que se deshiele o apelmace nieve, o incluso el mismo rocío matinal, para que aparezca este hielo. El agua se inserta entre los pequeños granos de grava que forman el asfalto y, con que baje un grado o dos la temperatura, cristaliza en hielo y se crea una pista de patinaje improvisada. Hablamos de una amenaza invisible, por ser transparente, en todo tipo de vías: Calles con sombras en las ciudades, carreteras entre árboles en zonas rurales; autovías y autopistas.
Por lo general, ni lo vemos. Lo sentimos por el comportamiento extraño del vehículo. Lo sentimos en las ruedas, lo sentimos en la dirección del coche, en el volante y hasta en el pedal del freno. Pero cuando lo sentimos es que ya estamos encima de él, y precisamente, si lo sentimos, es porque está afectando a nuestra conducción.
Si notas que tu coche patina, se desliza o que pierdes parcialmente el control sobre él, no te asustes. Es el momento para tener sangre fría. Todos, o casi todos, los coches actuales tienen ABS. Esto ayuda.
La tendencia natural, cuando sentimos que se desliza el vehículo y que el ABS entra en acción, y que el pedal del freno tambalea un poco, es a pisar el freno a fondo o a levantar el pie del todo. Ambas opciones son malas. Si pisas el freno a fondo entonces contribuirás a bloquear los frenos con tu gesto. A partir de ahí pista libre hasta que el coche se pare o lo pare algún elemento externo. Si levantas el pie de golpe no se bloqueará, pero el coche podrá acelerar y perderás el control de igual modo pudiendo, por miedo o por reflejos, pisar a fondo el freno y estarías en el mismo caso que si lo hubieras pisado antes, pero con mayor velocidad, por lo que habría más riesgo.
Cómo no perder el control si notas que el coche patina sobre el hielo en la carretera.
Para empezar, distingamos entre dos situaciones:
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En la línea recta se puede hacer un movimiento sutil del volante orientándolo siempre hacia la dirección que quieres que retome el vehículo. En una curva es más sensible, porque la tendencia natural, superado el instintivo pisotón al pedal del freno, es a contrarrestar la inercia dando un volantazo en el otro sentido. Lo que tienes que hacer es pisar suavemente el freno.
Suave pero firme, sin perder tú el control sobre el pedal del freno. Manteniendo este control mantendrás también el control sobre el volante y sobre el coche en general.
Cuando superes el patinazo el coche tomará la dirección que le marcan tus manos en el volante. Por eso es importante mantener la vista en la carretera como referente. Para cuando recuperes la tracción no cambiarte de carril o salirte de ella. Eso sí, si notaras que la parte trasera del coche se va hacia un lado u otro, mantén la calma e intercala movimientos suaves en el volante, primero a favor de la propia inercia, para evitar el bloqueo y segundo en sentido contrario, para reconducir al vehículo. Pero con mucha suavidad y sin acelerar el coche.
De ahí la importancia de no pisar a fondo, no levantar el pie de golpe, no acelerar y no ponerte nervioso. Mantén el rumbo y la calma por igual.
En cualquier caso, hemos de aplicar el sentido común como primer medio para evitar sustos. Modera la velocidad cuando circules por una carretera en la que pueda haber hielo. Mantén la distancia de seguridad con los demás vehículos. Evita comportamientos agresivos. Y si tienes que adelantar o ser adelantado, ponte en el lugar del otro conductor y haz que la maniobra sea lo más prudente y sencilla posible para ambos.
Hielo negro con un coche automático Vs coche manual
La ventaja del cambio de marchas manual es que tú tienes todo el control sobre el vehículo. En este caso te recomendamos reducir la velocidad a una marcha inferior. Esto te ayudará a contrarrestar el efecto patinaje del coche.
Los coches automáticos tienen la opción de cambiar a manual, lo cual resulta bastante útil en estos casos. Si no puedes controlar el coche en automático, cambia a manual para ayudar a contrarrestar los efectos del hielo.
Recuerda: si te sales fuera de la carretera o si te quedas atravesado por que el coche ha patinado y no lo puedes arrancar y no te sientes capaz de reanudar la conducción, saca tu luz de emergencia de la guantera, enciéndela y ponla en el techo de tu coche para ser bien visible y evitar una colisión haciendo que los demás conductores detecten tu presencia incluso antes de verte.