Blockchain, hola o adiós
Dentro de las tecnologías de la información que tienen como objetivo dibujar un nuevo futuro, se cita de forma reiterada un concepto ´cadena de bloques´ o ´Blockchain, que es una tecnología para una nueva generación de aplicaciones.
Blockchain es una base de datos distribuida entre los usuarios, donde cada uno de los cuales se convierte en partícipe y gestor, los registros o bloques están enlazados y cifrados para proteger la seguridad y privacidad de las transacciones.
Como características principales de esta tecnología destacan una serie de cualidades relacionadas con:
- Seguridad: confianza: inmutabilidad de los documentos, no alteración, robustez, irreversibilidad e integración.
- Gestión: evita formalismos, trazabilidad, descentralización, simplicidad, ubicuidad, inmediatez, eficiencia, desintermediación, ahorro de costes y tiempo y optimización, automatización y flexibilidad en los procesos.
- Control: fácil detección del fraude, evita la corrupción, detecta los errores e impide falsificaciones.
- Ética: transparencia, información compartida, democratización, corresponsabilidad, responsabilidad y empatía.
En la actualidad esta tecnología está siendo usada por las Administraciones Públicas de diferentes países siendo, Estonia el país que ha realizado una apuesta más firme en esta tecnología: tiene sus registros empresariales, fiscales y sanitarios en Bockchain.
Está previsto su uso en administraciones para: licencias de actividad, censo de población, registros, criminales, pasaportes, certificados de defunción y nacimiento, procesos electorales, licencias comerciales, títulos de propiedad, matriculación de vehículos gestión de contratos, transacciones financieras, gestión de identidades y activos, servicios sin fronteras participación ciudadana, registros de propiedad, patentas, derechos de autor, marcas y otros derechos de propiedad intelectual, etc.
En el marco privado hay pruebas realizadas con éxito en operaciones de comercio internacional, rastreo de procedencia de alimentos, seguimiento de suministro de cereales, pago de impuestos, factura electrónica, pago y monitorización de becas y ayudas sociales, almacenamientos de vídeos de acceso restringido, registros de la propiedad, etc.
La identidad digital única generada por Blockchain reemplazaría la identificación por firma electrónica, dni u otro sistema análogo, los procesos de tramitación serían rediseñados y la seguridad de los datos estarían garantizados por las características del sistema, por lo tanto, afirmaciones que habíamos escuchado con la aplicación de otras tecnologías: “su implantación permitirá oficinas sin papeles” quizás puedan cumplirse gracias a Blockchain.
No es de extrañar, por tanto, que cuando hablamos de Blockchain pensemos en un cambio total de entender la gestión y las relaciones entre la Administración Pública y el administrado, solo la legislación y las barreras de acceso pueden frenar su implementación en el corto medio plazo. Estamos ante una disrupción tecnológica que puede avanzar hacia el fracaso al modo de google glass o ser un facilitador y acelerador capaz de transformar la administración tal y como hoy la entendemos.
Un apasionante reto en el área de la gestión documental, donde se garantiza la autenticidad y transparencia de los procesos, permite comprobar la exactitud de los datos y proteger la viabilidad a largo plazo de los proyectos. En este contexto los profesionales de la información tienen que rediseñar, transformar y reinventarse, participando activamente en el diseño, implantación, mantenimiento y gestión de la tecnología. Una revolución que construirá una nueva Administración Blockchain.